El director general de Cine español, Guardans, sustituído por el director de la Academia, Carlos Cuadros

por © Redacción-NOTICINE.com
Ignasi Guardans
Ignasi Guardans
Aprovechando el rebufo de la crisis ministerial en el gobierno español que no la ha afectado personalmente, la ministra de Cultura Angeles González-Sinde cesó este jueves al que fue por 18 meses su director general de Cinematografía, el ex eurodiputado nacionalista catalán Ignasi Guardans, y acaba de nombrar para sustituirlo al jienense Carlos Cuadros, al que había años atrás colocado bajo su presidencia como director de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematograficas de España. Todos coinciden en que Guardans ha caído por su enfrentamiento con buena parte del sector en el desarrollo de la Ley de Cine.

El político catalán, cuya relación con el mundo del cine era bastante tangencial, quiso imponer en la Orden Ministerial que hacía efectiva la ley reformas en la política de subvenciones bajo criterios menos proteccionistas, para fomentar la inversión privada y la rentabilidad industrial del sector, pero éste, que durante años ha vivido mayoritariamente de las ayudas públicas sin preocuparse demasiado por la comercialidad de sus películas, no simpatizó ni con sus ideas tachadas de "neoliberales" ni sus formas.

Según algunas fuentes ha sido también la propia actitud personal poco conciliadora de Guardans la que ha acabado provocando su cese. Recientemente acrecentó su nómina de enemigos al querer destituir a Chema Prado, responsable por más de dos décadas de la Filmoteca Española y marido de Marisa Paredes. La presión de muchos profesionales a la ministra fue tan fuerte que ésta le ordenó dar marcha atrás y el incombustible Prado mantuvo su sillón.

González-Sinde, que nombró al que era eurodiputado de Convergencia i Unió -según confesión propia- por tener una gran sintonía personal con él, habría dejado recientemente de considerarlo su amigo, y esta semana ha decidido cambiarlo por el más joven Carlos Cuadros, un gestor cultural con experiencia en diversas instancias profesionales, al que ella misma nombró director de la Academia de Cine cuando fue presidenta.

Sobre sus espaldas tendrá la difícil tarea de reconciliar a las diferentes familias del cine español, las de los productores más ambiciosos, aliados con las televisiones, y los directores y productores de un cine que se autocalifica "de autor" (reunidos en torno a la plataforma "Cineastas contra la Orden") que quieren seguir recibiendo como hasta ahora subvenciones a pesar de la escasa difusión de sus cintas.

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