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Fernando Guzzoni y su "Blanquita", primera coproducción entre Chile y Polonia

por © Redacción-NOTICINE.com
Fernando Guzzoni
Fernando Guzzoni
En el apartado industrial del Festival de San Sebastián la compañía polaca New Europe Film Sales maneja el nuevo proyecto del chileno Fernando Guzzoni ("Jesus", "Carne de perro"). Es "Blanquita" la primera coproducción que establecerá Chile con Polonia, pero la historia es 100% chilena, y se basa en un escándalo político-sexual acaecido hace más de una década, el de una supuesta red de prostitución de menores de edad con la que se relacionó a varios políticos, conocido como el "caso Spiniak", y en particular en una de las víctimas-testigos, la menor Gemita Bueno.

"Es una película más clásica en su estructura, que me tiene bien entretenido y que está inspirada, con infinitas licencias, en ese escándalo sexual que ocurrió en Chile hace unos 12 o 13 años atrás. Toma elementos del escándalo de Gemita Bueno de manera muy arbitraria y con muchas licencias de ficción de ese caso. Pero más menos eso es. También es producida por Giancarlo Nasi, que fue el productor de 'Jesús'. Esperamos poder filmar en el primer semestre del próximo año, ya que está con un financiamiento parcial, y esperamos poder filmar en marzo. Es un thriller político bien interesante y diferente a lo que he realizado antes", ha explicado Guzzoni a Culturizarte.

"Yo veo a Blanquita como una heroína moderna, un personaje incómodo que se instala contra estructuras de poder masculino; un personaje de víctima-verdugo que como Medea o Lady Macbeth se abre paso sin perder su humanidad."Blanquita" me parece una película con mayor vocación comercial en relación con mis trabajos anteriores", añade el chileno en una reciente declaración publicada en Sebastián.

Es la segunda vez que Fernando Guzzoni recurre a casos que sacudieron a la opinión pública chilena. Ya lo hizo en "Jesús", inspirada por el asesinato homófobo del joven gay Daniel Mauricio Zamudio, en 2012. "Encuentro -comentaba el cineasta- que lo interesante es dialogar con la realidad y manipularla en el buen sentido, construir una propia exégesis y un propio discurso de lo que uno ve y lo que uno hace. Este caso en particular siempre me ha parecido interesante, porque había un componente que me alucina mucho que tiene que ver con la mentira, con la ficción, la idea de un personaje que interpreta un personaje al interior del relato. En este caso, Gemita estaba en una puesta en escena, con un objetivo, y en la película pasa un poco eso, Blanquita interpreta un personaje al interior del relato, entonces tiene que ver con los límites de la representación y con esta idea de fabular, de cómo las palabras construyen una realidad que puede poner en vilo a todo el grupo de poder. La película tiene que ver con toda esa tesis, que es mucho más formal que entrar exactamente en la chimuchina del caso que, aunque es algo súper interesante, lo planteo desde otra mirada. Por lo demás tiene un discurso muy vigente, que tiene que ver con el abuso y cómo a veces hay que mentir para poder lograr un objetivo o para decir mejor una verdad, es todo un juego con la doble moral, que es súper interesante y que está planteado en la película".

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