Mónica Lozano y María Novaro, presidentas de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas y del Instituto Mexicano de Cinematografía, respectivamente, han chocado sus posturas por el futuro del cine mexicano y su financiación. En tiempos de crisis por la paralización en la industria, ambos organismos, que coinciden en tener mujeres a su frente, tienen una visión opuesta a la fusión de FOPROCINE con FIDECINE y lo que implica para la financiación de festivales y producciones.

El fideicomiso del Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE) ha sido absorbido por el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine. La directora del IMCINE, María Novaro, ha sido la responsable de esta medida, además de haber recortado medios en el Programa de Estímulo a Creadores Cinematográficos 2020 y al Programa de Otorgamiento de Donativos 2020. Estos recortes los han justificado como respuesta a la inminente crisis del sector. "En cumplimiento con la Ley de Austeridad Republicana y como medida para hacer frente a a emergencia nacional por COVID-19, este año se redujo el monto de apoyo a otorgar a cada uno de los ganadores, así como el número de proyectos aprobados", ha indicado el Programa de Estímulo a creadores Cinematográficos.

Esta medida viene junto a la reciente polémica del correo electrónico de IMCINE en el que pedía a festivales y asociaciones civiles a colaborar con los recortes presupuestarios. "Les pedimos que reduzcan sus expectativas económicas dado que el fondo está reducido también. De esta manera, nos ayudarán a ejercer el recurso disponible de la manera más amplia posible", se decía en el e-mail. "Cuando abrimos la convocatoria del programa de otorgamiento de donativos, las condiciones de salud, sociales y económicas en México eran muy distintas a las que tenemos hoy en día", señaló el IMCINE por la presión del gobierno de López Obrador.

Estos programas, como el Programa de Otorgamiento de Donativos 2020 apoyaban a festivales como el de Morelia, el de Guadalajara o el de Expresión en Corto. Aunque no se sabe con exactitud la cantidad recortada, este hecho choca con las declaraciones de María Novaro que hizo en diciembre y en las que afirmaba que en su gestión el cine mexicano no sería recortado. "Reitero, no se va a recortar un peso a los apoyos de producción", decía. Es por ello, que han surgido voces críticas como las del productor Ulises Pérez Mancilla, que pedía explicaciones, pero, sobre todo, la de la presidenta de la Academia, Mónica Lozano.

Lozano y la AMACC han mostrado su rechazo a la desaparición de FOPROCINE y a las reducciones de presupuesto. La AMACC, que apoyó a estos fondos desde 1997 y tras 400 películas, pidió al Gobierno Federal que aseguraran los fondos, también porque el FIDENT tiene un marcado estilo comercial. Ambos fondos comenzaron con 75 millones de pesos y se han ido reduciendo. Por esto, la AMACC ya se ha movilizado y ha empezado a buscar apoyos que protejan a los trabajadores de la industria, como en Netflix.

"Los trabajadores son la base de la pirámide y somos una misma familia, no podemos permitir que se vean afectados por esto que estamos pasando", comentó Lozano.

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