El Instituto de Cine argentino quiere implantar un gravamen para Netflix y las demás plataformas de streaming o de VOD. Todo parece indicar que esta propuesta se resolverá cuando se levanten las medidas del actual estado de alarma y cuarentena, pero la postura del presidente de INCAA, Luis Puenzo, es extender un "impuesto razonable, simple y justo destinado a fomentar la actividad a medio plazo".

Esta idea surge debido a que las producciones cinematográficas argentinas beben del Fondo de Fomento, que proviene de un porcentaje de todos los tickets en los cines, con el que el Gobierno financia a la actividad de cine en Argentina y que, por culpa del coronavirus, el cierre de cines y la paralización de la industria, está casi agotado.

Esta inactividad ha producido que el Gobierno no haya subvencionado a los cineastas ni haya aumentado este fondo. En tiempos de normalidad, a los argentinos se les aplicaba un impuesto del 10 por ciento por cada entrada de cine, tal y como decía la Ley de Cine de 1994, pero tras esta crisis, la recaudación está a cero.

Así, esta Ley de Cine del año 94 también se aplicaba a los videoclubs y el alquiler de contenido, pero tras el cierre de estos, una importante cantidad de dinero quedó sin ser recaudada. Por ello, el auge que viven las plataformas de streaming ha hecho que el INCAA planeé interponerles impuestos para rellenar ese vacío.

Consideran que la adaptación a las nuevas formas de producción, distribución y exhibición son fundamentales en estos tiempos y más cuando se avecina una crisis financiera en la industria cinematográfica.

Ya el año pasado, Luis Puenzo afirmaba que el cine podía suponer una de las principales actividades económicas de Argentina en unos años.

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