Borja Cobeaga escribe sobre "No controles"

Borja Cobeaga
Borja Cobeaga
Por Borja Cobeaga *

Una carrera a contrarreloj suele ser el vehículo para una película de acción: van a matar al presidente en menos de 2 horas, una bomba estallará en un estadio durante la final de fútbol o un virus mortífero será liberado en menos de una hora. Pero esa tensión típica del thriller también puede darse en una comedia romántica. El protagonista de "No controles" sólo tiene una noche para conseguir una segunda oportunidad con la que fue su primera novia. El escenario recuerda más a una película del estilo “Jungla de Cristal”: una cuenta atrás en un espacio reducido que allí era un sofisticado rascacielos y aquí es un anodino hotel de aeropuerto. Al igual que en la película de Bruce Willis, estamos ante una trama “todo-sucede-en-una-noche-y- encima-es-Navidad”.

Pero lo que en “Jungla de Cristal” es subtrama (recuperar a tu primera mujer), en “No controles” eso está en primer término del argumento, que consiste en poner en práctica todo un arsenal de trucos de seducción desesperados para conseguir en una noche lo que suele llevar dos semanas.

Las esperanzas de Sergio se terminan cuando deje de nevar. Por eso, el ritual de ligue se acelera de forma antinatural. Sergio se siente forzado a hacer cosas que en otras circunstancias no se atrevería a hacer. El protagonista es animado a arriesgar porque se ha rodeado de un grupo de pasajeros que lo espolea: los compañeros de viaje que ha conocido en el avión y que han hecho propia la causa de Sergio porque se identifican con ella... bueno, y porque se aburren en una noche de tormenta.

De igual manera que el ritual de seducción se concentra en una noche, la amistad entre Sergio y sus nuevos compañeros se vive más intensamente, como en la casa “Gran Hermano”. Son una pandilla improvisada, que a pesar de no haberse visto nunca antes se comporta como una cuadrilla de amigos de toda la vida.

Todo esto sucede la última noche del año, rodeados de pasajeros cabreados porque no pueden llegar a sus casas por la mala meteorología. Si hubieran estado atrapados en un hotel durante cualquier otra noche del año, no sentirían la necesidad de “celebrar”. Se irían a la cama y esperarían a que el vuelo saliese por la mañana. Pero es Nochevieja, la noche en que hay que comer uvas a las doce y montar una fiesta.

(*): El donostiarra Borja Cobeaga repite en su segunda película con el mismo coguionista de "Pagafantas", Diego San José, y la esperanza de volver a sintonizar con los cientos de miles de espectadores que asistieron a su opera prima. Unax Ugalde, Alexandra Jiménez, Julián López, Secun de la Rosa y Miguel Ángel Muñoz son algunos de los protagonistas de esta loca comedia romántica que se estrena el 5 de enero en España.

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