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Hablamos con César Augusto Acevedo, premiado en Cannes por "La tierra y la sombra"

por © Carolina G.Guerrero (Cannes)-NOTICINE.com
César Augusto Acevedo (A. Sanmartín)
Tres son los galardones de jurados paralelos que ha recibido este jueves en Cannes la película colombiana "La tierra y la sombra", opera prima de César Augusto Acevedo, a su paso por la sección Semana de la Crítica del Festival de Cannes, la misma donde el jurado oficial premió a otra cinta iberoamericana, la argentina "Paulina / La Patota", de Santiago Mitre. Coproducida por Colombia, Holanda, Francia y Brasil, la colombiana está protagonizada por actores naturales de la región donde se filmó, Valle del Cauca y Cauca. NOTICINE.com tuvo la oportunidad de entrevistar al feliz Acevedo.

- ¿Qué es "La tierra y la sombra"?
Es la historia de una familia que intenta reparar los frágiles lazos que los unen, antes de tener que separarse por  culpa del poder avasallador del progreso que lo rodea. Es una película que habla de lo difícil que es mantenernos unidos a las personas que más amamos, pero también del valor, la lucha y la resistencia de los hombres del campo.

- Llama la atención que haya podido conseguir ayuda de Holanda, de Francia y Brasil, para una cinta tan colombiana como esta ¿Cómo ha sido el proceso?
Sí, es una película muy arraigada en nuestra cultura, en lo que hemos vivido en esa región, pero es muy curioso, porque yo creo que son temas que nos tocan a todos como seres humanos, seamos de donde seamos, el tema de la familia y lo difícil que es mantener esos lazos con los que amamos. Pero también el sentido de arraigo de identidad  que en todas partes se vive esa fatalidad del progreso y el olvido y ha sido muy bello comprobar que la gente se emociona con la película y la entiende, y la siente sin conocer el contexto social y político de Colombia.

- ¿Y por qué eligió un tema rural para comenzar con su trabajo de director?
Bueno, esta es una película que nació de un dolor personal. Fue en un momento que mi madre murió y mi papá era un fantasma, como que esta película fue una forma de hacerle frente al olvido, de volver a las personas que más amaba. Pero como mis orígenes también están en la geografía de esa región, yo quise visibilizar esos problemas sociales que han sido legitimados a los ojos de la historia por el progreso, que son como el desplazamiento, la pobreza, las enfermedades; fue algo que aprendí desde muy pequeño cuando viajaba con mi padre en el automóvil  porque veíamos paisajes separado por una ventana del tiempo y el espacio, como el solo veía su antiguo hogar, su escuela, los cultivos que habían y a mí solo me tocó caña de azúcar. Así que fue como desde muy pequeño comprender que yo heredé ese sentimiento de pérdida y todo lo que se perdió.

- ¿Por qué decidió trabajar con actores naturales en vez de profesionales?

No fue una elección que yo decidiera desde el principio. Quería trabajar con actores profesionales, debido a la carga dramática de la película, pero en Colombia no encontré el casting apropiado, ya que no era solo un tema de características, sino que al ser una película sobre personas del campo, era muy importante la verdad, el cuerpo, como las huellas del trabajo en la manos, el sol que quemó su rostros, así que la única opción fue hacer un casting gigante en toda la región. Al final solo hay una persona profesional que es Esperanza, la mujer joven. La señora mayor hizo teatro muchos años, pero no habían tenido experiencia actuando y los corteros de cañas son los mismos que representan sus vidas. Lo que sí hicimos fue trabajar cinco semanas antes del rodaje con Fátima Toledo, que es una preparadora de actores de Brasil, ella hizo la preparación de la “Jaula de oro”, “Ciudad de dios”, “Sopa elite”. No les dimos el guión a los actores ni ensayamos muchas escenas. El método de ella consiste en despertar la memoría sensorial que llevamos dentro, eso de que las personas sean conscientes de sus emociones y puedan conectarse  fácil con ellos para poder brindársela a sus personajes. Así que terminamos la preparación, Fátima se fue y en el rodaje yo lo que hacía era buscar conexiones entre episodio de las vidas de ellos y lo que pasaba en las escenas.

- ¿Cómo se siente debutando en el festival más grande del mundo, y llevándose tres premios?
Yo no hice la película teniendo como meta eso. Esta película era una necesidad, me ayudo a vivir, era lo que yo necesitaba sacarme de adentro. Pero igual estar acá y que la película haya gustado pues para mí y todo el equipo es un honor porque fueron muchos años de trabajo y es un bello reconocimiento a la historia y a los temas que queríamos compartir con la gente. Y la gente ha recibido la película de una forma maravillosa, es muy emotiva y he visto mucha gente llorando y que salen muy golpeadas por lo que se vive dentro del cine.

- ¿Cree que el cine colombiano está de moda, porque está participando en muchos festivales? ¿Las películas creadas últimamente son exportables?
Lo mas importante en este momento es que el cine colombiano está mirando hacia dentro, partiendo de su identidad de conocernos y eso igual hace muy atractivo nuestra película para otras personas porque están viendo algo nuevo, está todavía en proceso pero es como que ahí está la fuerza, cada país tiene su boom en cierto momento pero lo importante es aprovecharlo y ser consciente de que hay que seguir trabajando. Obvio, como en todos, en nuestros países los públicos no responden tan bien, pero hay muchos factores ahí implicados. Yo creo que el más importante es que como espectadores nos han quitado la posibilidad de pensar, de emocionarnos, como que sólo nos piden que nos entretenguemos, que nos llenemos la barriga de crispetas, y nos han quitado una parte muy importante de nuestras vidas y compartir con los demás. Así que hay que trabajar en recuperar esa fe en el cine.

- Esta es una película de sentimientos profundos, y compleja de contenido. ¿Cree que las personas lograrán entender del todo la trama?
Sí, yo creo que es una película muy compleja en muchos niveles, a pesar de ser muy sencilla en su forma, pero lo importante es que está cargada de emociones y que a pesar de que no está basado en la palabras sino en la atmosfera que se crea, la gente se identifica mucho y entiende que no  solo un encierro físico al que están sometidos, sino un encierro emocional porque todos lo hemos vivido. Ha sido muy bello como la gente entiende la forma de la película, sus tiempos y espacialidad porque son personajes que no pueden conectarse y que están obligados a compartir. Es muy lindo ver esa distancia entre los cuerpos y los sentimientos y como se develan esas pasiones.

- ¿Tiene algún proyecto ya en mente?
Sí, estoy escribiendo mi segunda película, pues tiene que ver con la violencia en mi país, como nos ha insensibilizado pues como sociedad, parece que solo nos uniera la indiferencia. No quiero hacer una película que haga una apología a esa violencia, sino contarla desde el punto de vista de los muertos que no tuvieron la oportunidad de contar qué pasó. Es el camino al cielo de dos fantasmas reconstruyendo su historia de violencia, porque me interesa reflexionar sobre como las guerras destruyen no solo los cuerpos sino los espíritus.

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