Crítica: "Fuga de la Patagonia", entretenida lección de historia

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"Fuga de la Patagonia"
Por Edurne Sarriegui    

Los argentinos Javier Zevallos y Francisco D´Eufemia estrenan su primera ficción con guion del primero de ellos basada en un relato del diario de Francisco Pascasio Moreno, más conocido como el Perito Moreno. "Fuga de la Patagonia" (2016) es más una película de aventuras que una película histórica y le pone cuerpo al   personaje recordado como científico, cartógrafo, explorador y filántropo.

Durante la segunda mitad del siglo XIX  la Patagonia era un inmenso territorio apenas conocido. La visión de algunos hombres impulsó diversos viajes de exploración al mando de Francisco Moreno. Durante esos viajes, Moreno trazó los mapas que servirían más adelante para establecer los límites entre Chile y Argentina y se relacionó de manera estrecha con los pueblos originarios de la zona.

La película narra un episodio que aconteció en el año 1879, cuando las buenas relaciones que el Perito (Pablo Ragoni) mantenía con el cacique Sayhueque - que le habían llevado a apadrinar al hijo de éste, Francisco (Gustavo Rodriguez) -  no alcanzan para limar las asperezas entre el gobierno de Buenos Aires y Sayhueque y su consejo tribal. Como consecuencia de ello, Francisco Moreno y sus acompañantes de la expedición, son acusados de trabajar como espías del gobierno argentino y son condenados a muerte por el cacique. Ahí se inicia la huida de los expedicionarios buscando refugio en un fortín a varios días de camino mientras el hijo del cacique recibe el mandato de su padre de perseguirlos y matarlos.

Ante la necesidad de sobrevivir, el científico y sus dos acompañantes emprenden la fuga a través de los bellísimos paisajes patagónicos precordilleranos descendiendo por ríos bravos en balsa, a caballo o caminando, juntos por momentos, a veces separados, siempre con el indio pisándoles los talones. En esa Patagonia sin gobierno y sin ley hay también lugar para asaltantes  que asolaban los caminos sin piedad hacia los viajeros y soldados desertores.

La cinta sigue los parámetros de las películas de aventuras en territorios salvajes, alternando la perspectiva del hombre blanco con la del indio, aportando la visión de Francisco Moreno y la de Francisco Sayhueque sobre la futura convivencia de dos culturas y dos cosmovisiones tan disímiles.

La fotografía saca partido extremo del paisaje sureño que transita desde los verdes bosques hasta la llanura esteparia.

"Fuga de la Patagonia" resulta entretenida. Es un buen intento del cine argentino en un género muy poco transitado por éste. Es cierto que le falta la fuerza de este tipo de producciones a la que Hollywood nos tiene acostumbrados pero esto se ve compensado con la presencia más humanizada que la que presentan los libros de texto de un personaje local y con la idea de que la Patagonia fue una vez un territorio desconocido y hostil que despertó la curiosidad de hombres intrépidos y valientes.