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Crítica: "La boda de Rosa", vivir para los demás… ¿o no?

por © NOTICINE.com
Candela Peña, en "La boda de Rosa"
Candela Peña, en "La boda de Rosa"
Por Eduardo Larrocha    

En los primeros minutos de "La boda de Rosa" (2020), de la española Icíar Bollaín, asistimos a una carrera extenuante del personaje al que da vida Candela Peña. Hace ya un lustro que esta mujer ha sobrepasado los cuarenta y ¡por fin! se da cuenta de que su vida está planificada en un agotador cumplimiento del deseo de los demás.  

Rosa decide cambiar el rumbo  y comprometerse, por encima de todo y de todos, consigo misma. Su padre, sus hermanos y su hija tienen otros planes para ella y se resisten al cambio. Una boda singular y rompiendo todos los esquemas marcará la nueva dirección de la protagonista del último trabajo delante de la cámara de Iciar Bollaín realizado justo después de "Yuli".
    
Ha dicho la directora al presentar su nuevo largometraje que "Conciliar lo que quiere Rosa con lo que quieren los demás se convierte en una tarea titánica, incluso aunque se trate de organizar su propia boda. Hay muchas Rosas entre nosotros y todos somos un poco Rosa. Aprender a saber lo que uno quiere y no renunciar a ello es una asignatura difícil de aprobar y a veces no se consigue en toda la vida".
    
Junto a  Candela Peña, vemos a Sergi López en el papel de Armando, el hermano mayor de Rosa. Nathalie Poza es Violeta, su  alocada hermana mayor, y Ramón Barea, da vida a Antonio, el padre de la novia. Paula Usero, que ya trabajó  a las órdenes de la directora en "El Olivo" interpreta a Lidia, la hija de la protagonista.

Como Iciar Bollaín es una buena directora de actores, además de haber contado con un casting ajustado a sus personajes, los intérpretes hacen muy bien su papel, especialmente la protagonista que parece al borde de la extenuación desde esa primera carrera de obstáculos. Para disfrutar de la película habrá que sentir empatía sobre todo con los avatares de Rosa. No será difícil para todos los  que puedan sentir como propias las dudas sobre el rumbo de la propia existencia.
    
Iciar Bollaín ha escrito el guión junto a Alicia Luna, con la que ya había trabajado hace quince años al escribir juntas "Te doy mis ojos". La coguionista ha declarado que "La boda de Rosa" tiene que ver "con nuestras decisiones de vida: porque llegas a una edad en la que te das cuenta de que hay muchos sueños que no has podido cumplir por estar expuesta a lo que los demás deciden que tú hagas".  
     
El guión de esta producción española es sencillo, sin pretensiones, dando un aire cómico a la tragedia que vive la protagonista, ofreciendo a cambio una propuesta de libertad personal. Después de abordar temas más comprometidos socialmente en "También la lluvia", "Katmandú, un espejo en el cielo" y "El olivo" junto a Paul Laverty, la realizadora explora la conciliación entre la vida propia y nuestras aspiraciones personales y las relaciones con los demás. Será más difícil de alcanzar ese objetivo si encima el personaje es una mujer.
     
"Que no, que no" es el grito de libertad que en forma de canción ha compuesto Rozalen para animar "La vida de Rosa". Lo que le ocurra después de su sabia decisión al personaje arquetipo de ese modo de ser en femenino no tiene porqué ser un camino de rosas, pero ella lo habrá intentado.
     
La nueva película que hace más de un año la directora comenzó a rodar en escenarios de Valencia, Benicasim, Alcácer, Picasent, Catarroja, Silla y Paterna, se ha  estrenado en el Festival de Málaga, otro más de los certámenes que por el coronavirus se ha tenido que aplazar.  

Del mes de marzo los participantes han tenido que esperar hasta esta misma semana de agosto. Después de ser bien acogida en el Festival de cine en español, "La boda de Rosa" llega a las salas comerciales para disfrute del público español.

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