Por Juan Pablo Russo    

Thriller minimalista centrado en un triángulo amoroso es la propuesta que el actor, guionista y director Sebastián D'Angelo ofrece en "Tríada" (2016), película codirigida por un experto en cine de género como lo es Santiago Fernández Calvete ("Testigo íntimo", 2015), que ya está en las pantallas argentinas.

Julia (Mercedes Oviedo), Matías (Sebastián D'Angelo) y Rodrigo (Gustavo Pardi) conforman el trío protagónico de una historia que permanentemente juega con el suspense ante un final que parece anunciado. En la primera escena de "Tríada" se ven a tres personas saliendo de un local nocturno, se suben a un auto, y luego de un tramo el conductor acelera bruscamente mientras le desabrocha el cinturón de seguridad a la mujer. Todo indica que va a estrellarse contra una pared y que por alguna razón quiere librarse de ella. Flashback a unos meses antes.

Julia es una artista plástica en busca de una oportunidad que por casualidad va al bar de Matías. Se encuentran, hay flechazo y al poco tiempo Julia termina viviendo en casa de Matías, un tipo que desde que se presenta tiene todos los estereotipos del hombre violento. La convivencia no sale como la habían planeado y la relación empieza a desbarrancarse. En medio de la crisis aparece Rodrigo, el mejor amigo de Matías, detonando una bomba que no terminaba de estallar.

Sebastián D'Angelo combina el drama romántico con el thriller pasional dando como resultado un film noble y sin grandes pretensiones, donde lo más interesante recae en la construcción visual, el desenvolvimiento del trio actoral y el sorpresivo final donde nada es como parecía ser.

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