Por Edurne Sarriegui    

Los argentinos Juan Pablo Sasiaín y Ezequiel Tronconi estrenan "El encanto" (2020), el primer trabajo que les reúne como realizadores y guionistas. Además de eso, Tronconi interpreta a Bruno, el protagonista de la historia, mientras que Sasiaín se reserva un pequeño papel interpretando a un amigo de Bruno. De esta manera, ambos se encuentran a ambos lados de la cámara en este predecible drama romántico que tiene como hilo conductor los miedos masculinos a la hora de enfrentar la paternidad.

Bruno y Julieta (Mónica Antonópoulos) son una pareja moderna y asentada. Llevan adelante una larga relación que aparenta estar consolidada. Pero esa apariencia comienza a resquebrajarse cuando los deseos de ser madre de Julieta no coinciden con los de Bruno, que teme no ser capaz de enfrentar los cambios que conllevaría la paternidad. Sobre todo, parece pesar en él la idea de la pérdida de libertad, idea que refuerzan constantemente sus amigos.

Julieta, que atraviesa un momento de éxito profesional, cree que el tiempo de proyectar una familia ha llegado y reclama a su pareja por su constante huída para eludir el tema.

Ante esta situación de  tensión en la pareja, Bruno toma una serie de decisiones que no hacen sino deteriorar la relación.

La originalidad de la cinta reside en la utilización del punto de vista masculino sobre un asunto al que la mayoría de las veces se la da una perspectiva femenina. Fuera de eso, el film transita todos los lugares comunes de una historia de pareja y sus desencuentros.

Con una narración bastante previsible, la película se desliza sin dificultad y sin sorprender, cayendo en los clichés acostumbrados y apuntando, sobre todo, a los miedos e incertidumbres de su protagonista que contrastan fuertemente con la seguridad de su mujer.

Aunque pone un toque de originalidad en el punto de vista, "El encanto" no consigue remontar el vuelo para destacarse.

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