Robert Pattinson roba todo el protagonismo en la Berlinale

por © E. E. (Berlín)-NOTICINE.com
Pattinson, en Berlín


El actor británico Robert Pattinson, famoso por su papel de Edward Cullen en "La saga Crepúsculo", fue este viernes no sólo el gran protagonista del día, sino casi casi de toda la Berlinale, al haber llenado como nadie de informadores la sala de prensa, y los alrededores de la alfombra roja del Berlinale Palast con un público nada habitual en este certamen: vociferantes y entregadas adolescentes. "Rob" no logró -eso sí- seducir para nada a la crítica con su película presentada fuera de concurso, como estreno mundial, una floja "Bel ami" en la que el intérprete parece seguir haciendo su inexpresivo personaje vampírico. Casi nadie se acordó de que hoy acababa la competencia con un sólo título -pero bastante demoledor- el canadiense "Rebelle", de Kim Nguyen.

Sin duda, el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, jugó muy bien sus cartas para tener esta película en primicia aquí, a pesar de su más que discutible calidad, porque sabía que con una competencia prácticamente desprovista de estrellas, había que esforzarse en los "fuera de concurso" para compensar. Y sin duda con Pattinson ha tenido lo que buscaba, una explosión de interés mediático.

Luciendo el look rapado de su último trabajo, el "Cosmopolis" de David Cronenberg, el astro británico se enfrentó a los medios internacionales con timidez y pocas palabras, no mucho más allá de la inexpresividad que muestra en su papel del joven y atractivo buscavidas que asciende en la escala social del París del XIX gracias a su buena mano con las mujeres.

Una de las varias que se lleva a la cama en la película, Christinna Ricci, acompañó a "Rob" a la capital alemana, y para tener su pequeña parcela ante los focos, lució un escote de infarto. Con los fotógrafos le funcionó, pero en la rueda de prensa prácticamente nadie la hizo caso. Todas las preguntas eran para él.

¿Y qué dijo? Poca cosa. Que estaba encantado con la fidelidad de sus "fans", que constató llega más allá de la saga que le ha hecho famoso (aunque luego sus "otras" películas no den ni de lejos el dinero de "Crepúsculo"), y añadió que "es muy bonito" que sean tan "decididas".

Pattinson justificó la falta de emociones de su personaje, el exmilitar seductor de "Bel ami", en que -como los asesinos psicópatas- es incapaz de sentir empatía por las mujeres a las que conquista, aunque no por ello deja de tener "un lado bueno", como Ed Cullen en sus otras películas.

Respecto de la posibilidad de retomar ese personaje de vampiro en una posible secuela que estaría escribiendo la autora de toda la saga, Stephenie Meyer, comentó que lo veía muy dificil, porque para cuando se rodara la historia el estaría "demasiado mayor" para volver a ser un vampiro adolescente (cuando como se sabe los chupadores de sangre no envejecen y son eternos, salvo que les claven una estaca o se los coman los hombres lobo).

Por su parte, la casi ignorada Ricci ironizó con su "muy romantica e intima" escena de cama con Pattinson en "Bel ami": "Sólo había alrededor cien personas mirando, en un decorado sin techo".

Y volviendo a temas más serios, acabó este viernes el concurso por el Oso de Oro con un descarnado drama sobre los niños soldado, el film canadiense del cineasta de origen vietnamita Kim Nguyen, "Rebelle" (Rebelde). En él narra la historia de una niña de doce años que es raptada por un grupo rebelde en un no citado país africano, tras obligarla a matar ella misma a sus padres. Milagrosamente salvada de convertirse en servidora sexual de sus compañeros de armas, al atribuirle poderes mágicos, consigue por fin huir en compañía de su único amigo en el infierno, otro muchacho también capturado, albino (y por tanto también respetado) pero es finalmente reencontrada por sus captores... Y así sigue la trágica historia de Komona, aunque al final Nguyen tenga el detalle -después de tanta atrocidad- de regalarnos un final casi feliz. No muestra la misma generosidad a la hora de controlar sus ínfulas líricas y las escenas mágicas que rompen el realismo descarnado del resto de su film, y quedan como metidas con calzador.  

Con "Rebelle" se llegó al "Rien ne va plus". Según los recuentos de críticos publicados por algunos medios, las favoritas serían la alemana "Barbara", de Christian Petzold; la portuguesa "Tabu", del portugués Miguel Gomes, y la suiza "L'enfant d'en Haut", de Ursula Meier.

El jurado, que preside Mike Leigh, dará a conocer su fallo a última hora de la tarde de este sábado.

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