Mi primer año en Berlín: "El Club", de Pablo Larraín

por © NOTICINE.com
Larraín con sus actores Roberto Farías y Alfredo Castro
Por José Romero Carrillo *

Debo confesar que las últimas películas del chileno Pablo Larraín, "Tony Manero", "Post Mortem" y "No" tenían una cierta vocación revisionista de periodos históricos claves de su país pero pecaban por el exceso de subrayar intenciones y propósitos. Especialmente "No", referida al plebiscito que derrocó al presidente / dictador Augusto Pinochet, que en búsqueda de pulcritud estética, de semejarse visualmente a la televisión de la época, termina en convertirse en un forzoso spot, muy bien realizado, eso sí. Todo lo contrario a lo que observamos en última producción: "El Club", que acaba de tener su estreno mundial en la competencia internacional de la Berlinale.

El Club al que se refiere el título es grupo de curas "problemas" que han sido asignados a una casa de reposo en un pequeño pueblo costero, llamado La Boca. Hay algo que inquieta desde el principio y es la noción de no contarlo todo, de velas y entregar información a cuentagotas, y a veces ni eso. La película inicia con un grupo de señores, haciendo saltar y correr a su perro a lo largo de una playa; escena siguiente el can junto con otros participa en una carrera de apuestas. Gana Rayo, ese es su nombre, y los señores ya planean el siguiente competición e ir más allá, a los torneos regionales y porque no el nacional. Minutos después descubrimos que no se trata solo de un grupo ambiciosos señores,  sino de unos curas católicos de oscuro pasado que están recluidos -contra su voluntad- en esta residencia.

Como todo club tiene sus códigos y normas, y parte de su encanto, radica en el misterio que se cierne sobre cada uno de sus miembros. Bajo esta premisa, Pablo Larraín nos permite el ingreso a esta cofradía y enterarnos de algunas de sus miserias. Lo que suceda afuera no interesa ni afectará el curso de los acontecimientos. Estos cuatro curas han sido desterrados a este refugio por cometer atrocidades como la pedofilia, el tráfico de bebes hasta la colaboración con los militares torturadores. Y cuando sucede una muerte, llega el investigador, otro miembro del clero, que debe llegar al fondo de todo. Pero todo lejos del ojo público, evitando que estas vergüenzas de la Iglesia lleguen a convertirse en titular de un medio de comunicación.

A partir de un póker de actores de gran desempeño: Alfredo Castro (su actor fetiche y en opinión del director: "el mejor del planeta"), Alejandro Goic, Jaime Vadell y Alejandro Sieveking;  y una monja (Antonia Zegers), que es carcelera y cómplice al mismo tiempo, Pablo Larraín nos narra la historia, que afortunadamente no se ampara bajo el halo de "basado en hechos reales", de un grupo de indeseables y su hipotético destino final: ¿Dónde residen aquellos que han ensuciado la reputación de la iglesia?...

Y no nos lo responde directamente,  sino tangencialmente a partir de las rutinas y las entrevistas a los que son sometidos por el cura investigador. Es en este vaivén en los que la intriga y pesadumbre se acrecienta,  algo se pudre en el interior de la historia. Nada es tan dicho, ni evidente para nosotros. Las conveniencias, las culpas no asumidas y los negociados eclesiásticos, tienden una atmosfera que indigna, y esa "imagen brumosa" con el director le da a su película, es mucho más funcional y sugerente que en "No". Este logrado efecto visual fue gracias a unos lentes anamórficos rusos de los años 60's como los que utilizaba Andrei Tarkovski. Ese equilibrio entre forma y fondo, hace que este el quinto trabajo de Larraín, sea el mejor de su carrera. La visión de este club te descoloca, te agrede por lo sacrílego que puede parecerle a algunos pero sin duda es un trabajo inteligente, valiente y clínicamente estructurado para desagradar, cuestionar e incendiar consciencias. Apostaría que este sábado estaremos presenciando el mayor triunfo en lo que va de la carrera de Larraín. Tal como hace dos años, Sebastián Lelio y su "Gloria" (producida precisamente por Larraín y su hermano) llegaron a los más alto de la Berlinale.

(*): Tras años de cubrir para NOTICINE.com festivales en América Latina, el crítico José Romero Carrillo está este año por primera vez en la Berlinale, y nos comparte sus impresiones sobre títulos claves del certamen.

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