La cineasta catalana Isabel Coixet fue la encargada de inaugurar el sábado la 65 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid con su última película "Nieva en Benidorm", protagonizada por Timothy Spall y Sarita Choudhury, acompañados por los intérpretes españoles Pedro Casablanc, Ana Torrent, Carmen Machi y por el colombiano Edgar Vittorino. La directora, que también abrió la SEMINCI en 2017 con "La librería", recibió en la gala de apertura la primera de las seis Espigas de Honor que otorga este año el certamen castellano. El festival, que ya había adoptado todas las medidas de seguridad frente a la COVID-19 necesarias dada la situación, ha tenido que adaptarse a última hora al toque de queda impuesto por las autoridades sanitarias debido al aumento de casos en la región.

"Nieva en Benidorm" narra la historia de Peter Riordan, un hombre solitario, maniático y metódico, obsesionado con los fenómenos meteorológicos. Inesperadamente, en el banco de Manchester donde trabaja le jubilan de manera forzosa por lo que decide viajar a Benidorm a visitar a su hermano Daniel, con el que no se encuentra desde hace años. Allí, además de descubrir que su hermano ha desaparecido, conocerá a Alex, su socia, una mujer misteriosa que ejerce un fuerte poder de atracción sobre él y que le ayudará en la búsqueda de Daniel. La vida de Benidorm y los nuevos fenómenos atmosféricos que descubre en la ciudad española descolocan a Peter y le abren un mundo nuevo donde que no está seguro de poder encajar.

En el encuentro con la prensa, Isabel Coixet se mostró muy agradecida al festival por elegir de nuevo uno de sus largometrajes para la apertura: "Valladolid siempre me ha ayudado y apoyado, noto que aquí hay una conexión con mis películas y eso es fundamental". Con su nuevo trabajo, que participa fuera de concurso en la Sección Oficial, la cineasta abre por segunda vez la SEMINCI, como ya hizo en 2017 con "La Librería", largometraje premiado en 2018 con tres premios Goya: a mejor película, mejor dirección y mejor guión adaptado. También en 2015 clausuró el festival con "Nadie quiere la noche", además de haber participado en otras ocasiones como conferenciante o jurado. Coixet califica su nueva cinta como "un parque temático de mis obsesiones que se suma al parque temático que es Benidorm en sí, pero, por encima de todo, es una historia de amor que tiene ecos de `La librería´"

Agustín Almodóvar, que produce el film junto a su hermano Pedro y Esther García, de la mano de El Deseo, quiso acompañar a la realizadora en el estreno mundial de su último largometraje y recalcó que "es un gusto trabajar con ella, nos cuenta cosas sorprendentes y originales. Desde el punto de vista de la producción es una maravilla rodar con ella". Los actores Sarita Choudhury, Pedro Casablanc y Edgar Vittorino también arroparon a la directora en el encuentro y se deshicieron en elogios hacia ella. "El hecho de que lo propusiera Isabel ya era un sí", afirmaba Choudhury, que no se lo pensó dos veces cuando le propuso trabajar con ella. "Que a mí que me llamaran de El Deseo para una película de Isabel Coixet después de haber colaborado en 'Dolor y Gloria' me produjo la mayor ilusión del mundo. Afronté el papel con alegría y una tremenda ilusión", explicaba Casablanc.

Las restricciones implantadas ante la crisis sanitaria que estamos viviendo no han conseguido empañar las ganas de festival que se respiran en Valladolid. Se trata de una edición más triste que las anteriores, pues la reducción de aforos al 30% en las salas, además de necesaria, deja una sensación fría en las proyecciones. Javier Angulo, director de la SEMINCI, presente en este primer encuentro con la prensa, ha querido agradecer al público, que ha agotado las entradas de prácticamente todas las sesiones, su apoyo y su compromiso con esta nueva edición: "Tenemos muy claro que estamos aquí y vamos a hacer el festival porque es necesario que la gente consuma cine en salas más que nunca", explicaba. También agradecía la presencia de los medios y del equipo de la película que se han acercado a Valladolid "superando miedos e incertidumbres".

La SEMINCI arranca un año más, pero esta vez condicionada por la reducción de la cantidad de películas participantes, del número de sesiones de proyección, así como limitaciones de aforo en salas, la cancelación de eventos, el uso obligatorio de mascarilla y la higiene constante de manos. Además, ha tenido que realizar una reprogramación en los horarios de todas las sesiones de tarde, incluido el adelanto de las galas de apertura y cierre, para guardar el toque de queda decretado por la Junta de Castilla y León que tiene lugar a diario entre las diez de la noche y las seis de la mañana. Todas estas restricciones no han impedido que la organización apueste por seguir adelante con el certamen y ofrecer de nuevo un festival completo y de calidad.

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