Der freie wille

Berlín: Fría acogida para "El custodio", única representante latina a concurso

13-II-06

Cine de autor al viejo estilo, plúmbeo, sin apenas acción ni diálogos, la argentina "El custodio" ha entrado este lunes a concurso en la 56 Berlinale, con una acogida más bien fría, aunque alguno se atrevió a aplaudir. La ópera primera de Rodrigo Moreno, coproducida por Alemania y Francia, es la única representante latina en el apartado rey del certamen. La gran protagonista de la jornada ha sido la israelí Natalie Portman con su "thriller" de acción, política y futurismo "V for vendetta", un título que sin duda va a dar mucho que hablar en los próximos meses. Finalmente, la respuesta ha sido buena para la alemana "Der freie Wille".

La gris y funcionarial existencia de un guardaespaldas (Julio Chávez, lo mejor del film), en las antípodas del "glamour" de la cinta que protagonizó Kevin Costner, es lo que narra "El custodio", del argentino Rodrigo Moreno, y poco más puede decirse de su trama, ya que lo único que ocurre es el previsible desenlace, y más vale no contarlo. Aquí no hay una "sexy" y amenazada cantante, sino un ministro mediocre al que simplemente hay que acompañar y proteger.

"El custodio" se ha beneficiado de coproducción europea, y específicamente alemana, lo que puede explicar su selección, como la única cinta iberoamericana entre 19 competidoras por el Oso de Oro. Cine de autor "del duro", para el aficionado medio no es sino un cortometraje artificialmente alargado a base de extender las tomas e incluir escenas perfectamente superfluas. La vida de un guardaespaldas debe ser tediosa, y sin duda el gran éxito de Moreno es haber sido capaz de trasladar ese soberano aburrimiento al público.

La reflexión de este cronista a la salida del cine, tras un silencio general y apenas algunos aplausos aislados, era: o se revisa el criterio de selección de films o si realmente esto es lo mejor que en los últimos meses se ha hecho en toda América Latina y España, más vale que los cineastas latinos se dediquen en masa a otra profesión. Y, a riesgo de parecer optimista, más bien creemos que el problema está en cómo -a rebufo de Cannes- los primeros festivales del mundo dejan en un segundo plano la calidad en beneficio de los intereses industriales del país donde se celebran. En este caso, para favorecer el estreno en Alemania y las ventas internacionales de una cinta de coproducción alemana.

"V de Vendetta" sin duda va a despertar filias y fobias, especialmente en Estados Unidos, y parece de entrada condenada a ser película de culto. Los hermanos Wachowski (como guionistas) se hacen algo más terrenos que en su exitosa trilogía "Matrix" y se alían de nuevo con el rey del cine de acción Joel Silver para contar una historia basada en el comic homónimo, con un superhéroe enmascarado que lucha en solitario contra un régimen fascista que vigila a sus ciudadanos, detiene a todo el que se sale de la norma, empezando por los homosexuales, y todo ello en medio de un mundo caótico en el que la presunta seguridad se ha convertido en patente de corso para suprimir las libertades. En fin, algo que doy por sentado les suena muy de actualidad, demasiado cercano.

Seguramente las buenas intenciones de esta cinta que ha realizado James McTeigue en los estudios berlineses de Babelsberg (aunque la acción se desarrolla en un Londres futuro pero no tanto), convierten en perdonables sus fallos. Natalie Portman resulta como siempre convincente en su papel de joven "captada" por el héroe V, y Hugo Weaving, el inquietante Sr. Smith de "Matrix", no se quita la máscara en toda la película. Una serie de sólidos secundarios británicos -John Hurt, Stephen Rea, Stephen Fry...- redondean el producto, que aunque irregular, consigue a ratos emocionar, cuenta con potentes escenas de acción y sobre todo plantea un debate necesario sobre el precio a pagar por esa "seguridad" que puede convertirse en dictadura.

Regresando a la competencia, el alemán Matthias Glasner cuenta en dos horas y media el drama de una pareja fuera de lo corriente, él un ex violador que acaba de salir a la calle tras nueve años en un psiquiátrico, y ella una joven de 27 años que ha conseguido por fin librarse de los abusos psicológicos que le imponía su padre. Entre ellos va a un surgir un amor real pero imposible, profundo y letal. Por el momento se trata de la mejor entre las cintas locales que concursan por el Oso de Oro. "Der freie wille" (El libre albedrío) parece decantarse como la gran esperanza germana a premio.
© J. A. (Berlín)-NOTICINE.com
Wuji

Berlín 06: Del drama realista a la fantasía legendaria, pasando por el country

12-II-06

Jornada de contrastes, este domingo, en el 56 Festival Internacional de Cine de Berlín. El veterano Robert Altman no ha tenido -a diferencias de su compatriota Malick- reparos en concursar, con la muy musical "A Prairie Home Companion", que suena a despedida vital. En un registro grandilocuente y efectista, lleno de colores fuertes y luchas interminables, fuera de concurso, Chen Kaige se apunta a la moda de la épica fantástica oriental con "Wuji" (La promesa), y quizás los momentos más convincentes hayan llegado de la mano de una desconocida cineasta bosnia, Jasmila Zbanic, quien en "Grbavica" narra un drama familiar condicionado por las secuelas de la guerra balcánica. Por otro lado, en la noche del sábado, en el no competitivo apartado Berlinale Special, Luis Llosa presentó su primo y cuñado Mario Vargas Llosa la adaptación de su novela "La fiesta del chivo", con aceptables resultados.

Hay una idea de despedida vital, de final de andadura en "A Prairie Home Companion", que no es sólo el del programa radiofónico de música country en cuya historia se basa. Entre líneas puede deducirse que el ya octogenerio Altman apunta un adiós en esta cinta cuya materia prima son las canciones campesinas, interpretadas -entre otras- por una espléndida Meryl Streep.

El resto del reparto no desmerece: Woody Harrelson, Tommy Lee Jones, Kevin Kline, Lindsay Lohan, Virginia Madsen, John C. Reilly, Lily Tomlin... y Garrison Keillor, el creador del espacio de radio que emitían numerosas emisoras en Minnesota, desde 1974, y que como no podía ser menos, aparte de escribir un guión sobre lo que ocurre delante y detrás de los micrófonos en su última emisión, se interpreta a sí mismo.

Robert Altman, quien ya hizo su particular homenaje a la música campesina en "Nashville", ofrece un espectáculo muy de consumo propio, que se sostiene sobre todo gracias a la calidad de sus actores, lo que por otra parte viene siendo la constante de sus últimos trabajos.

También a concurso, "Grbavica" gira en torno a las relaciones entre una madre y su hija adolescente, residentes en Sarajevo en la época actual. La muchacha ha crecido con la idea de que su madre es viuda de guerra, y que su padre fue asesinado por los serbios en el frente. Cuando organizan en su escuela una excursión a la que pueden ir gratuitamente los hijos de los combatientes fallecidos, ella se apunta, pero no tiene el certificado que lo prueba. Secretamente, la madre se esfuerza en reunir los fondos para pagar el viaje de la chica, quien cada día tiene más dudas sobre la elusiva actitud de su progenitora, que apenas le da detalles sobre la circunstancias de la desparición del padre. Sin embargo, cuando la tensión llega a su cima, la madre acaba confesando que no hay tal héroe de guerra, sino que fue violada en un campo de detención serbio por un "tchetnik".

Esta coproducción austríaco-bosnia, dirigida por Jasmila Zbanic, en su primera realización de ficción en solitario, tiene como principales actrices a Mirjana Karanovic y Luna Mijovic.

Fuera de concurso, "Wuji" (La promesa), uno de los mayores éxitos comerciales del cine chino reciente y candidata al Oscar extranjero por este país, ha representado una notable decepción. Las historias legendarias con guerreros valientes, perfidos y poderosos enémigos, y bellas princesas provenientes del cine oriental empiezan a resultar redundantes. Chen Kaige, irreconocible director que fue de la emotiva y valiente "Adiós a mi concubina", no aporta nada al microgénero.

A pesar de que la versión aqui proyectada no es la originalmente estrenada en tierras chinas sino una "aligerada" en metraje por consejo de los hermanos Weinstein para ser lanzada en EEUU, "La promesa" se hace larga, extenuante por la acumulación de piruetas y peleas, y apabullante por sus colores saturados. Para colmo, los efectos digitales resultan primitivos y torpes, un puro pastiche para un film que presume de ser la producción más cara del cine chino.

Empezamos a añorar aquellos dramas como los de Zhang Yimou, hechos con cuatro cuartos y tres actores, sin extras ni trajes ni guerreros que volaran, pero que nos llegaban al corazón.
© J. A. (Berlín)-NOTICINE.com
Potente (Reuters)

Berlín 06: Gael, soñador protagonista en una jornada de ausencias

11-II-06

El actor mexicano Gael García Bernal adquirió con "The Science Of Sleep" este sábado un inesperado protagonismo en el 56 Berlinale, ante la ausencia por un lado de Colin Farrell (esta esperada) y la menos justificada del director de su película "El nuevo mundo", Terrence Malick, quien definitivamente cuida con codicia su categoría de "autor genial y maldito", pero también ante otra ausencia menos humana y más visual o incluso temática, la de la película a concurso "Elementarteilchen" (Las partículas elementales), de cuyo origen literario -la polémica novela homónima del francés Michel Houellebecq- apenas ha quedado un mojigado esqueleto que sin duda decepcionará a muchos.

El certamen alemán reservaba para el inicio del fin de semana un día presuntamente para estomagos predispuestos, con tres nombres propios conocidos por sus rarezas y a veces atrevimientos: Malick (cineasta de culto con escasa pero encumbrada trayectoria, cuyo anterior trabajo fue "La delgada línea roja"), Michel Gondry ("¡Olvídate de mí! / Eterno resplandor de una mente sin recuerdos") y el ya citado Houellebecq, cuya atrevida en muchos sentidos novela muchos creían intrasladable a la pantalla.

"El nuevo mundo", una hermosa versión de la leyenda norteamericana de la india Pocahontas y sus amores con el colonizador John Smith que conocemos en el resto del mundo gracias a Walt Disney, es una obra plena de poesía, que trasciende del propio fondo para actuar en la forma. Ahí destaca el espléndido trabajo de Emmanuel Lubezki, cuya virtuosa fotografía sin iluminación artificial ha valido a este mexicano una candidatura al Oscar. Estamos ante una bonita película, demasiado quizás para los amantes del cine más comercial. Porque a pesar de la presencia de Colin Farrell, Malick no ha hecho concesiones a los productores que sueñan con salas llenas de adolescentes devoradores de palomitas. Su protagonista femenina, la crecidita adolescente de origen peruano Q'Orianka Kilcher es una total desconocida, y el ritmo y el metraje cadenciosos.

En otras circunstancias podría ser un film para premio, pero aquí Malick, que con una vana excusa de compromisos profesionales no ha venido a defender su "Mundo" ha elegido participar con la etiqueta "Fuera de concurso". Recordemos que el autor de "Malas tierras" y "Días del cielo" prefiere ocultarse tras sus películas y dar las mínimas explicaciones posibles. De hecho la documentación de la cinta carece siquiera de una frase de su realizador, coproductor y guionista.

En las mismas circunstancias, o sea sin optar a un Oso, participaba Michel Gondry con su "The Science Of Sleep", una nueva historia peculiar de un cineasta cuya imaginación -desbordante a veces hasta el exceso- le ha creado una especial fama a partir de "Human nature". El tapatío Gael García es el protagonista casi absoluto de esta historia sobre un joven tímido que se traslada de México a Francia, país de su infancia y donde vive su madre, para asumir un prometedor empleo que luego no resulta tanto. Pero él tiene un colorista universo onírico propio, que empieza a compartir con su vecina (Charlotte Gainsbourg), de la que se enamora. Pero su problema es que esos sueños se hacen luego realidad...

Mientras Gondry, quien llegó al cine tras sus éxitos en el mundo del video-clip musical, no decepcionó a sus fans más fieles, los lectores de "Las partículas elementales", libro controvertido donde los haya, políticamente crítico, sexualmente pornógráfico, socialmente provocador, caústico, sufrieron al ver como éste queda desdibujado en su adaptación fílmica, que capitanea el exitoso productor Bernd Eichinger ("El hundimiento") y ha perpetrado Oskar Roehler, como guionista y director. Poco se encuentra de Houellebecq, y no nos referimos al explícito contenido sexual de su obra, sino incluso de su descarnada sátira social. Siempre puede resultar lícito reconstruir una historia sobre el mero armazón o la inspiración de una novela ajena, pero al menos hay que exigir que el resultado seduzca a los que desconocen el original, cosa que tampoco ha ocurrido aquí en Berlín. En el reparto, el único nombre del reparto conocido fuera por el gran público es el de Franka Potente.
© J. A. (Berlín)-NOTICINE.com
Derecho de familia

Berlin 06: George Clooney trae "glamour", simpatía y discusión política

10-II-06

Como se esperaba, la presencia del tres veces candidato al Oscar George Clooney este viernes en la segunda jornada de la 56 Berlinale atrajo toda la atención mediática, tanto por su innegable caracter estelar como por el contenido político de su película "Syriana", presentada aquí fuera de concurso. También se presentaba en el apartado paralelo Panorama "Derecho de familia", la nueva película del argentino Daniel Burman, quien no abandona la temática familiar en el seno de la comunidad judía austral. Un único título a concurso, "En soap" apenas superó el aprobado.

"Syriana" es una de esas cintas en las que es más facil simpatizar con el fondo que con la forma. Su director, Stephen Gaghan (uno de los guionistas de "Traffic") elige el esquema de los episodios entrecruzados, en un complicado tablero de ajedrez donde se entremezcla la ineficaz justicia, la corrupción político-económica, la connivencia de la CIA con las poderosas empresas petrolíferas, y el integrismo como gran beneficiario de los tejemanejes de estos grandes mercaderes sin escrúpulos. Sin embargo, la acumulación de situaciones a lo largo de dos horas de metraje acaba creando confusión en el espectador, lo que daña obviamente la rentabilidad del mensaje.

Clooney ha dicho que lo único bueno que ha generado la política estadounidense en los últimos años ha sido el posibilitar el regreso a cierto tipo de polémica y de cine político ausente desde hace tres décadas en su país. En su opinión, sería demasiado optimista pensar que películas como "Syriana" o "Buenas noches, y buena suerte" van a propiciar un viraje en la opinión pública norteamericana, pero "al menos nos dan la posibilidad de empujar en esa dirección y sobre todo plantear preguntas, porque realmente tampoco intentamos aportar respuestas".

Tampoco el atractivo y simpático actor, director, guionista y productor mira con esperanza sus posibilidades de cara al Oscar, donde por las dos películas citadas opta hasta a tres estatuillas. Clooney reconoció que todo apunta a que este será "el año de los vaqueros", aludiendo a las mayores posibilidades para la favorita, "Brokeback Mountain", de Ang Lee.

En la competición por el Oso de Oro se proyectó la cinta sueco-danesa "En soap" (que podríamos traducir como "Un culebrón"), de Pernille Fischer Christensen, protagonizada por Trine Dyrholm y David Dencik. Humor y drama se mezclan en esta cinta más o menos agradable de ver sobre la peculiar relación que se crea entre una mujer de mediana edad, propietaria de un salón de belleza, que acaba de romper con su hombre, y una vecina, que es en realidad un hombre, un travestí amante de las telenovelas norteamericanas, a la espera de su operación de cambio de sexo. Sin las rigideces del "Dogma" pero con ciertas concomitancias, "En soap" plantea la actual laxitud en los roles sexuales, no tan rígidos como en el pasado, y el triunfo en definitiva del espíritu humano por encima de las etiquetas.

"Derecho de familia", que trata un conflicto más o menos similar en el fondo a "El abrazo partido" no logra la misma contundencia, con mayor irregularidad en el tono y tres partes bien definidas de la que la central se hace algo reiterativa. El film narra como un abogado joven, hijo de otro reputado y veterano en el Derecho, con cuya trayectoria no simpatiza precisamente, ve su vida bascular al ser él mismo padre. De nuevo el argentino mezcla igualmente drama con humor. En este último apartado brilla su propio hijo, el pequeño Eloy Burman, de apabullante naturalidad.

Un cineasta, Burman, a pesar de su juventud bien conocido en Berlín, cuyo último film "El abrazo partido" participó en la competencia llevándose dos premios, esta vez ha tenido que resignarse al honor secundario de abrir el segundo apartado en importancia del festival, sin posibilidad de galardones oficiales. El prefiere verlo de manera positiva y dice que se siente algo más relajado.

El guionista, director y productor argentino contó a la prensa que en su próximo proyecto dejará las relaciones paterno-filiales para abordar la recuperación de la intimidad por una pareja madura cuando los hijos abandonan el hogar. En declaraciones a la edición diaria de Variety en la Berlinale, Burman añade que "El
nido vacio" será "un gran salto para mí". Su propósito es tenerlo todo preparado para conseguir coproducción de cara al próximo Cannes, en mayo.

También este viernes arrancó el European Film Market, que contó con la presencia oficial en su inauguración nada menos que de la flamante canciller Angela Merkel, en una clara muestra de apoyo a lo consolidación aquí de un gran mercado orientado hacia la producción continental.
© J. A. (Berlín)-NOTICINE.com
Carrie-Anne Moss

Berlín 06: Dulzón y melancólico inicio de la mano de "Snow cake"

9-II-06

Este jueves en Berlín, primer día del festival, la película no pudo estar mejor elegida o responder mejor a su título. "Snow cake" (Pastel de nieve), una coproducción anglo canadiense dirigida por Marc Evans ("Resurrection man", "La cámara secreta"), arrancaba la Berlinale en un día en el que nevó, y el film resultó... más bien pasteloso. Eso sí, el "glamour" de la gala estuvo asegurado con la presencia de Sigourney Weaver, algo sobreactuada en la pelícua, y Alan Rickman.

La acción de "Snow Cake", sobre un guión de Angela Pell, se situa en Ontario (Canadá), donde el mal adaptado británico Alex Hughes (Rickman), viaja por carrera a reencontrarse con la mujer que era madre de su fallecido hijo. En la ruta, se detiene para llevar a una autoestopista, Vivienne, joven de 19 años que se dirige a su ciudad natal, Wawa. Justo a las afueras del lugar, un gigantesco camión arremete contra el coche y la muchacha muere instantaneamente, quedando Alex ileso. Aún en estado de shock, con una segunda muerte a sus espaldas de alguien a quien apenas conocía, opta por ir a comunicar personalmente la desgracia a la madre de Vivienne, Linda Freeman (Weaver), que resulta ser autista, por lo que a pesar de ser consciente del hecho, se muestra incapaz de mostrar ninguna emoción. Alex se queda en el lugar para acudir al funeral. Así conoce a una vecina de Linda, Maggie (Carrie-Anne Moss), con la que inicia rapidamente una relación. Sin embargo, el celoso ex novia de la mujer, un policía, empieza a investigar sobre el pasado del inglés, en el que hay un gran secreto.

La acogida al film fue más bien fría. "Snow Cake" es correcta, tiene ambiciones, pero al final el sabor de boca se torna dulzón y melancólico, sin que los esfuerzos de una a ratos histriónica Weaver y un mucho más contenido Rickman logren levantar la película, que apenas fue aplaudida en la sesión de prensa.

Entre las novedades de la gala inaugural, destaca el hecho de que por primera vez el acto ha sido retransmitido en directo por televisión (ZDF/3sat). El director del certamen, Dieter Kosslick dió por abierta esta 56 Berlinale acompañado por el ministro responsable de Cultura, Bernd Neumann, el alcalde de la actual capital alemana y la presidenta del jurado, la actriz británica Charlotte Rampling. Su colega germano Heino Ferch ejercició como maestro de ceremonias, en un sencillo acto ilustrado con temas orquestales en vivo, en el impresionante Berlinale Palast de la Potsdamer Platz.

En el mismo emplazamiento, este viernes, el gran protagonista será George Clooney, quien fuera de concurso presentará su film "Syriana", de Stephen Gaghan, por el que ha logrado una nominación al Oscar.
© J. A. (Berlín)-NOTICINE.com