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Hablamos con Jayro Bustamante sobre el estreno en Berlín de "Temblores"

por © Jon Apaolaza (Berlín)-NOTICINE.com
Jayro Bustamante
El Festival de Berlín fue el punto de partida de la exitosa carrera inicial del cineasta guatemalteco Jayro Bustamante con "Ixcanul". Además de ganar el premio Alfred Bauer a la obra más innovadora, esta opera prima fue una de las más elogiadas en la edición del certamen alemán correspondiente al año 2015. Cuatro años después, el guionista y realizador centroamericano volvió a la Berlinale con su siguiente largometraje, "Temblores", que pese a su diferente ubicación y ambientación social -confiesa en este entrevista exclusiva con NOTICINE.com- mantiene muchos concomitancias con su opera prima.

- ¿Qué cuenta en ”Temblores”?
Es una película que habla de represión y de opresión, y que describe también una sociedad en un país en la que el Estado no te propone nada como individuo, por lo que lo único que te queda es ser parte de una Comunidad y esas comunidades tienen precios que tienes que pagar cuando formas partes de ellas. Entonces hablamos de una comunidad extremadamente religiosa en la que la gente tiene que seguir esas reglas. Es una película que habla del amor, pero es una película en la que los personajes no practican el amor porque no saben cómo, lo único que saben es seguir las reglas que les prometen seguramente una salvación divina.

- Parece que en Centroamérica y en muchos otros países de América Latina las confesiones evangélicas le están comiendo el terreno al tradicional catolicismo...
No sé en Centroamérica exactamente como es la historia, pero en Guatemala fue un movimiento político, fue una decisión política, en la que se decidió poner a la Iglesia Evangélica en el poder confabulada con los militares y su actividad política, y esto pasó en los 80. A partir de ahí estamos viviendo lo que significa una dictadura y lo que queda de ella. Hemos vivido una dictadura y estamos tratando de salir de ahí pero el poder, la religión y las armas juntas han encontrado ese balance que les conviene mucho a ambas.

- En su mismo apartado, Panorama, hay una segunda película latinoamericana, la brasileña "Amor divino", que trata también de la influencia de una de esas religiones evangélicas en las relaciones amorosas personales. ¿Es casualidad o considera que hay una preocupación general sobre estas intervenciones de los credos en las decisiones vitales personales?
No sé... Seguramente debe haber una especie de nube ahí donde las ideas globales van tocándonos a todos las ganas de hablar, pero creo que luego son como problemas humanos, ¿No? Entonces es muy bonito que también hay una película china aquí en Berlín que habla un poco de eso ahora mismo en Panorama. Y yo creo que sobre todo hay un real problema que es un problema social mucho más grande que lo que puede ser el problema de la homofobia, y es el problema del machismo. Pienso que si la sociedad como tal se pusiese a resolver este problema de machismo todos los otros caerían por su propio peso.

- Su opera prima, "Ixcanul", estuvo en la competencia oficial y ganó un premio importante. Ahora se ha visto relegado a un apartado paralelo, Panorama. ¿Le dolió esta especie de degradación?
No, me molesta más que sea un tema, ¿Me entiendes? Porque yo creo que hay muchas películas en el mundo que no van a ningún festival y la Berlinale es un espacio realmente muy grato y es una plataforma muy muy importante... Entonces estar en la Berlinale es para mi hiperimportante, y me parece que la selección del Panorama es una selección muy linda, construida de una manera muy bonita y me gusta mucha la selección que tiene este año. Entonces, no, no, empecé a darme cuenta de eso cuando me empezaron a hacer la pregunta.

- La Berlinale ha sido su festival, el que le lanzó. ¿Cómo definiría este evento?
Aparte de estrenar "Ixcanul", mi opera prima, vine luego como jurado un año. Por eso se puede decir que conocí un poco más el tras bambalinas del festival, y me parece que hay una cosa importantísima para las películas que vienen acá y es un poco esto que estamos haciendo ¿No? Es la plataforma de la prensa. Cuánto la prensa está implicada, cuánto la prensa conoce los temas de los que está hablando y el tiempo que la prensa tiene, que eso también es importante porque en otros festivales la prensa igual está implicada pero tiene mucho menos tiempo de lo que acá se nos concede.

- Hábleme de la acogida que ha tenido "Temblores" estos días acá en Berlín.
Bueno, estamos en los primeros pases... La noche de la première tuvimod ls sala llena, una sala hermosa aparte, y luego yo como director tengo esa parte del ego que te da mucho placer, cuando la gente se ríe donde tu esperabas que se rieran, y la gente se pone emocionada ahí donde tu esperabas que se emocionaran... Entonces esa noche fue una muy linda proyección, y al día siguiente tuve otra proyección por la mañana en la que me sorprendí que la sala a las nueve de la mañana estuviera llena, y que tanta gente se quedara después preguntarnos cosas... Fue una linda experiencia.

- ¿Qué le interesaba más a la gente de "Temblores"?
La verdad es que hablamos mucho. Yo creo que lo que más sorprende es que no creen que lo que la película cuenta sea real o piensan que lo que la película cuenta es de otra época, y entiendo completamente el sentimiento, porque cuando yo empecé la investigación también pensé que eso no era real y me tocó dejar muchas cosas fuera, cosas que había investigado porque dije “la audiencia no lo va a creer". Y luego una Iglesia que proponía uno de estos tratamientos me contó de manera bastante orgullosa: “Pero nosotros ya no hacemos electroshocks”, entonces sigue siendo una cosa súper actual.

- Usted ha contado que fue a hacer uno de esos tratamientos "evangelistas" para curar la homosexualidad...
Sí, trate de hacer uno, hice una terapia corta, bueno las terapias pueden, aparte son muy caras ¿No? Entonces depende de cuánto pagas para que el Señor te pueda salvar... Pero luego también fui a muchos coloquios y a muchas charlas y seguí a numerosos líderes religiosos, no solo evangelistas, porque esto también me sorprendió mucho. Hay una gran parte de la Iglesia Católica en mi país que sigue con el tema y que aparte llaman La Trinidad del Mal a los anticonceptivos, la homosexualidad y el aborto. Entonces encuentran en estas tres cosas a la Trinidad del Mal porque va en contra de crear, digamos que son tres focos en donde no hay concepción de niños y eso lo llaman el acto contra los fieles de Dios. Creen que ya no estamos creando gente que pueda seguir a Dios, y ahí fue cuando me descubrieron, porque me había vuelto medio famoso con mi película pasada y entonces empezaron a hablar de traidores y de Anticristo y tuvimos que salirnos. Igual uno crece mucho pero se sufre mucho porque no logro entender un odio ante alguien solo por ser, ser humano.

- Luego de "Ixcanul", usted empezó a trabajar en un documental de temática deportiva. ¿Por qué esa incursión antes de hacer su segunda cinta de ficción?
En realidad es un documental que estoy haciendo, que sigo haciendo, porque aún no lo he terminado. Se trata de un documental sobre el único medallista olímpico de Guatemala, y me interesa mucho porque es un país que no tiene iconos propios. Por tanto estoy siguiendo los iconos que ya existen para darles más luz y toma mucho tiempo, porque un medallista olímpico que sigue activo tiene una agenda muy ocupada, entonces cada vez que puedo tener un día de él avanzo un poquito más, pero aún seguimos rodando.



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