Sasha Montenegro: El cine de "ficheras", objeto de culto

Sasha Montenegro
Sasha Montenegro
El cine mexicano de albures y ficheras existió porque era lo que la gente pedía y por eso mismo fue un éxito en México, Estados Unidos, Centro y Latinoamérica, explicó Sasha Montenegro, una de las figuras del recién clausurado Festival Internacional de Cine de Fantasía y de Terror Mórbido, celebrado en Tlalpujahua, Michoacán, México, donde apoyó a su hija Nabila, quien exhibió allí sus pinturas.

"Se hizo un cine que la gente necesitaba ver, porque necesitaban divertirse", declaró en entrevista, la protagonista de películas como "Bellas de noche" 1 y 2, "Las ficheras", "Blanca Nieves y sus 7 amantes", "Pedro Navajas" y "Las tentadoras", por mencionar algunas.   

"Lo que pasa es que lo saturaron, empezaron a copiar esa películas porque vieron que era el cine que dejaba en la taquilla. También faltó un poco de imaginación", explicó. "Pero si las películas de "El Santo" ahora son películas de culto, cómo no lo van a ser éstas", indicó. En los años 80, el cine mexicano pasaba por un momento de crisis, explicó la actriz: "Talento y cultura tenemos en abundancia, lo que no había era dinero".   

Su verdadero nombre es Alexandra Asimovic Popovic. Perteneció a una familia noble de Yugoslavia. Durante la Segunda Guerra Mundial sus padres emigraron a Bari, Italia, donde nació, y posteriormente se trasladaron a Argentina. Con 22 años, la bella joven viajó a México para trabajar y nunca regresó a su país adoptivo.   

Ahora con 60 años, fue actriz del cine de ficheras y albures del cine mexicano en los años 80. Filmó 78 películas. Es viuda del fallecido ex presidente José López Portillo, con quien procreó dos hijos, Nabila y Alexander.   

Montenegro se retiró de la vida pública hace más de una década y agradece a los medios de comunicación que hasta el momento hayan respetado su silencio. "Yo no tengo por qué contarle mi vida a nadie", respondió la actriz. Confesó que no tiene nada que esconder, "pero como ha habido mucho personaje a mi lado, me metería en un problema serio, entonces mejor me callo la boca".   

La exvedette habló con la prensa en el marco de la cuarta edición del Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror Mórbido, en el pueblo de Tlalpujahua, Michoacán, que se lleva a cabo del 28 al 31 de octubre, y a donde asistió para apoyar la primera exposición pictórica de su hija, Nabila.   

"Así soy, a mi no me gusta el argüende, no me gustan las fiestas, no ando metida aquí, ni allá, ni cuando estaba jovencita, cada quien su carácter, en muchos aspectos soy muy introvertida, me gusta la paz, la tranquilidad, si no respetamos nuestra privacidad y nuestra propia vida, no nos respeta nadie", dijo.   

La actriz declaró que no extraña el cine y que no piensa regresar a los sets, aunque ofertas tiene y muchas. "En una película que me ofrecieron resulta que yo me enamoraba de una chavita, ya es bastante con que hice películas de ficheras y ahora de vieja termino enamorándome de una niña, dije que no", contó. Sasha agregó que "ya son tantos años fuera de esto (el cine) que la verdad, como que cuesta arrancar otra vez".   

Su última película la filmó en 2005, fue una producción canadiense independiente, "The end of silence" y también hizo una pequeña aparición en la telenovela "Las vías del amor", en 2002.   

No se considera una diva, ni musa del cine erótico de bajo presupuesto, sólo una actriz que siempre trabajó mucho y que tuvo la "bendición" de que el público la hiciera famosa.   

"Cómo piensas tú que voy a decir, ¡ay sí! soy una musa, soy inspiradora, ¡ay si! soy una diva. No tengo esa mente tan frívola", aclaró. "Las divas, para mi, son aquellas esa que siempre están divinas, que no hacen nada, que todo se los dan, que las atienden, las apapachan y ese no fue en mi caso", finalizó. 

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