Jazmín Stuart y Hernán Guerschuny hablan sobre el estreno de "Recreo"

por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
Jazmín Stuart y Hernán Guerschuny
La primera película codirigida por los realizadores argentinos Hernán Guerschuny y Jazmín Stuart, "Recreo" (2018), protagonizada por Carla Peterson, Pilar Gamboa, Fernán Mirás, Martín Slipak, Juan Minujín, y la propia Stuart, estrenada este jueves, plantea un fin de semana de encuentro entre un grupo de matrimonios que en apariencia se quieren y respetan. Al pasar las horas, y con la convivencia como potenciador de conflictos, aquello que se pensaba como una idílica pausa o "recreo" termina convirtiéndose en un campo de batalla para que viejos planteos y celos resurjan. Los cocineastas hablaron con nuestros compañeros de EscribiendoCine.

- De una charla en la que compartieron ideas a la concreción de "Recreo", ¿cómo fue luego el proceso de escritura y rodaje de a dos?
Hernán Guerschuny: Muy rico la verdad, los dos teníamos dos películas previas hechas y era un desafío hacer una tercera juntos, el guion, la dirección, se dio una conjunción que nos enriqueció, porque tenemos estilos distintos a la hora de escribir, ella es más de fluir a la hora de escribir y que los personajes se pongan a hablar y no pensar tanto, y yo soy más racional, crítico con lo que vas escribiendo y ver cómo cada escena funciona con la anterior y la que sigue y que estamos diciendo en cada momento, que está bueno para algunas cosas pero que paraliza bastante a la hora de escribir, porque te ponés demasiado crítico y la conjunción de ambos dio "Recreo", una película que creo que no podríamos haber hecho por separado, con cierta comedia o estructura que a mí me interesa que funcione en una película y también ciertas imágenes sensoriales o sensitivas que tienen que ver más con lo que Jazmín hace. A la hora de ir al set teníamos muy en claro los dos qué película queríamos buscar.

- Para usted, Jazmín, es la segunda oportunidad en la que codirige, ¿le gustó la experiencia?
Jazmín Stuart: Pasaron muchísimos años entre "Desmadre" (2011) esa primera experiencia y ésta, en ese momento fue más una invitación de Juan Pablo Martínez, él me había dirigido en una película y quedamos en contacto. Al tiempo gané un concurso con un corto que hice con actores adolescentes sobre la adolescencia y él tenía la novela de Guillermo Fadanelli que quería adaptar a cine y cuando vio el corto me invitó a adaptar el guion y dirigirla porque hablaba de un adolescente y su madre, y fue muy importante para mí, porque si bien yo me recibí en la Universidad del Cine, la experiencia de dirigir quedó relegada por actuar, fue fundacional, me volvió a abrir las puertas de la dirección con un largo, aprendí mucho, me reafirmé como directora y me gustó mucho. Esta experiencia me agarra más segura, después de hacer "Pistas para volver a casa" (2015), que me permitió demostrar que tenía un punto de vista y herramientas y que podía hacerlo. Siento que "Recreo" es más por elección, la otra fui invitada. Me siento cómoda y me gusta trabajar de a dos, hay algo de la colaboración y el intercambio que me interesa. El hecho de confrontar ideas me ayuda a reafirmarme, es un ejercicio que me gusta.

- ¿Tomaron alguna referencia?
HG: Hay un género francés de gente un fin de semana todos juntos y películas de personajes, pero no nos basamos en ninguna, sí las teníamos incorporadas porque las habíamos visto, por ahí la película que mencionábamos mucho, habría que pensar ahora si en algo se le parece, "A Bigger Splash" (2015), con Tilda Swinton, nos gustó mucho, a Carla Peterson también, una especie de remake de "La Piscina" (1969), de hecho homenajeamos a ésta en un plano de Martín Slipak donde toma un vaso de agua en la pileta, eso es calcado, eso lo hace Alain Delon, pero eran cosas incorporadas, no tomadas como modelo. Lo que sí es que los dos estilos a la hora de filmar te obligaban a reflexionar y pensar tu posición, algo novedoso con dos películas, defendiendo ideas.

- ¿Dividieron roles?
HG: No, obviamente cuando actuaba ella estaba detrás de cámaras y daba indicaciones y el corte, pero teníamos en claro qué íbamos a hacer y el cine hoy te permite ir al rack y ver qué hiciste. Sí pasó que en momentos ella imaginaba algo, porque los sueños son de cada uno, "yo imaginé esa silla acá", claro, uno imagina las cosas de una manera y nos obligaba a buscar la mejor opción, uno en el set es como una especie de "Dios" que lleva el sueño a realizarse, y los sueños son algo muy propio, no podés compartirlo, "yo lo soñé de esa manera", y no siempre estábamos de acuerdo, pero se cedía, hoy cedía yo o ella y así.

- Originalmente había algunos actores que hoy no son parte de "Recreo" ¿fue difícil repensar el cast? ¿Se complicó manejar las energías de cada intérprete?
HG: Lo que sí sabíamos con Jazmín era que teníamos ganas, que a veces se da y otras no, de tener grandes actores, es un tipo de película que no tiene un guion de hierro, donde va a haber un plot point, y un segundo, una trama hitchcockiana que va a funcionar más haya de quien lo haga, acá eran muy importante los actores y lo qué tenían para darnos a la hora de representar esos diálogos, largos diálogos, seis personajes sentados charlando en una mesa, puede ser largo y aburridísimo e insoportable, o algo riquísimo, y eso tiene que ver también con la dirección, pero, sobre todo, con los actores. El proceso, como es largo hacer una película, por ahí pensás en un actor, se va reconfigurando, pero el cine tiene una cualidad asertiva que cuando algo es, es así y no podría haber sido de otra manera. También hay algo mágico, que se alinean los planetas, pero la química que se construyó entre los actores fue extraordinaria, algo que puede pasar o no pasar, no sé de qué muy bien depende, pero saltaban las chispas, estaban orgullosos de pertenecer al elenco y lo ves en la pantalla, les pasan cosas que no pueden ser actuadas, alguien que se ríe desde adentro, no es fácil de construir, pasa o no pasa, y acá sucedió.

- ¿Cómo aparecieron o se sumaron anécdotas al relato? Hay algunas muy cercanas y reales a la cotidianidad de cada pareja que se representa…
HG: Como la película no es la típica película con estructura aristotélica con plot point sino que tiene que ver con una estructura más de capa de cebolla, se van corriendo ciertos velos de los personajes, en sus dimensiones más psicológicas, teníamos ese primer esqueleto de tres parejas bastante características y después era llenar de millones de pequeñas sutilezas a cada personaje y eso lo hacés observando, acopiando un montón de elementos, la sandía, el horno de barro, cosas que vuelven particular a personajes que también tienen que ser universales, para identificar a gente de mediana edad de clase media urbana, pero que después te los puedas quedar pensando como seres únicos, no como algo genérico. Tiene que ver con eso.

JS: La construcción de los personajes es muy producto de la observación, por momentos pensábamos "¿alguien dice esto?" y aparecían anécdotas, "yo conozco una pareja que funciona así", y está toda la película construida desde ahí. Hay un ejercicio de observación, había que construir desde lo más chiquito, detallado, orgánico y cotidiano, está construida con retazos de cosas reales y si a eso le sumas el trabajo de éstos actores de golpe está vivo.

HG: Además esta película es de un cine de imágenes, no de ideas, no queríamos decir ni dar respuestas o convicciones que teníamos, es un cine de preguntas, y eso se traduce tratando de bucear en nuestra cotidianeidad para ver qué nos generaba angustia o comicidad, y eso es desde lo intuitivo y emocional, no racional.

JS: Y a la vez también hay una serie de conflictos vinculares entretejidos, con naturaleza de contraste y choque, aparece por contraste esas naturalezas sino el drama no se construye ni aparece, aparece por contraste en esta convivencia forzada. Es muy emocional y sensorial de imágenes, pero es muy sólida por la naturaleza de los personajes.

- ¿Por qué creen que se ve mal el cine pensado y creado sólo para entretener?
HG: Personalmente pienso que entretener es una de las responsabilidades de los directores, y como dice Mauricio Kartún en sus seminarios, si además les susurras poesía a los oídos, lo que le va a ocurrir al espectador es que no sólo la va a pasar bien en esa hora y media de película sino que además se va a ir a comer la milanesa a la esquina y la obra va a sobrevolar la milanesa, va a permanecer en tu cabeza los personajes y conflictos, historias. Lo que uno pretende como director es esa segunda cosa y cuando uno va por ese camino de un cine más de imágenes ocurre que empezas a meter elementos.

- ¿A quién se le ocurrió la incorporación del globo aerostático en la narración?
HG: Lo pusimos porque en ese campo donde filmamos es un lugar donde vuelan muchos globos aerostáticos, voy a esa casa generalmente, es de mi familia, estando ahí con mis hijos en la pileta los vemos pasar, y nos parecía lindo poner una escena en uno, sólo a nivel visual. Después al relacionar elementos no relacionados te das cuenta que el globo tiene una gran carga metafórica, pero no porque calculaste generar una metáfora, sino que la metáfora comienza a funcionar sola, como que existe una elevación de todos esos personajes urbanos comiéndose el cerebro y esos dos que sobrevuelan solos era interesante para lo que contaba esta película. Y así debe haber otras cosas, el horno de barro no terminado, y otros elementos concretos que tienen una significación que no habías imaginado.

JS: Es cierto, por ahí que vienen del inconsciente esas imágenes, estos dos personajes tienen que enfrentarse, y qué pasaría si lo hacen en el aire, aparece eso, no quiero spoilear, un adolescente con crueldad, y la crueldad que él mismo ha vivido, son elementos que se cristalizan que podes captarlos o no, dejar un lugar para la lectura más subjetiva.

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