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Los actores Gael García Bernal y Diego Luna, recién premiados en Venecia, forman parte de una nueva generación de jóvenes intérpretes mexicanos surgidos de la televisión. De hecho, se conocieron al trabajar a los 12 años en la telenovela "El abuelo y yo". Ambos coinciden también en sus ambiciones, espíritu de trabajo y buen conocimiento del inglés, lo cual les está abriendo un mercado internacional. Y esto es sólo "el principio", como ellos mismos han asegurado en el Lido.

Aunque Diego es muy popular por sus apariciones en la pequeña pantalla, tiene tras sí algunos importantes títulos en cine, como "Un hilito de sangre", "El cometa", "Un dulce olor a muerte", "Todo el poder"... Sin embargo, fuera de México ha sido "Y tu mamá también" la que empieza a darle a conocer. Luego participó en la película norteamericana de John Carpenter "Vampires: los muertos". "Es lo mejor que me podía haber pasado, además de ser un placer. Llegamos hasta acá y recién empezamos", dijo Luna poco después de recibir su premio en Venecia de manos del actor norteamericano Peter Fonda.

Gael, por su parte, saltó a la fama gracias a "Amores perros" y mientras estudia interpretación en el Central School of Speech and Drama, no cesa de recibir ofertas llegadas de todas las partes del mundo. Ha protagonizado después de la cinta de González Iñárritu en España "Sin noticias de Dios", con Penelope Cruz y Victoria Abril; "Vidas privadas" en Argentina, con Cecilia Roth (quien por cierto estaba en el jurado de Venecia y pudo influir positivamente con este premio), y "Dreaming of Julia", al lado de Harvey Keitel.

A pesar de que "Y tu mamá también" se estrenó en México para mayores de 18 años, Diego y Gael son ya ídolos de la juventud nacional. Muchos se han identificado con sus personajes, dos muchachos de 17 años que viajan junto a una española (Maribel Verdú) de poco más de 30 hacia la playa y con ella entran en la madurez. La cinta, que en pocos días estará en el festival de San Sebastián, ha sido descrita por la crítica como una aproximación realista y nada maniquea a la realidad de los jóvenes mexicanos.