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Preparan estreno dominicano de "Flor de azúcar", basada en un relato del presidente Juan Bosch

por © Corresponsal (R.Dominicana)-NOTICINE.com
El cineasta dominicano Fernando Báez prepara el estreno comercial del drama "Flor de azúcar", cuyo estreno oficial está programado para el 28 de julio, tras una première, la pasada semana, a la que acudieron personalidades vinculadas al ámbito político y cultural como el Ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, quien afirmó que el film "revela un poco lo que somos". No en vano el guion se basa en un cuenta del que fuera reconocido intelectual y presidente del país, Juan Bosch, fallecido en 2001.

La historia está inspirada en su cuento "La Noche Buena de Encarnación Mendoza". Se desarrolla alrededor de dos parejas campesinas, una dominicana y otra de Haití, cuyas vidas se entremezclan de manera interesante en unos campos de caña en 1948, durante la dictadura de Trujillo. Héctor Aníbal, Ariana Lebrón y James Saintl son sus principales intérpretes.

Este film de época, al igual que el libro de Bosch, es un grito de libertad con un profundo contenido humano y social. El propio director expresó, en este encuentro con la prensa, que con sus películas "pretende aportar a la creación de una sociedad cada vez más justa y moralmente más sana".

Apasionado defensor del medio ambiente y con una amplia lista de títulos en su haber, Báez se ha consagrado como uno de los directores nacionales más reconocidos: trabajos como "Imágenes para un testimonio" (premio Bienal), "Tiempo para cosechar" (premio Casandra 2009) o su ópera prima "El rey de Najayo" (con la que estrena la nueva Ley de cine en la República Dominicana) han sido alabados, también, en el ámbito internacional.

Otro de los elementos a destacar de este largometraje es, sin duda, una banda sonora donde destaca el virtuoso instrumentista de viento Pedro Estuche ("The passion of the Christ" / "La pasión de Cristo"), galardonado con varios premios Emmy. Como afirma el director, esto se une, pues, a una historia que trata de exponer la literatura, las costumbres, la música y, en general, la identidad del pueblo dominicano de finales de los años 40, "capaces de convivir armoniosamente con sus hermanos haitianos, a pesar de sus diferencias culturales, políticas y religiosas".


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