Por Edurne Sarriegui

Gonzalo Calzada ("Luisa", "La plegaria del vidente") elige la referencia histórica de la epidemia de fiebre amarilla que asoló Buenos Aires en el año 1871 como marco para situar su último trabajo, "Resurrección". Esta ubicación temporal, así como el uso de determinados elementos referidos a cultos y mitos del litoral argentino, le dan a este acertado film de "terror gótico" un indudable colorido autóctono.

Aparicio (Martín Slipak) es un joven seminarista que se encuentra en Córdoba a punto de ser ordenado. Viviendo una profunda experiencia mística cree que su deber es acudir a la ciudad de Buenos Aires para socorrer a las víctimas de la epidemia que diezmó a la población de la urbe postcolonial. Durante el trayecto pasa por la casa de su familia, "El paraíso", donde encuentra un paisaje desolador. Su hermano médico (Adrián Navarro) agoniza a consecuencia de la peste, su cuñada y su sobrina están aisladas en la capilla de la propiedad y los criados abandonaron la casa por temor al contagio después de saquearla. Solo queda a cargo del cuidado de todo un viejo criado, Ernesto Quispe (Patricio Contreras).

El autor divide la narración en tres capítulos y un epílogo trazando un paralelismo entre la pasión de Cristo y la agonía del protagonista. El terror de "Resurrección" no está causado por entes sobrenaturales sino por el miedo de los personajes a la muerte, a la enfermedad desconocida, a los extraños que se creía eran causantes de la peste y por la desconfianza hacia las intenciones de los cercanos. Ni la fe del sacerdote ni la ciencia del médico alcanzan a estos hombres para superar la angustia metafísica causada por una situación que no pueden manejar.

El terror gótico se opone a la razón. Refleja el miedo a lo desconocido y a la incapacidad del hombre para dominar determinados aspectos de la existencia. Gonzalo Calzada maneja con destreza los recursos del género y traza una línea difusa entre la realidad y la ensoñación de los personajes. Consigue crear climas de misterio sobrenatural en un ambiente ruinoso fotografiado con una neblina que sugiere lo oculto. La casa y el parque que la rodea juegan un papel importante en la puesta en escena que cuida hasta los más mínimos detalles.

Merece una mención especial el trabajo del ilustrador e historietista Enrique Breccia, que realizó los dibujos que acompañan los títulos iniciales y que hacen referencia al flagelo de la plaga en Buenos Aires.       

"Resurrección" no pertenece a un género que arrastre a gran número de adeptos pero sin duda reúne grandes méritos que la hacen merecedora de la atención del público.

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