"Ciudad delirio" genera polémica mediática en Colombia

Rodaje de 'Ciudad delirio' en Cali
La coproducción colombo-española "Ciudad delirio", dirigida por la española Chus Gutiérrez, que se estrenó el pasado fin de semana en salas colombianas con buenos resultados, sobre todo en Cali, donde se rodó, ha generado opiniones encontradas en la prensa local. El columnista y guionista Iván Galló lanzó un furibundo ataque de tintes nacionalistas en el que consideraba que el film es "insoportable" y sostiene que cineastas españoles han emigrado al país (aparte de la directora de "Ciudad delirio" cita a su compatriota Gerardo Herrero) en busca de subvenciones que ya no consiguen en la Madre Patria, al que acaba de responder desde el diario El País de Cali Ossiel Villada.

La chispa la prendió el cucuteño Gallo en un artículo publicado en las2orillas.co con el título "Ciudad Delirio y la ministra arrodillada", donde el autor -que viene publicitado como "experto en cine" por el medio- acusaba a la ministra de Cultura colombiana de "entregar el dinero que debía ser destinado a talentos nativos a un grupo de cineastas españoles desempleados por la crisis económica que asola España". Según sus afirmaciones, parece tratarse de un escándalo político sobre corrupción aunque no existe ningún tipo de prueba de ello. Sin embargo, el periodista continuó su crítica a la película dirigida por Chus Gutiérrez asegurando que se trata de una bajada de pantalones por parte del gobierno colombiano ante un film en el que los españoles presentan a la sociedad de su país como "salvajes, mujeres fáciles y hombres tontos y manipulables" y declarando que la ministra "se ha arrodillado como una indígena frente al filo de la espada".

El columnista sugiere que la ministra Mariana Garcés impuso "Ciudad" Delirio" "a la brava como el film con el que se abriría el último Festival de Cine de Cartagena, levantando entre los críticos, una nube de malos comentarios que se vinieron a confirmar el pasado viernes con su estreno en las salas de cine del país".

Por su parte, en la edición digital de El País, el caleño Ossiel Villada, defendió la película afirmando la inexistencia de pruebas que demuestran las acusaciones del guionista respecto de la subvenciones, que según él no fueron para la directora, el actor y otros técnicos españoles, sino a la mayoritaria productora local que desarrolló el proyecto.

"Iván Gallo -escribió Villada- parece ser miembro de esa particular aldea de caníbales que habitan el mundo de la cultura colombiana. Al igual que sus pares en el mundo de la política, estos salvajes se precian de ser criaturas civilizadas, pero gozan despellejando al vecino, al compañero de ruta, delante de una sociedad ignorante y aturdida. No de otra manera se entiende la carga de dinamita que este hombre ha puesto en la casa de sus colegas cineastas vallecaucanos, a los que acusa de prestarse para una repudiable manipulación de dineros públicos en beneficio de extranjeros".

El informador caleño alegó que los guiones conocidos de Gallo en realidad son también de cintas bastante parecidas en género a "Ciudad delirio" (comedia romántica): "La justa medida’, una comedia erótica que se estrenó en noviembre del 2013, se refiere a los padecimientos de un hombre que lo tiene chiquito. Yo podría decir que es un "esperpento impresentable". Después de todo, no profundiza en el análisis psicológico y antropológico de la angustia existencial del hombre moderno al que se le exige comportarse como un macho alfa en la cama. Pero no voy a calificarla así, porque al igual que ‘Ciudad Delirio’, esta película sólo buscaba divertirnos. Iván solo quería hacernos reir. Y, al menos conmigo, lo logró bastante. Hay películas que están hechas solo para eso, para entretenernos. Y buscarles más interpretaciones, como pretende Iván Gallo con 'Ciudad Delirio', me parece una soberana estupidez".

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