Paraguay espera con ansia el estreno de "Leal, solo hay una forma de vivir", una cinta de acción con tintes hollywoodienses que se estrenará este jueves en las salas del país, como una de las más ambiciosas producciones locales en años. Dirigida por Pietro Scappini y Rodrigo Salomón, que debutan tras las cámaras, y con guion de Andrés Gelós ("Los inocentes", "B&B"), este film está inspirado en hechos reales y cuenta la historia de un comando de operaciones especiales que trata de capturar a un importante narco que opera en Paraguay, Argentina y Brasil.

Para Scappini, "Hacer una película de género en Paraguay, donde la cinematografía todavía está en pleno desarrollo, es un súper desafío, pero que fue muy bien encarado por todo el equipo de producción, con poco se hizo mucho y esa es una característica no solo del cine nacional sino del paraguayo en sí, cuando se pone la camiseta y encara un proyecto".

La obra cuenta con las actuaciones de Silvio Rodas ("El invierno de Gunter", "Mangoré"), Luis Aguirre ("Semana Capital", "Evasión"), Andrea Quatrocchi ("Luna de cigarras") y Bruno Sosa ("Libertad y La chiperita"). "Leal, solo hay una forma de vivir" es una coproducción paraguayo-argentina (70% Paraguay, 30% Argentina), pero este proyecto no se limitará a estrenarse en esos dos países.

"Corea del Sur acaba de comprar la película. La vieron, les gustó, les enviamos la copia el viernes pasado y ya nos dieron el ok. Eso es lo que yo quiero, que la película se vea", explicó el guionista Andrés Gelós. Pero las mayores expectativas están reunidas en torno a Netflix, ya que la compañía de streaming está cerca de comprar los derechos de la cinta.

"Nosotros estamos en la recta final para cerrar con Netflix o una de las operadoras. Paraguay tiene la capacidad de hacer cine internacional. Nosotros ya estamos pensando en qué se viene después de "Leal"", aseguró Gelós. Esto supondría que esta súper producción paraguaya podría ser visionada por los millones de clientes que tiene Netflix en todo el globo.

En cuanto al guion, "Leal" no tiene un mensaje social, es netamente una película de entretenimiento como cualquier película estadounidense que estamos acostumbrados a ver sobre drogas o comandos", afirmó Scappini. "Siempre nos pusimos del lado del espectador, no fue una película diseñada para festivales, y ese fue el desafío, que la gente salga contenta de la sala, que no decaiga la película en ninguna escena".

La película se rodó en las ciudades de Atyra, Tobati, Asunción, Pedro Juan Caballero, la "zona roja" entre PJC y Concepción, San Bernardino, y la zona de Chaco’i. "Estuvimos recorriendo bastante el país, como para poder grabar en locaciones que te trasmitan la realidad y buscando buenos paisajes, trabajamos en conjunto con los municipios, las fuerzas armadas y el equipo de producción, toda una movida con siete camiones de producción en cada lugar donde llegamos", afirmó Scappini.

A pesar de que son otros países como Colombia sobre los que existe la sospecha del narcotráfico, por series como "Narcos", lo que buscaban con esta película era explicar a la población que el narco opera en toda Suramérica.

Si cada país tiene su rol, sea el de producción como Bolivia o de puerto hacia Europa, como Argentina, "¿Cuál es el rol de Paraguay?", se preguntó Gelós. "Es justamente el lugar desde donde se distribuye a lo que le llaman ellos el "conito" (Uruguay, Argentina, Bolivia, Brasil y Chile). Entonces es contar cómo desmembrar esa articulación, que tiene a Paraguay como lugar de pistas aéreas. El nombre inicial de la película se llamaba "La última pista"", explicó el guionista del film.

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