Bárbara Lennie y Susi Sánchez, protagonistas de "La enfermedad del domingo", comparten su experiencia berlinesa

por © Jon Apaolaza (Berlín)-NOTICINE.com
Bárbara Lennie y Susi Sánchez
"La enfermedad del domingo", con permiso de la ganadora del Goya y ya de sobra conocida, "La librería", que se programó en Berlinale Special, es la principal apuesta del cine español en la 68 edición del Festival de Berlín. Dirigido por el malagueño Ramón Salazar, este drama materno filial se sustenta en las interpretaciones de sus protagonistas, la hispano-argentina Bárbara Lennie y Susi Sánchez, hija abandonada y madre huída en la ficción. NOTICINE.com habló con ellas en esta entrevista exclusiva.

- Háblenme de sus personajes.
Susi Sánchez: Bueno, mi personaje es Anabel, la madre. Y es una mujer que vive en un mundo muy elitista, con mucho poder, que preserva muchísimo su imagen y es muy ambiciosa. Pero en su pasado hubo un error que cometió, abandonó a su hija cuando tenía ocho años. Y esa hija, al cabo de 32 años vuelve a aparecer en su vida y le pide pasar 10 días juntas. Entonces la película es un poco lo que sucede durante esos días entre los dos personajes.
Bárbara Lennie: Yo interpreto a Kiara, que es la hija de Anabel, y que es todo lo contrario a lo que acaba de decir Susi. Es una mujer que vive bastante aislada en una casa en el bosque, que ha tenido una vida, a partir de este abandono, un tanto complicada. Es una especie de superviviente. Un animal. Yo la veo más como una mujer de la naturaleza que de la sociedad. Muy marcada por ese abandono, muy herida, y a la vez fuerte porque ha sobrevivido, digamos. Que está un poco pasada de rosca, se toma la vida con cierta ironía, porque digamos que, espiritualmente, está más en otro lado que en la propia realidad.

- Es la de "La enfermedad del domingo" una historia de reproches en unas circunstancias no muy comunes. ¿De dónde sacaron los mimbres para interpretar a estos personajes?
Bárbara Lennie: Bueno yo, curiosamente, a mi alrededor tengo amigos, no con madres ausentes, pero si con padres que, como decía antes Susi, a priori parece como más normal, ¿no? Los hombres que abandonan los hogares. Esto está en la historia de la humanidad. Y hay casos de todo. Claro que creo que uno puede no necesitar, porque haga un trabajo personal, ese reencuentro. Pero que, íntimamente, te vertebra de una manera en la que es muy complicado seguir adelante si no lo enfrentas de una manera o de otra. Si que creo que hay algo instintivo en la búsqueda de la identidad, porque al final los padres, para bien o para mal, conforman tu identidad, y otras cosas. Pero es importante.
Susi Sánchez: En gran parte, Ramón me ayudó muchísimo y me regaló un libro que se llamaba "Mujeres arrepentidas", que es un libro está escrito por una mujer israelí, y que habla, precisamente, de casos de mujeres que han sido madres y que con el tiempo han visto frustrado su camino en la vida, su camino personal e individual, a causa de haber tenido hijos y de haberse dedicado, a partir de ahí, exclusivamente a la familia. No quita esto para que las madres quieran a sus hijos, pero sí que es verdad que hay mujeres que se arrepienten de esto. Lo que más nos costó fue encontrar cual era la raíz profunda de esta mujer para hacer lo que hizo. Yo creo que es una mujer con mucha dificultad de contactar con su propio instinto, con el instinto que también tiene que ver con la maternidad. De hecho, luego tiene también otra hija, con una familia nueva que crea, y que tampoco sabe como tratarla. No tiene el instinto maternal desarrollado. Entonces es necesario el reencuentro que se da con ella (su hija) para ver qué pasa con esa parte de ella.

- Desde niños nos educan, nos enseñan matemáticas, lengua, historia, geografía... pero nadie nos enseña relaciones humanas, cómo tratar a una pareja o cómo relacionarnos con nuestro hijos y padres. Usando un término interpretativo... todo es improvisación, ¿no creen?
B.L.: Yo creo que gran parte de la vida es una improvisación, a veces más torpe y a veces menos torpe, pero uno va encontrándose con millones de situaciones que nadie te las explica. Y yo creo que la maternidad es una de ellas, y que es fundamental. Imagino que la paternidad también, pero desde yo, mujer, es como que dices: ostias, es que a mi nadie me ha contado como es esto… Pero cuando me fui a vivir sola también pensé lo mismo, y cuando tuve mi primera relación… O sea que, ahí la vida, para bien o para mal… y yo creo que está bien, porque como te lo explican. Puedes tener la gran suerte de tener gente a tu alrededor que pueda compartir su experiencia, pero al final, la vida es una experiencia individual que uno se va construyendo de la mejor manera posible. La película también tiene eso, que a mi me gusta mucho, que juega con la torpeza. Es una película donde todo el rato Ramón decía: no, bueno, esto, a priori, tendría que ser una escena en la que ellas dos se reencuentran y se dicen las cosas, y no son capaces. Porque en la vida uno no es… no es tan fácil nada. Y hay un gran intento de salir delante de las situaciones, pero con toda la incertidumbre que genera eso. Y jugábamos mucho con ese sentido, con el desconcierto.
S.S.: A parte, la película tiene muy pocos diálogos, y los diálogos, él (Ramón) los usa, en muchos casos, como una excusa para un intento de comunicación, porque ni siquiera se están diciendo lo que realmente sienten, tienen dificultad para contactar con lo que realmente sienten, al menos en el arranque, en el principio. El personaje de ella (Bárbara), de la hija, ayuda mucho a la madre porque, inevitablemente, le empieza a arrancar las máscaras que se ha creado. Y es ahí, la hija, donde, de alguna forma, está reeducando a la madre, no al revés. Es decir, le está dando una educación que la madre nunca le pudo dar.

- ¿Qué tal lo pasan en Berlín?
B.L.: Acabamos de llegar, pero por ahora estamos, y creo que seguiremos así, felices de estar aquí, de que se vea la película en este entorno, de disfrutarlo y de compartirla. Es la primera que la compartimos en público. Es muy excitante.
S.S.: Yo estoy muy emocionada de ver a tanta gente, estos espacios, no conocía el festival y es muy impresionante, la verdad. Muy contenta.