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Una sola película de Hollywood puede recaudar más que todos los estrenos mexicanos del año

por © Redacción (México)-NOTICINE.com
Airy Nicole y su análisis del cine mexicano
Airy Nicole y su análisis del cine mexicano
Esta es la lectura que hace en el diario Milenio Airy Nicole, de Labodigital, especialista en distribución audiovisual: El desequilibrio de espectadores e ingresos entre el cine mexicano y el de Hollywood se debe a que "le sobra corazón, pero carece del respaldo de sus espectadores", y ello porque "los mexicanos no ven cine nacional".

La columnista expone los resultados de taquilla en México el año pasado: "Registró 341 millones de espectadores, pero sólo 35,2 millones vieron una película nacional. Eso es apenas poco más del diez por ciento. Fueron producidas 216 historias, de las que solamente 101 llegaron a los ojos de esa diminuta congregación de espectadores que nutre la resistencia".

Nicole destaca que además de que las diez películas más taquilleras de 2019 en México fueron estadounidenses y siete de ellas distribuidas por Disney. A la campeona absoluta -"Toy Story 4"- sólo le faltaron 10 millones de espectadores "para igualar la cantidad de asistentes captados por todos los estrenos del cine nacional".

Tras estas cifras hay una situación de desigualdad, ya que el cine mexicano y el de Hollywood no compiten con equidad. "Toy Story 4", sin ir más lejos, dispuso en México de 6128 pantallas (en todo el país existían 7493), mientras que cerca de la mitad de los estrenos nacionales se proyectó en diez salas o menos. "¿Cómo competir? ¡Es imposible!", sentencia la especialista.

Agrega que la reciente extinción de los fideicomisos de apoyo a la creación representa un nuevo desafío, pero considera que "es momento de reinventarnos, de probar nuevas estrategias. Los creadores se han aventurado a realizar un cine de clase mundial. Es hora de convencer a los distribuidores, a los exhibidores y, sobre todo, al público, de apostar por consumirlo".

"El único camino -agrega- para contar las historias que realmente queremos contar: historias que nos emocionen, que evoquen angustias, que griten ¡justicia!, que nos empapen las mejillas de lágrimas y que logren ese arrebato inexplicable que sólo una sala oscura puede provocar, esa huida de la realidad para viajar a la mente del otro".

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