Los superhéroes de las dos grandes factorías fílmicas surgidas del comic, Marvel y DC, están perdiendo poderes. Los más recientes estrenos han obtenido muy discretos resultados comparados con las cifras del pasado, y en Hollywood muchos se preguntan si la que durante años ha sido una gallina capaz de generar huevos de oro no ha llegado a su momento de extenuación, sobreexplotada para los cines y las plataformas en forma de películas y series.

En la cuatricromía sobre papel, los héroes casi siempre iban por libre, pero tanto Disney como Warner Bros., dueños desde hace años de las editoriales Marvel y DC Comics respectivamente, se han empeñado en reunirlos, y sobre todo en crear "universos" y "multiversos" que ahora resultan cada vez más difíciles de ordenar con coherencia y de tener una continuidad. Variety ha publicado un reportaje en el que plantea que la ficción audiovisual de supehéroes se encuentra en crisis, lo que representa todo un desafío para los responsables de los estudios, que en las últimas décadas se han enriquecido como nunca con las aventuras de esos personajes nacidos en papel.

En septiembre pasado, un grupo de creativos de Marvel, incluido el jefe de estudio Kevin Feige, se reunió en Palm Springs para la reunión anual del estudio. En la mayoría de los años precedentes, el ambiente habría sido de confianza, incluso arrogante, dada la forma en que la principal marca de superhéroes, propiedad de Disney desde 2009, había remodelado la industria del entretenimiento a su imagen.

Pero esta ocasión estaba llena de angustia: todos en Marvel estaban lidiando con una serie de decepciones en la pantalla, un escándalo legal que involucra a una de sus mayores estrellas y preguntas sobre la viabilidad de la ambiciosa estrategia del estudio de extender la marca más allá de las películas hacia la transmisión. El problema más apremiante que se discutió en la reunión fue qué hacer con Jonathan Majors, el actor que había estado destinado a liderar la próxima fase del Universo Cinematográfico de Marvel como antagonista, pero que ahora se dirige a un juicio en Nueva York este mes por cargos de violencia doméstica.

En la reunión en Palm Springs, los ejecutivos discutieron planes de contingencia, incluyendo la posibilidad de cambiar a otro adversario de cómics, como el Dr. Doom. Pero hacer cualquier cambio traería sus propios dolores de cabeza: Majors ya tenía un gran impacto en el MCU, incluyendo su papel destacado como antagonista en "Ant-Man and the Wasp: Quantumania". Y se le había posicionado como la próxima gran estrella de la franquicia en la serie "Loki", especialmente en el final que prepara a Kang como la estrella titular de una cuarta película de "Avengers" en 2026.

La mala prensa para Majors y las luchas internas en Marvel se han agravado con el inminente lanzamiento en noviembre de "The Marvels", una secuela del éxito de taquilla de 2019, "Captain Marvel", que ha sufrido cambios y refilmaciones de escenas, y ahora temen tenga un bajo desempeño en la taquilla.

Esto marca un giro sin precedentes para una empresa que ha disfrutado de una racha casi ininterrumpida de éxitos desde que comenzó a producir sus propias películas independientemente con "Iron Man" en 2008. Pero la fuente de los problemas actuales de Marvel se remonta a 2020, cuando la pandemia de COVID llevó a una avalancha de contenido interconectado de Marvel para la plataforma de transmisión de su matriz, Disney, Disney+.



El exceso de contenido de superhéroes resultó ser una empalagosa saturación, y las demandas de producir tanta programación tensionaron a la maquinaria de Marvel. Además, la necesidad de desarrollar una narrativa interconectada en tanta series, películas y plataformas diferentes creó una narrativa confusa que desconcertó a los espectadores. Para colmo, el despido de la ejecutiva argentina Victoria Alonso el pasado marzo por un supuesto incumplimiento de contrato al participar en la producción de "Argentina, 1985", puso al descubierto problemas de postproducción relacionados con los efectos visuales. Las prolongadas jornadas de trabajo y la falta de tiempo para pulir esos efectos han llevado a críticas e incluso a la unión sindical de trabajadores de efectos visuales de Marvel en busca de mejores condiciones de trabajo.

A pesar de estos problemas, Marvel no se rinde y busca soluciones. Entre las opciones, se considera la posibilidad de traer de vuelta a personajes icónicos, como Iron Man y Black Widow, que en la ficción murieron -sin pensar en las consecuencias- en "Avengers: Endgame", para un nuevo film de "Vengadores / Avengers". También se espera que la adquisición de la Fox por parte de Disney, que trajo personajes como los X-Men y los Cuatro Fantásticos, permita aportar nuevos personajes y genere el interés de los fanáticos y revitalice la franquicia.

El artículo de Variety solo se refiere a los problemas de Marvel / Disney, pero en la competencia, DC / Warner Bros., las cosas no están mucho mejor. Tampoco sus más recientes estrenos han obtenido brillantes resultados en taquilla, y se está buscando renovación y regresos de personajes icónicos como Superman y Batman, pero nada garantiza ni en un lado ni en el otro que los beneficios desmedidos de antaño vuelvan a repetirse. Las audiencias empiezan a estar saturadas de tantas películas y series de superhéroes. El concepto del dinero cuanto antes, a cualquier precio, y los errores de estrategia en la producción, nos han traído hasta este difícil momento.

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