Crítica: "Loreak", Flores para otro mundo
Por Eduardo Larrocha
"Loreak", de Jon Garaño y Jose Mari Goenaga, que del euskera al español debemos traducir por Flores, es un intenso melodrama, contenido, minimalista y bien trazado, aunque en alguna secuencia pierde nervio narrativo cuando vuelve a contar lo que ya sabemos. Hasta ese momento de reiteración los personajes a los que va dirigido el desarrollo del relato no lo tienen tan claro como el espectador. Lo que nos interesa conocer desde la butaca es su reacción íntima cuando llegan a saber el origen y sentido de unos misteriosos ramos.
¿Quien le mandaba flores por primavera?, preguntaba Cecilia en "Un ramito de violetas", aquella canción romántica de los setenta. Algo parecido perturba al marido y a la propia Ane, Nagore Aranburu, la protagonista de "Loreak" película que habrá que ver en euskera para disfrutarla en su versión original como la reciente, y de muy distinto calado, "Lasa y Zabala". El enigma se acrecienta cada vez que llaman a la puerta y le entregan un multicolor ramo de flores. Desde las alturas alguien observa a Ane en el trabajo. No parece haber conexión entre ambos mundos. Un accidente cambia las tornas y esos ramos toman otro significado y dan nuevo sentido a la vida de Ane que está entrando demasiado pronto en la menopausia. Avanzado el relato, una mano misteriosa coloca flores en el lugar del accidente lo que lleva a otras dos mujeres –esposa y madre- a sentirse en vilo desde otro rincón de la ciudad en la que todas viven. Todavía está en cartelera "Antes del frío invierno" la película de Philippe Claudel en la que el médico que encarna Daniel Auteutil vive una experiencia parecida.
Destacan en este drama intimista las magníficas interpretaciones, sobre todo en los papeles femeninos que cargan el peso del relato y están bien dirigidos y trazados en el guión por Jon Garaño y José Mari Goenaga quienes repiten colaboración tras el éxito de "80 Egunean", su anterior película compartida. Detrás de "Loreak" hay un sentimiento de abismo existencial y muchas preguntas -¿sólo son flores?- sobre la memoria y el olvido como forma de curar heridas que seguirán abiertas mientras se rieguen en la amargura de la pérdida y el recuerdo. ¿Acaso tenemos alternativa para mantener la llama de quienes ya no están presentes a nuestro lado? Nos ponemos serios en consonancia con esta película que no hace ningún guiño para esbozar una sonrisa.
"Loreak" llega a las pantallas españolas en este fin de semana de santos, flores y difuntos que ahora se llama-aunque nos duela- Halloween. Esta producción vasca fue muy bien acogida en el Festival de San Sebastián, donde se pudo ver en la sección oficial. Estos días se exhibe también en el Festival de Tokio después de haber conseguido en el Latin Beat de la capital nipona el reconocimiento compartido a las tres actrices: además de la mencionada Nagore, para Itziar Ituño e Itziar Aizpuru, las otras dos mujeres que participan y comparten el enigma.
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