Con motivo de la 19 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), los fundadores de la productora mexicana Piano, Julio Chavezmontes y Sebastián Hoffman, hablaron sobre la situación del cine nacional, llamando la atención sobre el riesgo que corre la industria sin una adecuada inversión pública y un desarrollo de las políticas culturales. En opinión del primero, las conquistas internacionales logradas en los últimos años pueden revertirse sin el apoyo de las autoridades.

Piano comenzó hace 10 años con el film "Halley" (2012), que obtuvo cinco nominaciones a los Ariel. En esta edición del FICM, Piano presenta "Annette", del director de culto Leos Carax y que obtuvo premio a la Mejor Dirección en Cannes. Además, estrena en el festival "Memoria", que consiguió el Premio del Jurado en Cannes y "Bergman Island" que se exhibió en Un Certain Regard. Además, proyectan el documental "Pobo'tzu'- Noche blanca" en el ciclo del Foro de los Pueblos Indígenas.

En entrevista a El Economista, Chavezmontes destacó que "nada puede ser novedoso y un éxito si se puede hacer sin ningún tipo de riesgo". Respecto al apoyo estatal, comentó: "Hay algunas películas cuyo único objetivo es cultural. Este tipo de proyectos tienen otro tipo de retorno: el cultural, pasan a formar parte del patrimonio del país. No es necesario que el retorno sea comercial".

Ambos productores se declaran orgullosos de haber contribuido a la nueva ola del cine mexicano. "En un principio, las películas eran muy pocas al año, eran de muy alto nivel intelectual y estético. Eso es lo más importante, lo que debe comprender la nueva administración. (...) Incluso las más grandes producciones en Hollywood tienen algún tipo de subsidio importante. (...) Nuestra clase política no entiende el valor del patrimonio cultural de México ni en el cine ni en la literatura, ni en las artes en general. Como no lo ve dentro de la monetización más burda, no lo entiende".

"Este problema viene a raíz de la derogación por causas desconocidas del capítulo 7 de la ley Federal de Cinematografía, que obligaba al estado mexicano a impulsar la industria cinematográfica", continúa Chavezmontes. Destaca que "Piano simplemente no hubiera sido posible hace 10 años sin el respaldo de las políticas públicas".

Como ya recordó la presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), Mónica Lozano, durante la pasada ceremonia de los premios Ariel: "Hace ya varios años que el cine mexicano ha conseguido posicionarse al mismo nivel de calidad y reconocimiento internacional que las más importantes cinematografías del mundo. Sin embargo, si no hay un impulso decidido del estado mexicano hacia nuestro cine, corremos el riesgo de quedar convertidos en meros maquiladores de contenidos para las plataformas extranjeras, con pérdida de nuestros derechos autorales y laborales", refleja El Economista.

En febrero se presentó frente al Senado de la República una iniciativa de Ley Federal de Cinematografía y Audiovisual, trabajado por el gremio, que fue rechazada, aunque el senador Ricardo Monreal prometió iniciar diálogo antes del mes de septiembre. A fecha de hoy, el panorama se presenta desalentador para la industria cinematográfica mexicana.

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