Esta semana, en una conversación efervescente y extensa dirigida por el reconocido actor estadounidense Alec Baldwin ("Blue Jasmine", "La lectora / Blind") durante el Festival de Cine de Tribeca, el director mexicano Guillermo del Toro compartió el valor de la sabiduría y apreciación cinematográfica de Criterion Collection, distribuidora norteamericana de reconocido prestigio que, para primavera de este año, pondrá en marcha una nueva plataforma de video on demand tras firmar un acuerdo con Warner Media: The Criterion Channel. Además, el cineasta mexicano habló también sobre su carrera y su proceso creativo, así como sus proyectos -en los que parece haber renunciado a resucitar a Frankenstein- durante un encuentro que duró más de una hora.

Durante la entrevista, Baldwin preguntó si Del Toro tenía la intención de colocarse tras la cámara para una nueva versión de algunos de los monstruos clásicos, ya que durante mucho tiempo se habló de su devoción a esas criaturas que se remontan a la era del cine silente y brillaron en los años 30.

Sobre ello, el mexicano confesó: "Tuve la idea de hacer `Frankenstein´ y `La novia de Frankenstein´, pero no creo que vaya a suceder. Las películas que hago, la mayoría de las veces las hago porque la premisa es absolutamente loca", continuó. "Cuando estás en un set y has absorbido 100 años de cine tienes que parar y decir: `Ok, eso es lo que normalmente sucedería en esa película. ¿Qué puedo hacer para que sea diferente?´ Y te detienes a ti mismo. Cuanto más viejo te haces, más diferente quieres ser".

Seguidamente, Del Toro arrojó numerosos aforismos desde un punto de mira algo brusco sobre el arte del cine, diseccionando el oficio de dirigir de una manera que resultó emocionante para la audiencia, aspiren o no a realizar películas. "Estás organizando un accidente", dijo sobre la dirección, para después pasar a describirla como "negociaciones de rehenes con la realidad". Con ello, se refirió a que su forma de trabajar consiste en prepararse a la perfección las historias, escribiendo de 8 a 10 páginas de biografía sobre cada personaje, creando un guion gráfico y planificando cada composición, un método asociado al reportaje que plasmó en dos de sus películas: "El laberinto del fauno / Pan´s Labyrinth" y "Pacific Rim".

Además, confesó que los resultados de las películas los escuchaba durante las sesiones de storyboard de la madrugada. Y entre otras de las ideas que compartió ante Baldwin y el público, estaba el hecho de que siempre escribe partes con actores específicos en mente. Si no están disponibles para interpretar el papel, "simplemente la película no se hace", explicó.

En lo que a la adaptación al sistema de estudio respecta, ambos cineastas compararon notas, confesando que tanto uno como otro habían sufrido altibajos a lo largo de los años.

"Como director, es tu deber siempre superar de manera responsable el alcance y el presupuesto. Si tienes suficiente tiempo y suficiente dinero, estás jodido". Y ante carcajadas de la audiencia, agregó: "Puede que aquí esté gordo", dijo señalando su estómago, "pero no aquí", indicando esta vez su cabeza. "Aquí arriba tengo un sixpack" –abdominales-.

A continuación, algunos de los aplausos más fuertes vinieron por la explicación de Del Toro por su amor a los monstruos, que se profundizó en una serie de observaciones reflexivas y poderosas. "Vivimos en un mundo ahora mismo convertido en un lugar narcisista. Hay una dicotomía entre el blanco y el negro. Nadie es blanco y negro. Todos existimos en el medio. Tenemos derecho a ser polícromos".

Y con una reflexión que concluyó en la idea de que la complejidad humana encuentra su expresión en los monstruos, agregó: "Los medios nos dicen que seamos perfectos de muchas maneras. Tienes que tener el pelo perfecto, los dientes perfectos. Nunca dejes que te vean sudar. No, no, no, no, no. Déjame sudar. No tengo dientes perfectos. No tengo el pelo perfecto. Quiero ser un buen ser humano y para eso no hay anuncios".

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