Crítica: "Animal", despiadado y efectivo retrato de supervivencia
- por © NOTICINE.com
Por Edurne Sarriegui
"Animal", del argentino Armando Bo, se estrena en su país después de un intento fallido por llegar a la última edición del Festival de Cannes. El autor de "El último Elvis" vuelve a contar con la colaboración de Nicolás Giacobone en este drama de individualismos exacerbados y egoísmos, que muestra una sociedad en la que las miserias morales atraviesan todos sus estamentos y clases. Retrato un tanto cruel y despiadado del individuo gobernado por su propio interés, guiado por el instinto más básico y animal, que es el de la propia supervivencia.
Armando Bo Jr. pertenece a una familia de honda raigambre cinematográfica argentina. El nombre de su abuelo -que él heredó- trascendió las fronteras nacionales gracias a la parte de su filmografía, erótica y kitsch, que tuvo como protagonista a su pareja, Isabel Sarli, ícono sexual que provocó las fantasías de varias generaciones locales y foráneas.
Antonio Decoud (Guillermo Francella) es gerente de un frigorífico en la ciudad de Mar del Plata. Vive con su esposa Susana (Carla Peterson) en el barrio residencial más elegante de la ciudad. Su idílica vida familiar se ve perturbada súbitamente por la inesperada enfermedad de Antonio. Un fracaso renal, las limitaciones en su vida que ello impone y la consecuente dependencia de la diálisis para sobrevivir, descubren una faceta desconocida del hombre tranquilo, amable y contemporizador que fue hasta ese momento.
La desesperada lucha del protagonista por conseguir un riñón para efectuar un trasplante pondrá en evidencia el lado más oscuro y egoísta de su alma. No será el único en mostrar una faceta desagradable de su personalidad. Sus antagonistas, Elías (Federico Salles) y Lucy (Mercedes de Santis) -la pareja dispuesta a hacer la donación del órgano a cambio de dinero- muestran el lado oscuro de la pobreza haciendo gala de todos los vicios y defectos atribuibles a la vagancia y el malvivir.
El guion de los ganadores del Oscar Bo y Giacobone muestra las telarañas depositadas en los corazones de los personajes. Resulta una catarsis en la que todos dan muestras de ese instinto animal regido por la filosofía del egoísmo cuando la oportunidad permite que aflore.
Son de destacar las actuaciones potentes de ambas parejas: Francella y Peterson lejos de los registros cómicos que les llevaron a la fama, y Salles y De Santis, que se ponen acertadamente en la piel del par de malvivientes dispuestos a llegar hasta donde sea necesario para conseguir lo que quieren.
"Animal" es una cinta que transporta hábilmente al espectador en un viaje impensado a través del comportamiento de sus criaturas. Nada hace pensar al inicio, que el grato entorno familiar de los Decoud, en apariencia perfecto, se irá desmoronando a medida que aumenta el dramatismo de la situación. A pesar de eso, la mirada del realizador nunca es sombría, evita tomar partido por alguien y se anima a denunciar a toda una sociedad.
Dinámico e inteligente, impecable en su realización, capaz de despertar emociones en el público, es una de las mejores opciones que el cine argentino promete para este año.
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"Animal", del argentino Armando Bo, se estrena en su país después de un intento fallido por llegar a la última edición del Festival de Cannes. El autor de "El último Elvis" vuelve a contar con la colaboración de Nicolás Giacobone en este drama de individualismos exacerbados y egoísmos, que muestra una sociedad en la que las miserias morales atraviesan todos sus estamentos y clases. Retrato un tanto cruel y despiadado del individuo gobernado por su propio interés, guiado por el instinto más básico y animal, que es el de la propia supervivencia.
Armando Bo Jr. pertenece a una familia de honda raigambre cinematográfica argentina. El nombre de su abuelo -que él heredó- trascendió las fronteras nacionales gracias a la parte de su filmografía, erótica y kitsch, que tuvo como protagonista a su pareja, Isabel Sarli, ícono sexual que provocó las fantasías de varias generaciones locales y foráneas.
Antonio Decoud (Guillermo Francella) es gerente de un frigorífico en la ciudad de Mar del Plata. Vive con su esposa Susana (Carla Peterson) en el barrio residencial más elegante de la ciudad. Su idílica vida familiar se ve perturbada súbitamente por la inesperada enfermedad de Antonio. Un fracaso renal, las limitaciones en su vida que ello impone y la consecuente dependencia de la diálisis para sobrevivir, descubren una faceta desconocida del hombre tranquilo, amable y contemporizador que fue hasta ese momento.
La desesperada lucha del protagonista por conseguir un riñón para efectuar un trasplante pondrá en evidencia el lado más oscuro y egoísta de su alma. No será el único en mostrar una faceta desagradable de su personalidad. Sus antagonistas, Elías (Federico Salles) y Lucy (Mercedes de Santis) -la pareja dispuesta a hacer la donación del órgano a cambio de dinero- muestran el lado oscuro de la pobreza haciendo gala de todos los vicios y defectos atribuibles a la vagancia y el malvivir.
El guion de los ganadores del Oscar Bo y Giacobone muestra las telarañas depositadas en los corazones de los personajes. Resulta una catarsis en la que todos dan muestras de ese instinto animal regido por la filosofía del egoísmo cuando la oportunidad permite que aflore.
Son de destacar las actuaciones potentes de ambas parejas: Francella y Peterson lejos de los registros cómicos que les llevaron a la fama, y Salles y De Santis, que se ponen acertadamente en la piel del par de malvivientes dispuestos a llegar hasta donde sea necesario para conseguir lo que quieren.
"Animal" es una cinta que transporta hábilmente al espectador en un viaje impensado a través del comportamiento de sus criaturas. Nada hace pensar al inicio, que el grato entorno familiar de los Decoud, en apariencia perfecto, se irá desmoronando a medida que aumenta el dramatismo de la situación. A pesar de eso, la mirada del realizador nunca es sombría, evita tomar partido por alguien y se anima a denunciar a toda una sociedad.
Dinámico e inteligente, impecable en su realización, capaz de despertar emociones en el público, es una de las mejores opciones que el cine argentino promete para este año.
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