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Néstor Montalbano habla sobre el estreno de "No llores por mí, Inglaterra"

por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
Néstor Montalbano, en plena filmación
La nueva producción de Néstor Montalbano ("Soy tu aventura", "Por un puñado de pelos"), la comedia "No llores por mí, Inglaterra" (2018), protagonizada por Gonzalo Heredia, Mike Amigorena, Diego Capusotto, Luciano Cáceres y Laura Fidalgo, es una inclasificable película que mezcla la historia, la cultura popular y el fútbol. El viaje al pasado se completa con una producción arriesgada, que llevó a Colonia, Uruguay, al elenco y que culminó con locaciones en Buenos Aires para recrear la época en la que las Invasiones Inglesas fueron el contexto para el primer partido entre River y Boca. Sobre el rodaje, el desafío y mucho más. "Sé qué espectador no quiero tener, muchas veces empiezan a juzgar si soy Monty Python pero no llego, si estoy encarcelado, yo soy clásico", afirmó Montalbano en charla con nuestros compañeros de EscribiendoCine.

- ¿Cómo fue manejar un equipo tan grande?
Algún día voy a mostrar lo que hacía en 9 de Julio con 18 años, agarraba a todo el pueblo con una Super 8, era panadero, en la panadería de mi viejo, quería proveer felicidad con el cine, les preguntaba a la gente y les decía que íbamos a hacer un western, "El bueno, el feo y el malo / The Good, the Bad and the Ugly" (1966), me decían que no, y conseguía un micro y llevaba 200 personas para filmarlo. Es así, hice "El Padrino / The Godfather" (1972), "Rocky" (1976), hice 20 películas así y gané premios. Desde chico tengo ese don de manejar mucha gente, y cuando construyo los guiones me baso en eso, en lo que puedo movilizar, como un curandero, mi mamá era, debe venir de ahí. Todo por 2 pesos, la hicimos así, saliendo a la calle, construyendo personajes de acuerdo a lo que surgía, no tengo otra manera de hacerlo, no subestimo al asistente de dirección, pero quiero tener un control absoluto, en esta el control es parte del protagonismo, dirijo hasta los extras.

- El guion mezcla de manera perfecta la cultura popular, el futbol y la historia ¿cómo fue el proceso de desarrollo?
Primero me leí todo sobre las invasiones inglesas, porque sabía que gravitaba sobre ellas todo lo que quería contar, en los primeros guiones incluía muchos próceres y referencias, que terminé puliendo luego de enviarlo a Euroscript, que me dieron muchas pistas con las que aprendí y me ayudó mucho a purificar. Me fui dando cuenta la unión con el cine, cuando vemos las películas de San Martín, aburridas, o de Belgrano, con ese naturalismo que nada avanza, eso me ayudó, a trabajar desde la austeridad para contar, mi guion tenía mucho y al pedo.

- ¿Tuviste miedo que el trazo grueso determine todo? ¿Siente que cuando uno entra en el código de la propuesta ya está ganada la mayor parte del verosímil?
Mucho tiempo mostré la película a inversores con fondo croma, y pasaba lo mismo que ves ahora, yo la tenía viva antes de completarla con eso virtual. El primer minuto de una película determina si te quedás o te vas, lo hacen muy bien los americanos, te dicen que van a contar y pasa así, yo arranco con una pelea de catch y después aparece un spinner, si me compran eso me puedo tirar de un precipicio. Después hay otra cosa que es que estamos en Argentina, no es Hollywood, no tengo guita, y no tengo tiempo render, la consigna fue Billiken, porque dio la referencia de la época de las escenografía, y fuimos a lo naif, es incorrecto, no es Estados Unidos, pero podemos crear espacios para que se integren con lo que estoy proponiendo, todo el tiempo lo pienso, creas mundos. El cine nuestro ha perdido mucho y cada vez está más reducido.

- Pienso en producciones de época con poco presupuesto como "Yo, la peor de todas", pero en su película abre los planos, no los deja cerrados…
Me comprás la historias o no, si te ponés a mirarla con el dedo en la nariz, a tomar examen de eso y juzgarla muchos la van a pasar mal, y más si la juzgas con la historia, más, tienen todo el derecho de criticarla, y está claro eso, no todos pueden coincidir con lo que digo, pero traté de hacer una integración de las debilidades y las bondades que tuve, por ejemplo en el vestuario.

- El vestuario impresiona…
Lo traje todo de España, acá eran con botones de plástico, cotillón, las charreteras de carnaval, sino no me iban a creer nada, la música la hice en Macedonia, una orquesta, no un teclado de sintetizador, el rigor lo puso la producción, agradezco que hayan entendido que el cine necesita esas cosas.

- ¿Pensó en un espectador promedio para el film? ¿Lo imaginó convocando a gente de tan diferentes ámbitos?
Más que imaginar qué espectador quiero tener es qué espectador no quiero tener, muchas veces empiezan a juzgar si soy Monty Python pero no llego, si estoy encarcelado, yo soy clásico, miro "El Padrino", cuando vienen con lo del under no sé qué decir, yo creo que hago cine normal. Testeo mucho el guion, con líneas, con el vecino, me pasó con "Pájaros Volando" (2010), le dije a un productor: tengo una película con hippies, rockandroll y marcianos, y le dije, con Capusotto, le cerró todo. Para mí el cine es un juguete caro, y sufro mucho porque la película le vaya bien, me hago muy responsable, esta es carísima, tienen que venir en masa, es la pasión, el cine es pasión, desde que emprendo un viaje cinematográfico la paso muy bien pero no duermo.

- Me había dicho si esta es la última película estoy hecho, ya está por salir ¿tiene nuevos proyectos?
Sí, pero siento que tiene que pasar esto, la adrenalina, es el sueño de toda mi vida, jugaba con soldaditos, barcos, me vestía de San Martín, de batalla, vengo de la cultura del cine de matiné, quién no quiso hacer una película con dos tipos espadeando en un barco, yo lo pude hacer, es mi película de soldaditos de 1800.

- ¿Cómo vivió la postproducción? ¿La sufrió?
Sabía que no había tantas producciones con VFX de este tipo, que está 53 minutos presente, me decía el VFX poné verde ahí, yo la pasé mal y lo psicopatié a él mucho, lo traté mal, y ví que a él le ganaba el amor.

- Pero no renunció a pesar del maltrato…
Claro, y todos desconfiaban, el cámara me decía yo te la filmo pero ese horizonte no te lo arreglan ni en pedo, todos venían con problemas del VFX, pero el que lo hizo, además de su capacidad, le puso mucho amor y eso me permitió para llevarla adelante, porque ni ellos se pudieron poner de acuerdo, mucho prueba y error, pero tuve temple y me sentí seguro. Además hice como cuando fue "Todo por 2 pesos", que con Pedro Saborido recorrimos el canal para hacerlo y cuando aparecía por ejemplo una columna dórica hacíamos un sketch de romanos. Yo me baso que el guion es el 90 por ciento de una película.

- ¿Cree que la clave es que esté más repartido en el cast el peso de la historia?
Puede ser, busqué un equilibrio, e hice una película de aventuras, muchos dicen que es comedia, pero es una película de aventuras. En oportunidades me fui de mambo, siempre uso un guion de hierro, cuando estoy filmando me abro, dejo que el Néstor de corazón busque qué más hay, y a veces me abro mucho, acá estuve más contenido.

- ¿Expectativas ante el estreno? ¿Qué le diría a la gente para que la vea?
Que es una película que lo va a entretener, divertir, que la va a pasar muy bien, después que la vea la puede evaluar, pero el proceso no va a fallar, es una película amable, mirala comiendo pochoclo (palomitas) yo quisiera ser espectador para verla, no quiero decir que le guste o no, lo voy a transportar en el tiempo, lo voy a llevar lejos de sus problemas, le voy a proveer felicidad y que se vaya cantando la canción de El Mató a un Policía Motorizado y con una sonrisa.

- Ya se estrena…
Sí, yo estoy cagado, es mucho el riesgo, todo lo que hiciste en tres días rendís examen, estoy muy seguro de la película que hice, creo que es mi mejor película y valió la pena hacerla, igual depende de la gente y eso es lo que me mortifica en estos días.

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