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OPINIÓN: Distintas miradas en el cine argentino

por © DAC-NOTICINE.com
Luis César DAngiolillo
Luis César DAngiolillo
14-VIII-03

La asociación de directores argentinos DAC había dado por concluída la polémica que inició el pasado mayo con el artículo de Bebe Kamin publicado por NOTICINE.com "OPINIÓN: El Cine Independiente y las reglas del juego", pero esta semana ha decidido reabrirla ante nuevas reflexiones de los miembros del grupo y de otras personas relacionadas con el cine, que opinan nuevamente sobre la lucha generacional en el seno de la profesión y la supuesta marginación de los jóvenes independientes frente a los cineastas consagrados. Hoy reproducimos este nuevo texto.

Por Luis César D'Angiolillo (*)

Estoy escribiendo todo esto, porque he seguido con mucho interés la polémica que desató la muy buena iniciativa de Bebe Kamin. Una simple carta que destapó algo que esta sumergido y nos hace mucho daño. Yo creo que lo mejor que puede ocurrir es que hablemos entre nosotros. Incluso, temiendo algún exabrupto o pase de factura del pasado.

Todos los que trabajamos en cine, sabemos que los problemas son comunes a cualquier generación y que si bien hay distintos objetivos en cada proyecto, esto es lo que hace más rico e interesante nuestra actividad. Yo he disfrutado de grandes películas de nuestro pasado. Muchas de mi generación, de las que estuve cerca y supe las dificultades y trampas para su difusión que tenían que vencer. Y me pongo muy contento, cuando me deslumbro con magníficas películas como "La Ciénaga", "Pizza, Birra y Faso" o "Mundo Grúa".

Sin duda, hay distintas miradas. Hay una nueva generación que ya esta instalada y tiene identidad. Yo he aprendido de ellos, como aprendí de mis grandes maestros, como "Pino" Solanas o simplemente de la visión de cada obra de Leonardo Favio. No puedo negar los cambios y las revalorizaciones. Sería necio de mi parte.

El cambio tecnológico de los últimos años ha sido brutal. Cuando pienso que yo comencé a estudiar cine en ACE. Y que nuestra prácticas eran todas en papel. Y que solo teníamos posibilidad de agarrar una cámara 16mm, celosamente guardada en una caja fuerte, al final del curso y con el instructor con un látigo al lado. No puedo negar que, a la fuerza, la imaginación puesta en juego hoy por los jóvenes en tantos cortos y ejercicios, en las tantas escuelas del país, tienen a la fuerza que generar enormes posibilidades. El llamado Nuevo Cine Joven, sin duda tiene que ver con esto. Y creo que la crítica, que ha acompañado y generado este fenómeno, con lo urticante y arbitraria que se vuelve muchas veces, debe ser tomada en serio también. Yo se que no digo nada nuevo. Y creo que nadie sentirá que contradigo lo que han escrito. Pero pienso que no hay que dar por terminado el debate.

Sería bueno que todos nos manifestemos. Sería ideal una gran Academia, donde todos estemos representados. Pero supongo que para ello, debemos sacarnos muchos prejuicios de encima. Yo lo he sentido en carne propia. La temática de mi película... que ella sea una adaptación de un monólogo teatral... mi pertenencia a una generación determinada... querer hacer un film sin concesiones y que contradice muchas "verdades" de la industria... puso en juego todo el caudal de PRE-JUICIOS. Me llevó un año, que muchos colegas e incluso críticos la vieran. Creo que hay muchos que todavía no han podido hacerlo. Ignoran lo que se pierden. Pero valió la pena. Un abrazo a todos.

(*): Luis César D'Angiolillo ha trabajado como montador en más de 40 films argentinos y dirigido las películas "Matar al abuelito" y "Potestad".