El reconocido cineasta peruano Francisco Lombardi recibe un homenaje en el híbrido Festival de Cine de Guadalajara, donde dictó la Clase Magistral "Diálogos de industria: Una vida de hacer cine Francisco Lombardi", en el Conjunto Santander de Artes Escénicas. El autor de "La ciudad y los perros", "La boca del lobo" y "Pantaleón y las visitadoras dijo que "se me ha vinculado con hacer cine político, pero solo trato de contextualizar una historia, o en algunos casos adaptar novelas".

Y no es para menos, pues en las películas, Lombardi deja clara la huella que la literatura ha dejado en su trayectoria con el séptimo arte. "La ciudad de los perros", es un descubrimiento literario que describe a la perfección todos los detalles de la historia, desde las calles hasta la vida de cada uno de sus personajes. Además, recalcó que el género ha de ser fiel a sí mismo y crear un propósito, sin perder la "capacidad de convocar públicos y expresar la inquietud del autor".

 "La nueva forma de realizar historias me marcó para crear ficciones vinculadas con representar la sociedad de mi país. Ganamos en Cannes, y San Sebastián, lo que llevó a que me contrataran de la televisión española, teniendo la suerte de darle continuidad a mi trabajo fílmico", relató Lombardi. Apelando a que su objetivo es conseguir conectar al público con la emoción y la sensibilidad de la cinta.

"Crecí con el cine de Hollywood que hacía buenas películas, que comunicaban, por ello en ‘La boca del lobo’ me empujó a mostrar una historia real, que pudiéramos enriquecer y conseguir cierta concienciación entre el público. Lo cierto es que causó impacto, fue motivo de grandes polémicas porque habla sobre los abusos de las fuerzas armadas y el movimiento Sendero Luminoso frente a los campesinos", y lo mismo contó de "Caído del cielo", un film de temática sobre fantasía que también lo conforma con críticas al sistema.

Por último, cerraba su intervención hablando sobre el futuro del cine latinoamericano: "Lo que se vive en estos momentos es preocupante, sobre todo si lo comparamos con Hollywood. En Francia, la industria ha logrado encontrar nuevas formas de hacer cine, atractivas para el público. Nosotros estamos limitados a la distribución, y la cartelera. Y eso que hacer cine a día de hoy es más fácil, se puede utilizar una cámara de 1500 dólares, editarla en casa, y hacer el rodaje con poca gente. Incluso es más democrático. Pero considerar una buena película es algo mágico, y esa magia no existe todos los días, ni es para todos, hacer una película es un poco de magia, y como todo arte, no es fácil alcanzar gran nivel".

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