Las coproducciones y el género documental acaparan buena parte de la tradicionalmente amplia sección Panorama del Festival de Berlín, que este año queda reducida a menos de 20 títulos, de los cuales tres tienen participación iberoamericana, de México, España y Brasil. También este miércoles, el certamen de la capital alemana ha anunciado las integrantes de su apartado Encounters, que contará con una coproducción centroeuropea con la Argentina.

Opera prima de Carlos Alfonso Corral, rodada en blanco y negro, a uno y otro lado de una ciudad fronteriza llamada El Paso en el norte y Ciudad Juárez en México, el documental "Dirty Feathers" sigue a personas sin hogar constreñidas a vivir en la calle, donde la cámara de Corral captura su vida cotidiana, sus esperanzas y su fe.

Por su parte, con una pequeña parte filmada en Barcelona (lo que justifica la coproducción), "Miguel's War", de la libanesa Eliane Raheb, es un documental sobre un libanés en la cincuentena, homosexual y masoquista, que se autoexilió en España y regresa, más de tres décadas después a su país, para confrontar los fantasmas del pasado. Alemania también coproduce este trabajo.

En poderosas imágenes, alternando entre el documental puro y la escenificación, el brasileño Luiz Bolognesi muestra en "A Última Floresta" la realidad de la comunidad indígena de los Yanomami, que intenta sobrevivir al acoso de la civilización y contempla como se liquida la selva amazónica que siempre ha sido su hogar.

Ya en el apartado competitivo Encounters, creado por el nuevo equipo directivo de la Berlinale el año pasado, encontramos la única de las cintas de ficción con participación hispana anunciada ahora, "Azor", del suizo Andreas Fontana, quien viaja a la Argentina de hace cuatro décadas, en plena dictadura militar, con la ayuda como guionista del argentino Mariano Llinás. Yvan De Wiel, banquero privado de Ginebra, llega al país austral para reemplazar a su pareja, objeto de los rumores más preocupantes, que desapareció de la noche a la mañana. Entre salones silenciosos, piscinas y jardines vigilados, un duelo a distancia entre dos banqueros que, a pesar de métodos diferentes, son cómplices de una forma de colonización discreta y despiadada.

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