Profesionales del cine firman carta conjunta para el presidente de Ecuador

por © Redacción-NOTICINE.com
Juan Martín Cuevas y Rubén Torres
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En el contexto del actual 4 Festival Internacional de Cine de Cuenca (Ecuador), un grupo de cineastas y productores nacionales e invitados internacionales se reunieron para discutir la necesidad de exceptuar los bienes culturales del tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos, para luego lograr una ley de cine. Como resultado de este conversatorio llamado "Visión Ecuador" surgió una carta dirigida al presidente de Ecuador, Doctor Alfredo Palacio, y firmada por algunos de los más importantes cineastas ecuatorianos, invitados internacionales y autoridades políticas locales; la cual se reproduce a continuación.

Señor Presidente, en el marco del 4to Festival Internacional de Cine de Cuenca, un grupo de productores y directores de cine y televisión se reunió para debatir sobre un tema impostergable, la ausencia de una política cultural en nuestro país.

La cultura es la expresión y la proyección de una sociedad, junto a la educación es pilar del desarrollo de la misma, permite generar una identidad y marca propia, como también la existencia a largo plazo de esa sociedad. En esa construcción que tiene efectos sociales y económicos, las industrias culturales nacionales juegan un rol fundamental.

En nuestro país el sentimiento permanente de disolución de la sociedad es producto, entre otras cosas, de la falta de una política cultural. En el Ecuador, el fomento, producción, desarrollo y difusión de los bienes culturales se encuentran en una situación de desprotección absoluta.

La necesaria instauración de políticas culturales no puede ser restringida por los acuerdos comerciales. En este sentido, y en el contexto de las negociaciones de los países andinos con los Estados Unidos para la firma del Tratado de Libre Comercio, expresamos que, independientemente de nuestra posición frente al mismo, es imperativo que si se llega a firmar el tratado, se considere una reserva amplia y explícita para los bienes culturales, de otro modo la existencia de muchos de los instrumentos legales e institucionales que requiere nuestra cultura estaría seriamente amenazada.

La figura de reserva cultural ha estado presente desde la creación de la Organización Mundial del Comercio. Con este instrumento, un país salvaguarda su facultad soberana de proteger y fomentar sus industrias culturales.

Cuando no se ha establecido esta reserva cultural, como en la firma del NAFTA (entre Estados Unidos y México), los números hablan por sí mismos: México estrenaba 120 largometrajes por año antes de firmar el acuerdo en 1994, y diez años después su producción cinematográfica cayó a 9 estrenos por año. Las ventas acumuladas de su industria discográfica cayeron en un 45%. El valor de la producción editorial pasó de 105 a 40 millones de dólares.

El conjunto de rasgos distintivos de una sociedad no puede estar regido por las reglas del comercio, actividad que tiene su lógica propia, que no siempre es compatible y coherente con las lógicas de la cultura. ¿Podemos admitir que países enteros vean coartadas sus posibilidades de generar música, literatura, teatro, cine, porque no son competitivos?

Es imprescindible el establecimiento de una política cultural en la que intervengan activamente el Estado y la sociedad civil.

Como creadores y productores cinematográficos y audiovisuales, consideramos que la imagen país es el reflejo de una nación en el extranjero, que afirma su identidad y cultura, y facilita la comercialización de sus productos y servicios. Los medios audiovisuales, por ser masivos, son fundamentales para la difusión de nuestra identidad cultural.

A pesar de que los esfuerzos constantes del medio audiovisual han logrado presentar en veinte años once proyectos de legislación, uno de los cuales llegó a discutirse y aprobarse en el Parlamento, para luego ser vetado por el Ejecutivo, en 1995; somos el único país de la región que no cuenta con una ley de fomento al Cine y al Audiovisual.

Las industrias culturales son además importantísimas generadores de ingresos, y por tal razón, independiente del tamaño de su economía, o del grado de apertura al mercado, la mayoría de países protegen su producción cultural.

Por todas estas razones, Señor Presidente, le pedimos: Que en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio se incluya una amplia reserva para los bienes culturales y la educación; que el tema de la política cultural encuentre espacios de discusión en el proceso de diálogo social que su gobierno ha iniciado, para avanzar en el proceso de formulación; y que nos de su respaldo y compromiso práctico para la formulación de un proyecto de ley de cine.

Por la atención que estamos seguros Usted brindará a este tema, quedamos desde ya muy agradecidos. De usted, muy atentamente, Gabriela Alemán, Peky Andino, Pedro Andrade, Víctor Arregui, Olivier Auverlau, Eliécer Cárdenas, Patricio Castillo, Jaime Cuesta, Juan Martín Cueva, Walter González, Gonzalo Gonzalo, Yanara Guayasamín, Tania Hermida, Diego Jaramillo, Christian León, Camilo Luzuriaga, Fernando Mieles, Pablo José Mogrovejo, Eduardo Montaleza, Patricio Montaleza, María Auxiliadora Narváez, Hernán Pacurucu, Carlos Pérez, Iván Petroff, Juan Rhon, Marco Salvador, Jorge Luis Serrano, Natalie Sigüenza, Rubén Torres, Abraham Urdiales, Jackeline Verdugo, Oscar Webster y Jeannine Zambrano; los invitados Extranjeros del Festival -Luis Jiménez, Jorge López, Ricardo Amunátegui, Pedro Zurita, Lucie Berckoff, Nicolás Balbi, Guillermina Rosales y Rodrigo Orellana-; y Marcelo Cabrera, Alcalde de Cuenca, y Jaime Astudillo, Rector de la Universidad de Cuenca.