Imprimir

Empresarios de cine y distribuidores se oponen a aumentar las películas en catalán

por © Redacción-NOTICINE.com
El conseller Tresserras
El conseller Tresserras
No ha tardado mucho la industria del cine español en manifestar su oposición al proyecto de Ley de Cine impulsado por la Generalitat catalana (gobierno autónomo), que anunció recientemente el conseller de Cultura, Joan Manuel Tresserras. El mismo propone que la mitad de las películas que se exhiban en Cataluña tengan subtítulos o estén dobladas al catalán.

Uno de los primeros en dar a conocer su absoluto desacuerdo fue Luis Hernández de Carlos, presidente de la Federación de Distribuidores Cinematográficos (FEDICINE), que agrupa al 90% de la distribución española. En diálogo con Efe, Hernández de Carlos afirmó que "no tiene sentido" y que una medida de este tipo produciría una reacción en cadena que haría inviable la distribución en España.

"Si aceptamos doblar al catalán, al día siguiente otros territorios reclamarán igual trato y en poco tiempo tendremos que traducir cada película a tres o cuatro lenguas", especificó, subrayando: "Que un país como España tenga que traducir las películas a tres o cuatro lenguas haría el negocio ingobernable y antieconómico".

Hernández de Carlos recordó que años atrás se aceptó doblar al catalán algunos films de relevancia y productos infantiles, en el afán de evitar "la confrontación de orden político".

Una de las razones que esgrime la Conselleria de Cultura de la Generalitat para aumentar las películas en catalán es que con ello se lograría una distribución competitiva, y así se equilibraría la oferta de cine en catalán. Pero tal postura ha sido rechazada por el Gremio de Empresarios de Cines de Cataluña, que por medio de un comunicado se valió de datos oficiales para desestimar tal afirmación.

"Los datos demuestran que, cuando una película se proyecta en castellano y en catalán a la vez, la distribución de la audiencia es, de promedio, del 78,2% en castellano y el 21,8% en catalán", se informó. Con ello, el gremio asume que el problema del cine catalán no es de oferta, sino de demanda.