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Llega a cines argentinos "Zama", la "obra maestra" más maldita

por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
Martel, con Giménez Cacho, en el rodaje
Pocas películas han dado tanto que hablar sin que nadie las viera como "Zama", la cinta de Lucrecia Martel que se estrena esta semana en salas argentinas luego de un largo y tortuoso camino lleno de misterios y circunstancias negativas. Calificada por algunos críticos locales (e incluso alguno foráneo) como "obra maestra", la adaptación de la novela de Antonio di Benedetto sigue generando controversia hasta las vísperas de su llegada a los cines. Martel canceló sin mayor explicación su comparecencia ante los medios de la pasada semana, aunque sí concedió algunas entrevistas puntuales. "Mira, yo pienso que va a pasar esto; primero que Zama va a necesitar mucho tiempo para personas que así, de primera, no les va a interesar. Pero pienso que va a haber un público que va a ir y que finalmente va a disfrutar la película. Mi recomendación al público es que se entregue, porque en esta película hubo cientos de personas trabajando para brindarles algo. Y lo hemos logrado", aseguró con convicción en una de esas declaraciones.

Protagonizada por Daniel Giménez Cacho, Lola Dueñas, Matheus Nacthergaele, Juan Minujín, Rafael Spregelburd, Nahuel Cano, Mariana Nunes y Carlos Defeo, entre otros, "Zama" se desarrolla en los tiempos de la colonia española en el Gran Chaco, y su protagonista es Diego de Zama (el mexicano Giménez Cacho), funcionario de la corona española que pasa sus años de espera para un traslado a un mejor puesto, haciendo cosas que preferiría no hacer, traicionando, afirmando lo que no cree, actuando como si sus días no fueran parte de su vida sino un interludio que hay que soportar hasta que llegue su esperado traslado para reencontrarse con su familia.

"Para mí lo primero fue… a ver, agarrás esa novela, que es un soliloquio, ¿qué hacés? La leés, te encantó, estás en ese mundo. Cuando estás tan intoxicado no es tan difícil encontrar la forma, pero yo pensé bueno, lo primero que tengo que hacer es apartarme del soliloquio y construir un mundo que sea de tal característica que parezca un soliloquio", explicó Martel a Infobae.

El malditismo de "Zama" es incluso previo a la decisión de la cineasta salteña de adaptar un libro que muchos calificaron de "inadaptable". Hubo un previo intento de Nicolás Sarquís, en los años 80, que se frustró cuando el protagonista, el actor español Mario Pardó, lo abandonó ya comenzado el rodaje y denunció a la productora por no cumplir su contrato. No se buscó sustituto y la cinta nunca llegó a terminarse.

Ya esta década, con Lucrecia Martel a bordo, en compañía de su habitual productora, Lita Stantic, en diciembre de 2013, y tras cerca de dos años de desarrollar el proyecto, la productora decidió retirarse, según declaró en un acto público "para evitar otra pelea". Dijo Stantic que ambas se había confrontado varias veces con anterioridad por el presupuesto de la cinta. Los guiones de Martel costaban, según la productora, cerca de 4 millones de euros, cantidad que consideraba excesiva, por lo que le pidió que adaptara el guión para reducir costos, algo que la cineasta no aceptó, mientras reprochaba a Stantic ser incapaz de reunir el dinero. Posteriormente la parte de Stantic fue asuminada por Rei Cinema.

Durante la postproducción, cuando todo apuntaba a una participación en la edición 2016 del festival que encumbró a la cineasta argentina, Cannes, ésta enfermó y tuvo que someterse a un tratamiento que paralizó la edición final de la cinta varios meses. De nuevo, la perspectiva al año siguiente era estrenar mundialmente en el certamen de la Costa Azul, e incluso se anunció un lanzamiento en salas nacionales en junio de este 2017, pocas semanas después del festival francés. Pero otra vez una circunstancia negativa volvió a frustrar las posibilidades de "Zama": Pedro Almodóvar, su coproductor español, fue nombrado presidente del jurado, lo que impedía que la cinta se presentara a concurso.

Los productores debieron considerar que era preferible esperar al siguiente certamen importante del calendario, Venecia, a participar en Cannes fuera de concurso. Y de nuevo la mala suerte jugó en contra, porque el responsable de la Mostra, Alberto Barbera, con escasas simpatías por el cine iberoamericano en su conjunto, a pesar de los premios que recibió en su festival los últimos años, la programó... fuera de concurso, lo que restó mucha relevancia al lanzamiento de la cinta. Podría pensarse que lo inteligente hubiera sido rechazar ese debut y estrenar directamente en Toronto y tener la posibilidad de concursar en San Sebastián inmediatamente después, pero prefirieron ir al Lido lejos de la promoción del apartado competitivo.

Ahora por fin, "Zama" llega a los cines argentinos, mientras sigue su periplo por otros festivales de segundo nivel. Todas las circunstancias negativas que ha arrastrado el proyecto contribuyen a poner en entredicho su rentabilidad, al tratarse de una película cara para el cine de autor. Es cierto que el de Martel nunca ha sido un cine popular, pero parecía que "Zama" podía romper ese maleficio. Lamentablemente todo apunto a que no ocurrirá.

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