Por Carolina G. Guerrero     

La española "Ofrenda a la tormenta" (2020) es la película que cierra la trilogía del Baztán, la esperada última entrega de esta saga inspirada en las novelas de Dolores Redondo, y que finalmente se estrenó en la plataforma Netflix, y no en una sala de cine como sus antecesoras, "El guardián invisible" y "Legado en los huesos".

Las dos ultimas cintas fueron rodadas simultáneamente, como en las grandes producciones hollywodenses, durante varios meses, en tierras navarras principalmente.

Las historias oscuras que inspiraron las novelas están repletas de los ingredientes suficientes para que las cintas puedan funcionar, aunque se pueden apreciar algunos fallos de rodaje y montaje.

El denominador común, y el plato fuerte, es la gran interpretación de su protagonista, la sufrida Amaia (Marta Etura), que hizo suyo el papel desde la primera entrega, ese personaje tan humano y vulnerable, a la vez que determinante y valiente.

"Ofrenda a la tormenta", sigue el hilo de sus dos antecesoras, y no se puede ver ni entender esta cinta sin las predecesoras.

Muchos de los personajes aparecen en las tres, y otros se han ido incorporando. En la segunda entrega hicieron su aparición dos grandes actores, no excesivamente aprovechados, Imanol Arias, que encarna a un muy intrigante cura del Opus Dei, y Leonardo Sbaraglia, quien interpreta al juez Javier Marquina, desde su aparición alguien con una sombra alargada... que intenta dominar a la inquieta e incansable Amaia Salazar.

Los bellos, misteriosos y evocadores paisajes del Baztán, son el escenario perfecto para estas historias inspiradas en la mitología navarra y vasca, el verde intenso y la lluvia están presentes permanentemente, lo mismo que las escenas nocturnas y a media luz.

Amaia está en Elizondo con su marido estadounidense y su bebe, al que salvaron la vida en el ultimo momento en la película anterior, de manos de su abuela, una mujer trastornada y salvajemente cruel, que en numerosas ocasiones intento acabar con la vida de su propia hija Amaia cuando esta era una niña, y también en edad adulta.

Ahora dan a la anciana por desaparecida en el rio, y algunos presumen que esta muerta, pero Amaia sabe que no, y seguirá todos los rastros posibles para dar con ella, porque es una persona altamente peligrosa y dañina, pero mientras esto ocurre, salen a la luz las muertes súbitas de bebes, que supuestamente han sido sacrificados por una oscura secta a la que su madre y otras personas del entorno pertenecen.

Estamos ante el mal en su estado mas despiadado y cruel.

A lado de Amaia sigue su fiel escudero, Jonan, interpretado por Carlos Librado.

Su director, Fernando González Molina, comentó a los medios que esta trilogía es una espiral que gira alrededor de una familia, La Salazar, también sobre la maternidad, de una manera positiva, y de la otra cara de la maternidad a niveles diabólicos y degenerados.

Es este un Thriller, avieso, desgarrador y que hace retorcerse al espectador, que le invita a sumergirse en este oscuro universo de asesinatos, suicidios inducidos y sacrificios. Habla de un tema tan aterrador y peligroso como son las sectas.

La pareja formada por la inspectora y su ayudante Jonan, que llevan años persiguiendo y descubriendo a los malos, será puesta a prueba en esta ocasión. El juez Marquina arrastra en su plan a la inspectora navarra hasta llegar a un juego de seducción previsible y algo torpe, a pesar de lo irresistible de su artífice, un Leonardo Sbaraglia que luce esplendoroso dentro y fuera de la cama…

La historia se complica cuando el juez Marquina despliega todos sus encantos para intentar distraer la atención de la inspectora Salazar, y boicotear su trabajo de investigación. Amaia, aunque enamorada de su marido, un artista estadounidense de carácter muy blando y demasiada paciencia, que siempre la espera cuidando de su pequeño bebe, y al que ella apenas dedica tiempo, a la chica las atenciones y gestos de su superior le perturbaran hasta el punto de dudar en doblegarse o no a la fuerte tentación.

Este ultimo capitulo tiene digamos una fuerte carga emocional. Hay varias desapariciones trágicas de personajes claves, que hacen mella en el espectador, tocándole la fibra de la sensibilidad hasta llegar al llanto.

La cinta consigue su objetivo, entretener, mantener el interés y la tensión del espectador y ademas conseguir que se involucre emocionalmente.

La pena ha sido tener que renunciar a estrenar una cinta tan visual, pensada para la pantalla grande, y optar por estrenarla en Netflix, donde si funcionaron excelentemente la primera y segunda parte,. No era este el destino de esta producción, pero esta crisis que estamos viviendo con la pandemia ha sido determinante a la hora de optar por esta plataforma, aunque la cinta ya estaba finalizada cuando comenzó la pesadilla del confinamiento, y su estreno estaba previsto para el 27 de marzo.

Suponemos que tendrá como no su audiencia digital asegurada, pero es imposible, no entristecerse por el mal futuro que les espera a los cines. Les va a costar mucho levantar cabeza después de esta crisis viral que nos ha tocado vivir mundialmente.

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