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El encuentro de la música y el cine argentino.

por © Cynthia García (Argentina)-NOTICINE.com
Cartel de la película
Cartel de la película
El grupo DivididosCartel de la película20-IX-01

Llevar a los mejores músicos argentinos a los puntos más remotos y dispares de la geografía Argentina es la premisa del ciclo “Argentina en Vivo”, cuyo éxito provocó que se repitiera la experiencia realizando una segunda edición, que se desarrolló entre el seis de enero y el tres de marzo de este año y para el que se ideó realizar un largometraje que transmitiera este choque cultural entre distintas realidades sociales y el intercambio entre artistas y público, pero sin que se redujera al mero registro documental.
Con tal idea se reunió a trece cineastas argentinos, Marcelo Piñeyro, Andrés Di Tella, Bruno Stagnaro, Gregorio Cramer, Adrián Caetano, Jorge Polaco, Fernando Spiner, Miguel Pereira, Gustavo Postiglione, Albertina Carri, Flavio Nardini, Christian Bernard, Eduardo Capilla y al debutante Vicentico, para que cada uno contara en un cortometraje una historia que se relacione con uno de los artistas participantes o con la gente del lugar, o ambos, en el que los realizadores gozarían de total libertad creativa para mantener su visión personal que se adecue con su estilo cinematográfico.

Estas trece historias conforman la película “Historias de Argentina en Vivo”, en la que los distintos relatos son independientes unos de otro, manteniendo como única unidad una serie de separadores entre unos y otros, que muestran a jóvenes en distintas situaciones y diálogos cotidianos para reflejar el público que acude a los espectáculos de Argentina en Vivo. La película da inicio en el sur argentino, precisamente en Ushuaia, donde dos hermanos y músicos locales cumplirán su sueño de tocar junto al grupo Divididos; la cámara de Andrés Di Tella se detiene en mostrar la emoción y los nervios de los chicos, tanto como en enseñar la belleza y tranquilidad de la ciudad más austral del mundo.

A partir de allí se inician las historias puramente de ficción, siendo en muchas de ellas los propios cantantes quienes actúan, como en la de Stagnaro (“Pizza, birra, faso”)donde una joven viaja a San Juan para seducir al cantante de Los Pericos; Fito Paéz interviene como el nudo de una historia de amor de desencuentros dirigida por Postiglione (“El asadito”); Gustavo Cerati narra su personal experiencia donde una joven le hace perder el tempo por llevar un ritmo diferente en un recital; en el corto sobre el Festival Alternativo, varios músicos interpretan a extraterrestres en el futurista relato de Carri; y los Fabulosos Cadillacs se transforman en hormigas trabajadoras para el debut como director de su cantante Gabriel Fernández Capello, más conocido como Vicentico. Los relatos se destacan por ser muy diferentes entre sí, tanto en temática como en estilos dando por resultado un filme irregular, que muestra desde un divertido episodio sobre dos vaquitas de madera que quieren ir al recital de Los Ratones paranoicos realizado por Spiner (“La sonámbula”) hasta el tono más social de Pereira siguiendo la llegada de Mercedes Sosa a un pueblo de Jujuy, desvelando la realidad de un rincón olvidado del país.