Jose Coronado nos detalla su regreso al mundo de ETA en la película "Fuego"
Tras la première en la competencia del Festival de Gijón, el astro español Jose Coronado estrena este viernes "Fuego", de Luis Marías, su particular regreso al mundo de ETA. Si la última vez, bajo las órdenes de Manuel Gutiérrez Aragón, en "Todos estamos invitados" hizo de un profesor universitario amenazado por la banda armada vasca, ahora interpreta uno de sus papeles más recurrentes, el de policía. Es Carlos, un ser atormentado también víctima de los terroristas, que quisieron terminar con su vida a través de una bomba que acabó matando a su mujer y cercenando las piernas de su hija, condenándola a una silla de ruedas. NOTICINE.com habló en exclusiva con el actor a su paso por Gijón.
- ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con Luis Marías en "Fuego"?
Ha sido una delicia, porque yo creo que hemos conseguido hacer una buena película. Si nos quedamos en lo que es ficción pura y dura creo que nos ha salido un thriller que engancha desde los primeros minutos hasta el final, que sorprende a la gente ante la barbaridad que se cuenta en la película. Es mucho más que un Charles Bronson justiciero que va al País Vasco a ejecutar una venganza, es una historia de seres humanos. Personalmente siento la gratificación de poder estar contribuyendo, aportando mi granito de arena, para contar un conflicto que yo creo que, gracias a Dios, está empezando a pasar página. Y contarlo además a través de los ojos de Luis Marías, que vive el conflicto desde niño, que sabe perfectamente de lo que habla y que lo ha contado con muchísima objetividad, imparcialidad y respeto hacia las víctimas que todavía tienen heridas abiertas. Está contando una realidad en la que se puede empezar a pasar página, y te lo cuenta con una verdad que echas de menos en lo que ves en los telediarios con los políticos y los poderes fácticos que hablan de ello, que ya no sabes que creerte porque te están mintiendo siempre. Sin embargo yo creo que esta es una película que rezuma verdad, y sobre todo rezuma emoción de los personajes que por allí transcurren.
- Su personaje, Carlos, ¿Es un psicópata? ¿Es un atormentado? O ambas cosas.
Yo creo que psicópata en absoluto, es un atormentado sin duda. Es un hombre que es un muerto en vida, que se da cuenta a través de los ojos de su hija de que nunca va a poder caminar resolviendo el problema, pero sí que le obsesiona el que su hija siga sufriendo, el tormento que tiene por su culpa. Entonces emprende un viaje absolutamente absurdo para intentar vengarse de los que cometieron esta barbaridad que les ha ocurrido a ellos. El, espera encontrarse demonios y lo que se encuentra es gente igual de perdedora que él y que sufre igual también.
- Participó en, "GAL", en "El Lobo", y en "Todos estamos invitados", películas que también giran en torno al conflicto vasco. ¿Tiene predilección por este tipo de personajes relacionados con el tema?
Conozco el tema, y me parece maravilloso aportar a la sociedad un poco para ayudar con estos asuntos. Además, a lo largo de las películas que he hecho, he visto cómo ha ido evolucionando el conflicto. Que es muy diferente ahora de cómo por ejemplo era cuando yo hice "Todos estamos invitados" hace diez o doce años. El clima que había, que se respiraba en la calle, era muy diferente al que se respira ahora. Antes películas con el planteamiento de "Fuego" no se podían hacer. Yo trabajaba con la policía vasca muchas veces, protegiéndonos, porque había una crispación en la calle que ahora, gracias a Dios, no existe. Yo creo que cuando empiezas a contar estas historias como la de "Fuego" significa que de verdad se está empezando a pasar página. Como le paso a EEUU con la guerra de Vietnam o a los alemanes con la II Guerra Mundial. Yo creo que no está pasando esto ahora, el que podamos contar estas películas sin miedo, es sintomático de que se está superando el problema.
- Su trabajo con Enrique Urbizu en "No habrá paz para los malvados" y conseguir el Goya con el papel de Santos Trinidad. ¿Supusieron un cambio en su carrera?
No ha sido un cambio radical pero sí que me ha aportado. Por ejemplo el disfrute de llevar a la pantalla personajes maravillosos gracias a Enrique, que es un pedazo de director y que sabe contar historias como nadie. Aparte de disfrutar lo que ha hecho ha sido crecer como actor. El haber trabajado con Enrique me ha enseñado mucho de cómo hay que contar el cine como lo cuenta él, y que creo que Luis Marías sigue en esa línea, contando historia huyendo de la grasa y yendo directo al músculo de la situación de una forma muy contundente. No sé si hay un antes y un después en mi vida, de Enrique, pero desde luego hay una aportación tremenda a mi carrera que me ha hecho crecer como actor y nunca acabaré de agradecérselo lo suficiente.
- Recientemente ha fallecido Alex Angulo, que era un actor muy querido en la profesión y con el que coincidió varios años en la serie "Periodistas" ¿Cómo era su relación con él?
Para mi Alex era la bondad con patas. Yo no he visto nunca a una persona más buena que Alex Angulo. Jamás, en los 30 años que hacía que le conocía, bueno que le conozco, porque para mí sigue estando conmigo, para mí no se ha muerto, muy por encima de su profesión estaba su persona. Era un ser bondadoso que iba regalando bondad a su paso. Trabajar con él era muy fácil, porque era el actor más generoso del mundo. El nunca iba a luchar por tratar de conseguir quitarte un plano, si no al revés, con Alex tenías muchas veces que coger y decirle: tío, que es tu plano, que es para ti, deja de darme. Es de las mejores personas que he conocido en mi vida, sin duda.
- Otro actor con el que ha coincidido varios años en la serie "Brigada Central" es Imanol Arias, que recibe este año el premio honorífico Nacho Martínez por toda su carrera en el Festival Internacional de Cine de Gijón ¿Qué puede contarnos de Imanol?
Imanol fue el primer referente en mi carrera, fueron mis primeros pasos, es de quien más aprendí. Yo empecé con "Brigada Central" con él, y no le quitaba los ojos de encima, parecía gay yo, porque no le quitaba los ojos de lo bien que lo hacía. Yo estaba muy verde, era lo primero que hacía y me enseñó mucho. Además tuve la suerte de compartir con él mucho aprendizaje a la hora de meternos con la policía y de ir con parejas de patrullas a meternos en su profesión. A que nos enseñasen y se desnudasen delante de nosotros para enseñarnos a ser policías. Entre lo que yo aprendía de ahí como policía y lo que Imanol me enseñaba como actor, fue mi primer curso de carrera de actor. Imanol fue mi mejor maestro.
- Rodó hace poco en inglés junto a Sharon Stone y Andy García la película "What About Love" ¿Cómo fue la experiencia?
Muy marciana. No sé qué es lo que pasará con ella, era una película muy atípica. De pronto me encontré con Miguel Ángel Muñoz en Rumanía, rodando con Sharon Stone y con Andy García, Era una película que hablaba sobre el amor. Rodamos muchísimos planos, tiene material como de siete u ocho horas, que luego pegado no sé cómo quedará. Fue toda una experiencia que disfruté, pero que también me hizo valorar mucho más nuestra forma de trabajo. Como trabajamos en España y en Europa, a diferencia de cómo muchas veces trabajan en América, en donde predomina por encima de todo el Star System, y la estrella es la que corta el bacalao, cosa de la que yo huyo tremendamente. A mí lo que me encanta es trabajar en equipo y con toda la humildad de la que seas capaz, porque entiendo que es así como hay que hacerlo. Me acuerdo el primer domingo que tuvimos libre, que nos fuimos a comer y acabamos bebiendo y contándonos nuestra vida. Yo ya había trabajado con Andy hace 25 años en Los Angeles. Y en ese momento no me gustó el sistema, en el que yo creo que los actores son monigotes al servicio del marketing. En "What About Love" pude comprobar de nuevo que el sistema seguía así y fue cuando apelé a Andy, a su espíritu de actor que trabaja en equipo. Lo entendió perfectamente, gracias a esta conversación, dio un cambio radical, venía a las siete de la mañana para darme la réplica y fue un disfrute porque acabamos muy amigos Andy y yo. Con Sharon muy bien, pero yo prefiero trabajar con mis compañeras de aquí.
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- ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con Luis Marías en "Fuego"?
Ha sido una delicia, porque yo creo que hemos conseguido hacer una buena película. Si nos quedamos en lo que es ficción pura y dura creo que nos ha salido un thriller que engancha desde los primeros minutos hasta el final, que sorprende a la gente ante la barbaridad que se cuenta en la película. Es mucho más que un Charles Bronson justiciero que va al País Vasco a ejecutar una venganza, es una historia de seres humanos. Personalmente siento la gratificación de poder estar contribuyendo, aportando mi granito de arena, para contar un conflicto que yo creo que, gracias a Dios, está empezando a pasar página. Y contarlo además a través de los ojos de Luis Marías, que vive el conflicto desde niño, que sabe perfectamente de lo que habla y que lo ha contado con muchísima objetividad, imparcialidad y respeto hacia las víctimas que todavía tienen heridas abiertas. Está contando una realidad en la que se puede empezar a pasar página, y te lo cuenta con una verdad que echas de menos en lo que ves en los telediarios con los políticos y los poderes fácticos que hablan de ello, que ya no sabes que creerte porque te están mintiendo siempre. Sin embargo yo creo que esta es una película que rezuma verdad, y sobre todo rezuma emoción de los personajes que por allí transcurren.
- Su personaje, Carlos, ¿Es un psicópata? ¿Es un atormentado? O ambas cosas.
Yo creo que psicópata en absoluto, es un atormentado sin duda. Es un hombre que es un muerto en vida, que se da cuenta a través de los ojos de su hija de que nunca va a poder caminar resolviendo el problema, pero sí que le obsesiona el que su hija siga sufriendo, el tormento que tiene por su culpa. Entonces emprende un viaje absolutamente absurdo para intentar vengarse de los que cometieron esta barbaridad que les ha ocurrido a ellos. El, espera encontrarse demonios y lo que se encuentra es gente igual de perdedora que él y que sufre igual también.
- Participó en, "GAL", en "El Lobo", y en "Todos estamos invitados", películas que también giran en torno al conflicto vasco. ¿Tiene predilección por este tipo de personajes relacionados con el tema?
Conozco el tema, y me parece maravilloso aportar a la sociedad un poco para ayudar con estos asuntos. Además, a lo largo de las películas que he hecho, he visto cómo ha ido evolucionando el conflicto. Que es muy diferente ahora de cómo por ejemplo era cuando yo hice "Todos estamos invitados" hace diez o doce años. El clima que había, que se respiraba en la calle, era muy diferente al que se respira ahora. Antes películas con el planteamiento de "Fuego" no se podían hacer. Yo trabajaba con la policía vasca muchas veces, protegiéndonos, porque había una crispación en la calle que ahora, gracias a Dios, no existe. Yo creo que cuando empiezas a contar estas historias como la de "Fuego" significa que de verdad se está empezando a pasar página. Como le paso a EEUU con la guerra de Vietnam o a los alemanes con la II Guerra Mundial. Yo creo que no está pasando esto ahora, el que podamos contar estas películas sin miedo, es sintomático de que se está superando el problema.
- Su trabajo con Enrique Urbizu en "No habrá paz para los malvados" y conseguir el Goya con el papel de Santos Trinidad. ¿Supusieron un cambio en su carrera?
No ha sido un cambio radical pero sí que me ha aportado. Por ejemplo el disfrute de llevar a la pantalla personajes maravillosos gracias a Enrique, que es un pedazo de director y que sabe contar historias como nadie. Aparte de disfrutar lo que ha hecho ha sido crecer como actor. El haber trabajado con Enrique me ha enseñado mucho de cómo hay que contar el cine como lo cuenta él, y que creo que Luis Marías sigue en esa línea, contando historia huyendo de la grasa y yendo directo al músculo de la situación de una forma muy contundente. No sé si hay un antes y un después en mi vida, de Enrique, pero desde luego hay una aportación tremenda a mi carrera que me ha hecho crecer como actor y nunca acabaré de agradecérselo lo suficiente.
- Recientemente ha fallecido Alex Angulo, que era un actor muy querido en la profesión y con el que coincidió varios años en la serie "Periodistas" ¿Cómo era su relación con él?
Para mi Alex era la bondad con patas. Yo no he visto nunca a una persona más buena que Alex Angulo. Jamás, en los 30 años que hacía que le conocía, bueno que le conozco, porque para mí sigue estando conmigo, para mí no se ha muerto, muy por encima de su profesión estaba su persona. Era un ser bondadoso que iba regalando bondad a su paso. Trabajar con él era muy fácil, porque era el actor más generoso del mundo. El nunca iba a luchar por tratar de conseguir quitarte un plano, si no al revés, con Alex tenías muchas veces que coger y decirle: tío, que es tu plano, que es para ti, deja de darme. Es de las mejores personas que he conocido en mi vida, sin duda.
- Otro actor con el que ha coincidido varios años en la serie "Brigada Central" es Imanol Arias, que recibe este año el premio honorífico Nacho Martínez por toda su carrera en el Festival Internacional de Cine de Gijón ¿Qué puede contarnos de Imanol?
Imanol fue el primer referente en mi carrera, fueron mis primeros pasos, es de quien más aprendí. Yo empecé con "Brigada Central" con él, y no le quitaba los ojos de encima, parecía gay yo, porque no le quitaba los ojos de lo bien que lo hacía. Yo estaba muy verde, era lo primero que hacía y me enseñó mucho. Además tuve la suerte de compartir con él mucho aprendizaje a la hora de meternos con la policía y de ir con parejas de patrullas a meternos en su profesión. A que nos enseñasen y se desnudasen delante de nosotros para enseñarnos a ser policías. Entre lo que yo aprendía de ahí como policía y lo que Imanol me enseñaba como actor, fue mi primer curso de carrera de actor. Imanol fue mi mejor maestro.
- Rodó hace poco en inglés junto a Sharon Stone y Andy García la película "What About Love" ¿Cómo fue la experiencia?
Muy marciana. No sé qué es lo que pasará con ella, era una película muy atípica. De pronto me encontré con Miguel Ángel Muñoz en Rumanía, rodando con Sharon Stone y con Andy García, Era una película que hablaba sobre el amor. Rodamos muchísimos planos, tiene material como de siete u ocho horas, que luego pegado no sé cómo quedará. Fue toda una experiencia que disfruté, pero que también me hizo valorar mucho más nuestra forma de trabajo. Como trabajamos en España y en Europa, a diferencia de cómo muchas veces trabajan en América, en donde predomina por encima de todo el Star System, y la estrella es la que corta el bacalao, cosa de la que yo huyo tremendamente. A mí lo que me encanta es trabajar en equipo y con toda la humildad de la que seas capaz, porque entiendo que es así como hay que hacerlo. Me acuerdo el primer domingo que tuvimos libre, que nos fuimos a comer y acabamos bebiendo y contándonos nuestra vida. Yo ya había trabajado con Andy hace 25 años en Los Angeles. Y en ese momento no me gustó el sistema, en el que yo creo que los actores son monigotes al servicio del marketing. En "What About Love" pude comprobar de nuevo que el sistema seguía así y fue cuando apelé a Andy, a su espíritu de actor que trabaja en equipo. Lo entendió perfectamente, gracias a esta conversación, dio un cambio radical, venía a las siete de la mañana para darme la réplica y fue un disfrute porque acabamos muy amigos Andy y yo. Con Sharon muy bien, pero yo prefiero trabajar con mis compañeras de aquí.
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