Aunque el sindicato neozelandés de actores (NZ Actors Equity) retiró el boicot anunciado contra el díptico de Peter Jackson "El Hobbit", se teme que ya sea demasiado tarde para mantener el previsto rodaje en el país austral. Según el director, productor y guionista la Warner se estaría planteando anunciar la semana próxima una nueva locación en otro continente, para esta superproducción que costará cerca de 500 millones de dólares.

En un comunicado difundido este miércoles, Jackson dijo que "el levantamiento del boicot sindical contra "El Hobbit" no sirve de nada para garantizar la permanencia del proyecto en Nueva Zelanda. El daño causado a nuestra industria del cine por el sindicato es ya irreversible", sentenció el autor de "El señor de los anillos", que filmada en su país natal hizo que éste se considerara mundialmente como sede "real" de la Tierra Media creada por Tolkien, donde también se desarrolla la historia aventurera de Bilbo y Gandalf, previa cronológicamente a la popular y rentable trilogía.

El Gobierno neozelandés ha asegurado por boca del ministro de Desarrollo Económico, Gerry Brownlee, que quemarán la semana próxima sus últimos cartuchos, cuando una delegación de la Warner visite el país, sometiéndose a las necesidades que requiera el estudio financiador de las dos películas, cuya filmación se confirmó días pasados para arrancar en febrero.

Obviamente no son los actores los únicos profesionales implicados en una producción de este nivel, y los demás gremios también han tomado cartas en el asunto. Este miércoles noche casi millar y medio de personas, fundamentalmente técnicos y otros empleados del cine neozelandés salieron a la calle de la capital, Wellington, con pancartas que decían: "Irlanda no es la Tierra Media" y gritando "¡No maten a Bilbo".

Para su desgracia, si nos fiamos de la opinión de Jackson, "El Hobbit" ya tiene uno de sus grandes y peludos pies fuera del archipiélago austral.

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