Por Jon Apaolaza

Tras el estreno el pasado fin de semana y por debajo de lo esperado de "[REC] 3", la industria del cine español mira a la llegada este miércoles de "Grupo 7" como al último oasis del desierto o la última cerilla en una cueva oscura. Tampoco se prevé ningún otro título nacional con reales posibilidades de llenar salas antes del verano, de manera que la cinta de acción que protagonizan el ídolo de las jovencitas Mario Casas y Antonio de la Torre sería una última oportunidad de salvar un semestre duro del que sólo ha salido airosa la "poco española" pero muy exportable película de Rodrigo Cortés "Luces rojas", interpretada por un elenco anglosajón.

La tercera entrega de la saga de terror catalana "[REC]" fracasó en su intento de superar el millón de euros en su primer fin de semana, a pesar de contar con un número respetable de copias (322), y se tuvo que conformar con poco más de 820 000 euros, que a pesar de todo es la segunda mejor marca para un debut nacional tras "Luces rojas".

La nueva película de Alberto Rodríguez es una "rara avis" dentro del panorama nacional: Siendo un film inequivocamente "de género" (que no es ni terror ni comedia, los platos fuertes de la taquilla), con al menos una figura muy popular en el reparto, está interesando en festivales destacados como el neoyorquino de Tribeca, y la crítica lo ha aplaudido con estusiasmo. Reune muchos de los ingredientes del éxito, y a pesar de la crisis, que ha afectado de forma importante a la afluencia general a los cines, incluidos los mayoritarios que programan cine de Hollywood, podría ser ese mirlo blanco que tanto necesita el cine español, precisamente ahora que se enfrenta a un panorama "griscasinegro".

Y es que tras un "recorte" más parecido a un hachazo en los presupuestos oficiales para las ayudas al cine y unas perspectivas de drástica reducción del número de películas (todo apunta a que 2012 podría acabar con un tercio de los títulos producidos en los últimos años) es más necesario que nunca demostrar a la opinión pública que en este país se puede hacer un cine de calidad a la par que comercial, sin caer en lo ramplón.

"Grupo 7" puede ser el trascendental espejo en el que se miren a partir de ahora directores y productores más necesitados que nunca de rentabilidad. Hay veces en que las enfermedades graves, como es esta crisis, por muy dolorosas que sean, fortalecen y depuran. En este mismo fin de semana, la cinta del andaluz Rodríguez se enfrenta como principal enemigo nada menos que a James Cameron y a su reedición 3D de "Titanic", pero ese "clásico" sólo se proyectará en salas de relieve, y a un precio mayor. El mal tiempo que ahora domina en el territorio peninsular también favorecerá la asistencia a los cines, de manera que el "thriller" sobre policías encargados de "limpiar" las calles de Sevilla en vísperas de la Expo 92 depende mucho de sí mismo para funcionar.

En lo que llevamos de 2012, las cifras para el cine nacional han sido discretas o malas, incluídas las de directores de anteriores sucesos como Alex de la Iglesia o Icíar Bollain. En el horizonte tampoco se ven muchas otras oportunidades de lucimiento, sin películas de Almodóvar, Amenábar o Santiago Segura. El objetivo de "Grupo 7" debería de ser mejorar el resultado inicial de "[REC] 3" y acercarse al de "Luces rojas", que desde el punto de vista del espectador es casi más una cinta de Hollywood que una española, a pesar de que haya sido pagada con euros rojigualdas y pensada por españoles.

Recordamos los primeros fines de semana de las cintas nacionales más vistas en 2012:

1- "Luces rojas"  1,2 millones de euros
2- "[REC] 3" 820 000 euros
3- "Promoción fantasma" 702 000 euros
4- "La chispa de la vida" 417 000 euros
5- "Katmandú. Un espejo en el cielo"  409 000 euros

Volveremos la semana próxima sobre el tema, con la esperanza de que el Domingo de Resurección pueda calificarse como tal para el muy dañado cine español...

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