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Llega con controversia la película chilena "7 Semanas" a las salas

por © Ingrid Ortiz-NOTICINE.com
Constanza Figari
"7 semanas" es el octavo título que surge de las producciones de la carrera de Cine en la Universidad del Desarrollo (UDD) de la capital de Santiago de Chile. Es también la ópera prima de Constanza Figari, la joven cineasta ganadora del Festival FEMCINE con el cortometraje "Eugenia" en 2014, que ahora aborda de pleno un tema que aún genera controversia en muchos países: el aborto.

La cinta, que se estrena en las salas chilenas este jueves, está inspirada en hechos reales, y protagonizada por Paulina Moreno, Camilo Carmona y Luz Croxatto. Aquí conoceremos a Camila, una estudiante de danza que queda embarazada de su novio Simón, pero no está lista para ser madre. A medida que la noticia se esparce e ilusiona a todo el mundo, ellos se enfrentan a los cambios que sufrirán en su relación y las dificultades de tomar una compleja decisión.

Se trata de un tema de considerable actualidad en Chile, teniendo en cuenta que el proyecto comenzó a gestarse tras el regreso de la izquierda al poder y la reactivación de la lucha por una legislación sobre el aborto, ilegal desde los tiempos de la dictadura de Pinochet. Justamente en la mitad del segundo mandato de Michelle Bachelet, la Cámara de Diputados aprobó el pasado marzo la despenalización en tres supuestos: riesgo vital de la madre, embrión o feto incompatible con la vida y violación. Esto representa una conquista histórica para los derechos civiles del país latinoamericano, donde ya se practicaba una media de 15 000 abortos ilegales anuales.

En unas declaraciones recogidas por Biobio Chile, la directora explica que la idea surge de un caso cercano en que observó el rechazo de una mujer a la idea de ser madre y la gran disyuntiva moral que se le presentaba: "Nos dimos cuenta de una serie de falencias que tenemos como sociedad chilena, partiendo por la falta de empatía que existe hacia la mujer, a quien hoy se le impone la maternidad. Sentimos la necesidad de realizar una obra cinematográfica que pudiera poner sobre la mesa muchas preguntas, como por ejemplo si es o no válida la opción de abortar por el hecho de no querer ser madre. Siempre con un espíritu que se desligara de las imposiciones y los juicios, para plasmar algo real que nos permitiera entrar en la piel de un ser humano que se ve enfrentado, probablemente, a la decisión más difícil de su vida".

De esta manera, reavivan el polémico debate que trasciende a las especificidades culturales del país y se extiende por todo el mundo. La productora, Valentina Roblero, se expresó también sobre el asunto aludiendo al interés que ha mostrado el público no sólo por la producción de la cinta sino por la temática que, desde un punto de vista humano, sensible y real, podría conectar con varios casos entre los espectadores. Un indicativo de la necesidad de abordarlo sea en un espacio destinado a un público masivo como las salas de cine, el teatro o la televisión, como en ámbitos más íntimos sea dentro de las escuelas o los núcleos familiares.  

"La función del cine es instalar temas, preguntas y discusiones", afirmó Roblero. "Nos parece que esta es un película necesaria para el momento que vivimos como sociedad, un momento donde necesitamos conversar sobre muchos temas para normalizar situaciones, ser capaces de ver a un otro sin juzgarlo, estar dispuestos a conocer sus historias, y vivir de manera más empática. Creo que la película aporta a ello y es una responsabilidad que tomamos".

A pesar de todo, no es la única película que aborda la polémica. Otras como "Apio Verde", el thriller psicológico de Francesc Morales o "La espera", de Francisca Fuenzalida tuvieron la intención de promover el debate nacional: la primera, criticando la prohibición del aborto terapéutico en Chile, la segunda, incidiendo en la agonía de una madre que no desea serlo.

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