Sobre el final el BAFICI mostró su riesgo

por © Cynthia M. García (Buenos Aires)-NOTICINE.com
The Wayward Cloud
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MonoblocThe Wayward Cloud22-IV-05

Las propuestas con más riesgo y originalidad que se echaban en falta en las primeras jornadas aparecieron en la segunda mitad de la competencia oficial del 7 Buenos Aires Festival Internacional de Cine de Buenos Aires (BAFICI), donde las dos producciones argentinas que restaban por presentarse, "Samoa" y "Monobloc", fueron las más cercanas al espíritu de un certamen independiente.

"Samoa", de Ernesto Baca, es una propuesta que se puede definir como experimental, donde se juega con las imágenes y sonidos -de lugares, animales, cosas-, que apuesta a la sensibilidad de cada espectador, que sabrá encontrarle su visión particular. El inconveniente con este tipo de films es la falta de perdurabilidad de la propuesta más allá de la sala, ya que apela a las sensaciones que se producen durante su exhibición.

Mucha expectativa rodeaba a la presentación de "Monobloc", segundo largometraje de Luis Ortega, quien resultó una revelación con su opera prima "Caja negra". La historia se centra en la ambigua relación de tres mujeres -más un personaje secundario-, donde la dependencia y la falta de comunicación son protagonistas. Protagonizada por Graciela Borges, Rita Cortese, Carolina Fal y Evangelina Salazar, lo mejor de este film es su clima misterioso, resultado de su excelente fotografía y la atemporalidad de su trama.

Latinoamérica también estuvo presente con la mexicana "Temporada de patos", de Fernando Eimbcke, una cinta multipremiada que recorrió infinidad de festivales internacionales, razón por la cual resulta al menos extraña su elección para formar parte de la competencia.

El resto de la sección competitiva, que este sábado entregará sus premios, se completó con la rusa "4", de Ilya Khrzhanovsky , una cinta que apuesta al exceso para mostrar la decadencia de la sociedad; "The Time We Killed", de la estadounidense Jennifer Reeves, diario personal de una joven agorafóbica; la danesa "Aftermath", de Paprika Steen, que explora el dolor como resultado de la ausencia de un ser querido; y la china "Mongolian Ping Pong", de Ning Hao, que sigue la odisea de un niño mongol que viaja a Beijing para devolver una pelotita de ping-pong.

Solo resta este viernes, sábado y domingo para disfrutar del séptimo BAFICI y es la oportunidad para ver algunos de los imperdibles de este festival. El viernes por la noche se destacan la japonesa "Vibrator", de Ryuichi Hiroki, una historia de amor vivida con la intensidad de lo efímero; y la británica "9 canciones", un cóctel de sexo y música dirigido por el británico Michael Winterbottom.

El sábado se recomienda el largometraje "Hair High" y los cortos del particular Bill Plympton; la desprejuiciada, divertida y erótica "The Wayward Cloud", de Tsai Ming-liang -que también repite el domingo-; el drama "Checkpoint", sobre los puestos militares en la franja de Gaza y Cisjordania; y "Samaritan Girl", del siempre interesante Kim Ki-duk.

Finalmente el domingo se proyectarán el documental "How Arnold Won the West", acerca de la carrera política de Arnold Schwarzenegger; "Labyrinth Glauber, the Brazilian Movie", que recuerda al cineasta Glauber Rocha; "Mondovino", un seguimiento por la ruta del vino en el mundo; "Not on the Lips", de Alain Resnais; y "Cuatro mujeres descalzas", el más reciente trabajo del argentino Santiago Loza, director de "Extraño".