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Crítica: "Lo que de verdad importa", muchas buenas intenciones

por © NOTICINE.com
"Lo que de verdad importa"
Por Sergio R. Tena     

"Lo que de verdad importa" (2016), es la nueva película -y proyecto solidario- de Paco Arango, autor de "Maktub". Destaca por un hecho novedoso que pocas veces se da, su naturaleza 100% benéfica, ya que toda la recaudación irá destinada íntegramente a la red de campamentos para niños enfermos SeriousFun Children’s Network, fundada por Paul Newman y con la que la Fundación Aladina (presidida por Arango), colabora estrechamente.

El director realiza congresos donde comparte su experiencia dentro de la Fundación Aladina y explica su labor benéfica junto a SeriousFun Children’s Network: "A ambas organizaciones nos une un objetivo: valorar lo que de verdad es importante y transmitir esos valores a los más jóvenes, sembrando ilusión. Lo mismo que pretendo con mi cine".

El film está protagonizado por Oliver Jackson-Cohen ("Drácula de NBC, Mr. Selfridge, Un mundo sin fin / World Without End"), Camilla Luddington ("Anatomía de Grey / Grey's Anatomy"), el legendario Jonathan Pryce, famoso en estos últimos tiempos por su interpretación de "El Gorrión Supremo" en la exitosa, premiada y aclamada "Juego de tronos / Game of Thrones", Kaitlyn Bernard y Jorge García ("Perdidos / Desaparecidos / Lost"). En el apartado técnico destacan, entre otros, Javier Aguirresarobe como director de fotografía ("Los otros / The Others",  "Vicky, Cristina y Barcelona"), Nathan Wang como compositor de la música y la montadora Teresa Font.

Alec (Oliver Jackson-Cohen), un hombre cercano a los 30 años, y marcado por la muerte de su hermano, el único familiar que le quedaba, se encuentra inmerso en una vida disoluta tras la muerte de éste. Agobiado por deudas de apuestas y dueño de un negocio sin futuro, recibe la visita de un desconocido pariente, su tío. Éste le ofrece asumir sus deudas a cambio de mudarse durante un año a Nueva Escocia (Canadá), lugar de origen de sus antepasados. Alec acepta la oferta y se traslada allí, lo que no espera es el motivo por el que su tío acude en su ayuda. Alec desciende de un linaje de curanderos que tienen la capacidad de sanar a la gente que pasa algún tiempo cerca de él. Allí conoce a Cecilia (Camilla Luddington)  y a la joven Abigail (Kaitlyn Bernard), una niña de 11 años con cáncer, dos personas que marcarán su estancia en la pequeña comunidad y sacaran lo mejor de él.

Un "Elegido" incrédulo, una chica guapa y un guía espiritual que llevará al protagonista por el camino que, se supone, debe recorrer para cumplir la misión para la que ha sido elegido. Una historia mil veces contada. Sin embargo, la originalidad de esta película proviene de su naturaleza benéfica y el mensaje que quiere hacernos llegar, que es lo más importante. No es una película para lucirse y demostrar nada, tampoco lo pretende, sólo intenta remover algo dentro del espectador y hacerle un poco más conscientes de una realidad que están sufriendo muchos niños en el mundo, haciendo posible que todo el que quiera colaborar, siendo todo el equipo el primero en haberlo hecho con esta iniciativa, pueda contribuir de una forma sencilla y amena, disfrutando de una película entrañable y divertida. Es un film tierno que nos hará por momentos esbozar una sonrisa y que olvidemos, también nosotros, la tragedia que nos están contando, gracias a la sonrisa de Abigail y su ilusión por disfrutar del tiempo que le quede. Su final es predecible, pero eso es lo de menos, a quién le importa, es lo que nos gustaría que ocurriera en la vida de todos estos niños.

Es posible que las constantes alusiones religiosas, cristianas en concreto, puedan causar cierto rechazo a algunos espectadores, pero si se eliminarán, el mensaje seguiría siendo el mismo, hay que tener y dar esperanza, además promover el poder curativo del amor, y con eso hay que quedarse.

Como ejemplo de la actitud de estos niños ante la vida y su enfermedad podemos recoger algunas de las frases que han dejado en la web de SeriousFun Children’s Network: "He estado tan concentrado en estar enfermo, que a veces me olvido que hay mucho más para mí", "En el campamento, no soy 'ese niño enfermo'. Soy sólo un niño que es increíble a su manera", "Ahora estoy mucho más seguro. No tengo miedo a los desafíos, incluso diría que los busco".

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