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Aborto y cine en la Argentina

por © Esther González-NOTICINE.com
Pablo Giorgelli dirigió "Invisible"
Pablo Giorgelli dirigió "Invisible"
La capital porteña acaba 2020 con las calles copadas de una marea verde que repite el lema "Lo conquistamos. ¡Es ley!". Casi tocando el final del año el Senado argentino legalizó la interrupción del embarazo de hasta catorce semanas. El cambio legislativo lleva años estando en la agenda de las mujeres, pero también de los cineastas locales, que tanto a través del documental como de la ficción, con títulos como "Niña Mamá", de Andrea Testa; el largometraje de animación "Vicenta". con la dirección de Darío Doria, o el drama de Pablo Giorgelli "Invisible", muchos han sido los creativos que han querido manifestar su lucha contra lo que consideran un derecho legítimo.

El aborto legal se aprobó por el Senado en Argentina con la alegría manifiesta de la "marea verde" tras casi un centenar de años de lucha. La presión de grupos religiosos y conservadores no han conseguido detener lo que se venía anunciando desde hacía tiempo. El senado con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención ha hecho ley la que parecía una eterna prohibición. Durante todos estos años, el cine argentino quiso criticar la muerte y las secuelas que los abortos ilegales o embarazos no deseados que golpeaban a las mujeres del país.

En primer lugar, como muestra del dolor de estas mujeres, se presentaba en 2013 el documental "Yo aborto, tú abortas, todos callamos". de la realizadora Carolina Reynoso. La película presentaba los testimonios de siete mujeres, incluida la propia Reynoso, que tomaron la decisión de abortar en la Argentina a pesar de la ilegalidad.

Otro de los proyectos que abordaban la interrupción del embarazo es "Niña Mamá", de Andrea Testa, donde presentaba a un grupo de mujeres que se mantenían criando a sus hijos en situaciones de violencia e incapacidad. El film presentado en 2019 transcurre en la intimidad de de un hospital público con maternidades adolescentes y mujeres en riesgo de desamparo.

Otra de las cintas más aclamadas por el movimiento feminista es "Que sea ley", presentada en el Festival de Cine de San Sebastián, su título corresponde al lema de esta lucha de la mujer. La película de Juan Solanas cuenta los testimonios del colectivo por la legalización del aborto.

En el plano de la ficción, se estrenaba recientemente "Vicenta", un film de animación dirigido por Darío Doria. La película basada en un hecho real, cuenta la historia de Vicenta Avendaño, una mujer pobre y analfabeta que descubre que su hija de 19 años, que tiene un retraso madurativo, ha quedado embaraza tras una violación por un familiar. A pesar de estar amparada por la ley, dadas las circunstancias de la concepción, la mujer se encuentra con una infinidad de obstáculos para que la adolescente pueda abortar. "Vicenta" retrata la incansable lucha de una madre por los derechos de su hija.

Otra reciente historia sobre el drama del aborto y sus efectos es "Invisible", de Pablo Giorgelli, que tiene como protagonista a una adolescente, Ely (Mora Arenillas), quien cursa el último año del secundario y el colegio no le despierta el menor interés. Además trabaja en una veterinaria, se ocupa de hacer las compras y cuando llega tarde a casa se encuentra con su madre deprimida que no es capaz de salir a la calle ni de trabajar. Ely de algún modo parece la cuidadora de su madre.

Mantiene una relación puramente sexual con un compañero de trabajo, un hombre que le dobla en edad y está casado. Cuando se da cuenta de que está embarazada, está firmemente decidida a no seguir adelante con el embarazo y solo cuenta con una amiga, tan joven e inmadura como ella, para hablar de ello.

El derecho a la interrupción del embarazo durante las primeras semanas sigue siendo motivo de discusión y debate, no sólo en Argentina sino en otros países en los que la ley no termina de aterrizar. Basándose en la controversia del tema, son muchos los directores que han tratado el aborto en el cine, desde la seriedad a, incluso, la comedia, si hablamos de "Juno", de Jason Reitman o desde el tratamiento más trágico del rumano Cristian Mungiu en "4 meses, 2 semanas, 3 días".

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