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Max Zunino habla sobre "Los bañistas"

por © Correcamara.com-NOTICINE.com
Sofía Espinosa, protagonista, con Max Zunino
El joven director mexicano Max Zunino estrena en salas nacionales su opera prima, "Los bañistas", que participó en 2014 en el Festival de Mortreal, ganando el premio de la crítica (FIPRESCI), una oda a la simplicidad y la solidaridad en medio de una crisis económica. La historia nos lleva a un campamento de indignados en las calles de México, en dónde dos personajes distintos pero inmersos en la soledad se encuentran y provocan cambios en sus vidas. Max Zunino, que ya ha filmado otra cinta desde entonces, "Bruma", habló sobre su primer estreno con nuestros compañeros de Correcámara.com:

- ¿Por qué hablar de la crisis económica, desde una perspectiva humana que se aleja de películas como "La Gran Apuesta / The Big Short"?
Este tipo de temáticas siempre son bastantes desoladoras. La realidad es que uno no ve una pronta solución a lo que está sucediendo en el mundo, más bien al contrario: uno ve que todo se está hundiendo más y más  y que realmente los sistemas políticos, económicos, sociales y gubernamentales están preocupados por otras cosas que no tienen que ver con  la ciudadanía. Se encuentran preocupados por la elite y los intereses económicos de pequeños grupos con poder o de los intereses de otros países más grandes. Lo que tratamos de hacer es preguntarnos que podría hacer cualquier ciudadano, por ejemplo Flavia (Sofía Espinoza) no tiene oportunidad de seguir estudiando y poder mantenerse económicamente y  a Martin (Juan Carlos Colombo) se le terminó lo que la sociedad considera vida productiva y ya no tiene manera de sostenerse; junto con ellos están los que acampan y se mantienen en la militancia y buscan hacer algo en contra del sistema, y lo que hicimos fue buscar las posibilidades realistas de la situación y ver cómo podían hacer su vida mejor. Al final es la solidaridad entre los personajes. La solidaridad creo que es uno de los valores primarios y esenciales.

- En la película existe una dinámica muy interesante entre Flavia y Martin, personajes muy distintos y hay choque generacional en el espacio dónde conviven, ¿cómo construyó esta relación?
La semillita del guion fue una noticia que vi en el diario de El País, dónde decía que los principales grupos que se encontraban en las protestas eran los estudiantes y los jubilados. Vivimos en una sociedad en dónde vales de acuerdo a lo productivo que seas, entonces si estás fuera de la etapa productiva o no puedes ser productivo no existes. Esto no sólo aplica España o Estados Unidos o México, sucede en todos lados y todos los países occidentales y asiáticos que utilizan este sistema.

- "Los bañistas" tiene una gran fortaleza con la ambientación en torno a los espacios dónde conviven ¿qué retos le representó retratar este mundo con tiendas de campaña en la calle, edificios desgastados y poner este mini-universo en movimiento?
Pues tuve a grandes aliados, como mi productora y directora de arte Gloria Carrasco, que ha contribuido en muchas de las películas de Carlos Carrera o Patricia Riggen, entre otros. Ella tiene mucha experiencia, por ejemplo, el plantón lo construimos pues no era viable ir a un plantón de verdad. Y lo construimos durante la temporada que grabamos el edificio donde vivían los personajes de acuerdo a los tiros de cámara que teníamos planeados. Al final, la economía también influyó en el quehacer estético. Nos ayudaron los actores, los extras, todos se sumaron a trabajar con nosotros aún sin nada de paga o con muy poco. Dariela Ludlow, la fotógrafa, supo trabajar conmigo y resolver los planos, para encontrar la forma manteniendo la economía en lenguaje cinematográfico, con pocos planos, ya que no podíamos cubrir todos los detalles. En el cine no se gana de dinero, se ganan un montón de satisfacciones

- Aunque menciona que fue por economía manejar esta estética minimalista, se nota cierta influencia del cine nórdico, con los contenidos irónicos pero sutiles en un ambiente con las emociones complejas pero con poco melodrama, ¿cuáles fueron sus influencias para construir el relato?
Tuvo algo que ver Aki Kaurismäki durante el proceso de escritura del guión. Fue cuando salió "Le Havre" (2011), que dijo en una entrevista que le decían constantemente que era su primera película con un final feliz, ya que el cine de Kaurismäki tiene finales depresivos y pesimistas y lo que decía es que veía que en el mundo todo se veía tan pesimista y sin escapatoria que quería hacer un final de feliz. No se atrevía a hacer una película con tercer acto pesimista. Si recuerdas, en la película al niño inmigrante la comunidad lo protege al final, es de algún modo una historia en donde se rescata el sentido de comunidad como un valor que acaba resolviendo los problemas. Nos agarramos de Kaurismäki para tener este tipo de mensaje, siempre he sido muy fan Kaurismaki y de Jim Jarmush; también en  del cine latinoamericano actual como los uruguayos Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella con "Whisky", que tiene un tono muy padre, mucho más comedia, pero tiene ese mismo ritmo de "Los Bañistas", semi-lento.

- ¿Cómo ha reaccionado la gente con "Los Bañistas"?
Me ha tocado presentar "Los Bañistas", en diversos lugares desde que ganamos en Guadalajara. En estos últimos dos años he ido a China, Noruega, a la Habana, a Uruguay, a España, y próximamente a Bélgica, ha tenido un muy buen recorrido y una buena recepción e interés del público. Lo que me agrada es que genera ganas de hablar de los temas que tocan de la película, la crisis económica o de otros temas. Por ejemplo en Noruega interesó mucho la brecha generacional y la gran cantidad de adultos mayores que existen y cómo son relegados y no hay interacción con ellos; en China se habló mucho de la censura, yo no tuve censura, de hecho tuve mucho apoyo de relaciones exteriores para que esta película se exhibiera. Ganamos en Guadalajar el premio de la prensa, en Montreal el Fipresci, en Brasil un premio como mejor dirección y estuvimos nominados a un Ariel por mejor ópera prima.

- Estableció una buena relación con los protagonistas Sofía Espinosa y Juan Carlos Colombo, están en su nuevo proyecto, ¿cómo se fue dando esta próxima con ellos?
Pues fue de forma muy enloquecida, con menos presupuesto meramente de un hecho impulsivo, el proyecto se llama "Bruma" y surgió de una idea que me dieron luego de que tuve suerte de ganarme una residencia en Berlín para escribir un guión. Fui tres meses para allá y pensamos que sería increíble filmar algo en esa ciudad. Teníamos una escaleta, ni siquiera un guión, sólo la serie de eventos de lo que iba a suceder. Contactamos a César Ramos un actor mexicano que vive allá y se prendió para hacer el ejercicio y consiguió actores. También nos invitaron a proyectar "Los Bañistas" en un festival y su director Santiago Rojas, un español muy amable, se enteró que iba a hacer este ejercicio, nos dijo que podría entrar como coproductor ya que tenía contacto con una casa de renta de equipo. Grabamos durante casi tres semanas, improvisando todo, nos daban permiso o no y entonces grabábamos. Sabíamos cómo se tenía que filmar la secuencia y todos se aventaron al ruedo.  Acá en México, Adriana Martínez, nos dijo que quería entrarle y dedicó a armar el proyecto acá, desde el principio pensamos que se podía filmar algo en México, estamos en proceso de terminarla y el 5 de marzo la exhibimos para la industria en Guadalajara, dónde comenzó "Los Bañistas" y esperamos poder ganar para terminar Bruma.

- Cuente un poco la historia de "Bruma"...
Martina es una chica que se entera que está embarazada y eso la hace cuestionarse de su realidad, lleva mucho tiempo con cosas que no le gustan una chamba horrible, una relación que lleva mucho tiempo estática y con su familia no se siente identificada. Entra en una crisis terrible y decide irse a Berlín donde vive su padre o eso cree ella ya que sólo tiene una dirección. Ahí conoce a un travesti de 70 años que termina por convertirse en su cómplice en Berlín.

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