Recordando a Joselito Rodríguez, padre del cine sonoro mexicano y director de "¡Ay, Jalisco, no te rajes!"

Pepe Romay


El centenario de Jorge Negrete y el 80 aniversario del cine sonoro mexicano han puesto en valor al Ingeniero Joselito Rodríguez, director, coproductor y coautor del gran éxito de Negrete "¡Ay, Jalisco, no te rajes!", e introductor en México del cine sonoro, a través de la película "Santa" (1931), con un equipo ideado y construido por él. Su hijo, Pepe Romay, atesora muchos recuerdos y anécdotas, y pretende integrarlos en la iniciativa de un museo del cine mexicano, que tanta falta hace.

El Ingeniero José de Jesús Rodríguez Ruelas, más conocido por Joselito Rodríguez, primogénito del matrimonio formado por Ismael Rodríguez Granada y Maclovia Ruelas González, nació en la Ciudad de México un insólito día, el 12 de febrero de 1907, en el que la ciudad amaneció cubierta de hielo.

La inquietud de José por conocer lo que en los albores del siglo XX, se presentaba como un extraordinario hallazgo, la electrónica al alcance de todos, lo motivó desde temprana edad a incursionar en la resistencia de los electrones a través de circuitos. Una vez preparado como técnico en electrónica, un nuevo invento llamado Cine capturó su atención.

En los inicios de este Séptimo Arte, los personajes, la historia, escenografía, fotografía, existían, pero faltaba un elemento sustancial, el Sonido, hacia el que el mexicano volcó todos sus esfuerzos.

Tras emigrar con su hermano Roberto a Hollywood, Rodríguez estudió en la Polytechnical School of los Angeles California, terminando su preparación formal como ingeniero en electrónica. Gracias a estos conocimientos construyó lo que a la postre seria el equipo portátil de sonido más ligero del mundo (12 libras de peso), en la trastienda del negocio familiar ubicado en la angelina calle Brooklyn.

Sus padres y hermanos llegaron tiempo después para establecerse en la ciudad californiana, ocasión que aprovecho el técnico mexicano para mostrarles con orgullo en el cine Electric el 15 de septiembre de 1929 la primera grabación registrada con su equipo en negativo de película, que no fue sino el Himno Nacional de México. José, apoyado por su hermano Roberto decidió enseguida filmar algunos documentales y películas en Hollywood usando su sistema de sonido, pero también rentándolo a otras productoras.

En 1931, Juan de la Cruz Alarcón, distribuidor de películas en México y socio de la empresa Nacional Productora de Películas viajó a la meca del cine para intentar comprar un equipo de sonido, y se encontró inicialmente con la desagradable sorpresa de que las empresas del sector pretendían cobrarle derechos económicos vitalicios (royalties)  por el usufructo de sus aparatos, hasta 5000 dólares por copia sonorizada, cantidad inviable para la producción mexicana del momento. Pero también conoció al Ingeniero Rodríguez, quien le brindó una muestra de su trabajo.

Gracias a ello, el entonces veinteañero técnico regresó a su país por la puerta grande y sonorizó la película "Santa". Durante 10 años el Ingeniero Rodríguez, al que ya apodaban "Joselito", trabajó en su camión, que contenía equipos para grabar simultánea e independientemente 3 producciones, sonorizando la mayoría de los films mexicanos, y de esta forma rompió lo que pudo haber sido un monopolio estadounidense en este apartado técnico.

Su experiencia en los rodajes le llevaron luego a profundizar en la industria y el arte cinematográficos, y a probarse como productor y realizador, a partir de 1940, con "El Secreto del Sacerdote", y posteriormente con "¡Ay, Jalisco, no te rajes!" (1941), "La pequeña madrecita", "Yo vendo unos ojos negros", "Angelitos negros" (primera película mexicana de tema racial), "Huracán Ramírez", "Pepito, as del volante", por mencionar sólo algunas muestras de su filmografía, prolongada hasta finales de los años 60.

Su hijo Pepe Romay, hoy cineasta, formó parte junto a sus hermanos de algunos de aquellos elencos desde su más tierna infancia, perpetuando la vocación familiar de esta saga histórica del cine mexicano. Ahora, cuando el país celebra el centenario de Jorge Negrete, comparte con NOTICINE.com esta anécdota del rodaje de "¡Ay, Jalisco, no te rajes!": "Cuando empezaba a filmar la cámara, mi padre Joselito Rodriguez entraba corriendo a cuadro para despeinar el copete de Negrete, situación que molestaba al cantante, pero después del éxito de la película una de las marcas características del astro entre el público fue ese mechón sobre la frente".

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