22-IX-04

Con la coincidencia este miércoles de una cinta a concurso sobre uno de los últimos atentados sangrientes en Irlanda del Norte, el que protagonizó el llamado Ira Auténtico en Omagh, en 1998, con casi tres decenas de muertos, entre ellos algún turista español, y del documental producido por Elías Querejeta "Perseguidos", de Eterio Ortega Santillana, sobre los concejales vascos obligados a vivir permanentemente escoltados y con la espada de Damocles de las amenazas de muerte de ETA, el terrorismo europeo ha sido protagonista en el Festival de San Sebastián, donde otras dos cintas más participaron en la competencia, la argentina "El cielito" y la coreana "Geo-Mi-Soop" (El bosque de la araña), con especial buena acogida a esta última.

"Omagh ha sido un intento de entender los hechos políticos a través de las personas. No sé si esto sea lo ideal en el cine, y si los documentalistas, los investigadores de televisión, podrían explicarlo mejor, nosotros lo hemos intentado", decía Pete Travis a los periodistas sobre su film "Omagh", que reivindica por encima de cualquier interpretación o condicionante político el dólor de unas víctimas siempre inocentes, siempre injustamente asesinadas por individuos que dicen defender unas ideas.

Travis estuvo acompañado por Michael Gallagher, quien inspiró el personaje central de su cinta. "España ha hecho mucho en la lucha por el terrorismo y el País Vasco ha sufrido como cualquier otro país con este conflicto terrorista, igual que Irlanda del Norte, donde ha habido mucho dolor. Por eso tenemos que apoyarnos. Esta película quiere dar a la gente que sale del cine un mensaje de esperanza, hacerles sentir que no son personas insignificantes. El filme quiere dar esperanza a todas las víctimas del terrorismo, sean del lugar que sean, ya sea Madrid, Nueva York, Bali o Rusia, y decirles a la gente corriente que puede retar a los políticos hasta dar con la verdad", afirmaba el padre de uno de los asesinados por el terrorismo norirlandés.

Tanto "Omagh" como las otras dos contendientes del día fueron previamente estrenadas en el no competitivo Festival de Toronto, que se apuntó su estreno mundial.

Por otro lado, en Zabaltegi, dentro del apartado Perlas de Otros Festivales, Joshua Marston y la joven actriz colombiana Catalina Sandino (premiada con el Oso de Plata en Berlín) presentaron "María, llena eres de gracia", coproducción entre EEUU y Colombia sobre la cara más trágica y humana del narcotráfico.

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"OMAGH", de Pete Travis (Irlanda-G.B.)

Peter Travis se introduce en la polémica temática del terrorismo del IRA con su último film, “Omagh”. La película comienza con una primera parte muy intensa en la que el director recrea muy bien el desarrollo del atentado con un montaje ágil en el que sabe intercalar imágenes crudas que representan perfectamente la catástrofe, pero sin caer en la gratuidad de la violencia. En contrapartida nos ofrece una segunda parte que pierde totalmente el ritmo y en la que cuenta la lucha posterior de los familiares de las víctimas de una forma poco original y muy previsible. Destaca una brillante actuación del actor Gerard McSorley, que interpreta al personaje protagonista de la historia.


"EL CIELITO" de María Victoria Menis (Argentina-Francia)

La película “El cielito”, de María Victoria Menis, regresa de nuevo al Festival de San Sebastián (estuvo sin terminar en "Cine en Construcción") para contarnos una tierna historia de amor filial entre Félix, veinteañero que va sin rumbo por la vida, y Chango, un bebé que a penas pasa el año de edad. La directora ha sabido reflejar perfectamente el ambiente deprimente en el que viven los personajes, con una realización en la que predominan grandes planos generales y un montaje lento que, aunque va acorde con el clima de la película, en muchos momentos llega a ser soporífero. Pero como crítica principal, hay que hablar de un inesperado final que trunca de manera incoherente y casi absurda la bonita historia de cariño que viven sus protagonistas.


"GEO-MI-SOOP", de Song Il-gon (Corea del Sur)

Con un trabajo de dirección magistral, el coreano Song Il-Gong se arriesga esta vez con una historia que mezcla sueño y pesadilla, a través de una trama complicada y ,sobre todo, un final confuso que muchos -por no decir todos- no acabamos de entender del todo bien. Pero esto no es excusa para que la película no sea una de las que más están gustando al público. Una historia de misterio que engancha desde el primer momento, una realización y una fotografía -posiblemente sea la única capaz de hacer sombra a la china " Letter from An Unknown Woman"- impecables, y un montaje inteligente, con un ritmo que no deja que nadie se despiste, son los ingredientes de un cócktail oriental que cada vez está teniendo más éxito en la última edición del Festival de San Sebastián.