16-III-05

El 20 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata presentó dos largometrajes muy diferentes en estilo, temática y origen en su jornada del miércoles, la sexta de la competencia que aun no presenta un claro favorito para el Astor de Oro.

"Antares", de Götz Spielman, fue la primera cinta del día y sorprendió con su crudeza, especialmente en el tratamiento de sus escenas de sexo. Este film autriaco cuenta las historias de tres parejas entrelazadas; una mujer casada y con una hija que se reencuentra con un viejo amante, una cajera de un hipermecado que inventa un embarazo para retener a su pareja, y la relación de la amante de éste con su ex marido.

Dividiendo la cinta en tres partes, unidas por un accidente el tránsito con el que se inicia el film, Spielman explora la intimidad y relación de estas parejas que abordan de una forma muy diferente esa cosa llamada amor, teniendo cada capítulo un motor que los mueve: el sexo, los celos y la violencia.

La actriz Sussana Wuest, quien da vida a la celosa Sonja, comentó tras la proyección del film las particularidades que tuvo el rodaje de "Antares". "El proceso de filmación fue muy interesante, porque empezamos a ensayar las interrelaciones en las parejas mucho antes de la historia que se ve en la película. El guión estaba pensado muy minuciosamente, pero no había líneas, los diálogos los escribimos nosotros", dijo esta joven actriz.

De la más popular cinematografía iraní llegó "Sueño amargo" ("Khab-e-talkh"), de Mohsen Amiryoussefi, una comedia negra acerca de la muerte. Como toda cinta de Irán su premisa es muy sencilla; aquí se sigue la vida cotidiana de un hombre encargado de lavar a los muertos, antes de ser llevados a su lugar de reposo eterno. Con la sensación de que su final se acerca, él comienza a preparar a su sucesor. Utilizando a los propios habitantes de un pueblo y pocos recursos, Amiryoussefi logra un film simple, interesante y divertido.