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Osvaldo Benavides comenta su participación en la comedia "Mentada de padre"

por © Redacción (México)-NOTICINE.com
Osvaldo Benavides
Osvaldo Benavides
Desde este viernes en los cines mexicanos, la comedia "Mentada de padre", de Fernando Rovzar y Mark Alazraki, cuenta en su elenco con Osvaldo Benavides, galán conocido por sus papeles en series televisivas como "La bella y las bestias", "A que no me dejas" o "Lo que la vida me robó", pero también en las películas "Más sabe el Diablo por Viejo", "Todo Mal" y "La dictadura perfecta". En esta ocasión interpreta a Fausto, un actor que en la Epoca de Oro del cine mexicano intenta ocultar públicamente su homosexualidad. "Quiero seguir actuando en cine, teatro, tele; seguir haciendo personajes dentro de distintos géneros. Quiero seguir produciendo, quiero producir televisión, teatro y cine, conocer nuevas personas y trabajar en otros lugares. Quiero seguir haciendo lo que estoy haciendo, pero más, seguir creciendo", afirma Benavides.

"Mentada de padre", que se desarrolla hace más de 60 años, narra la historia de Don Lauro Márquez Castillo, dueño de un imperio de radio mexicano que en su lecho de muerte manda a llamar a sus cuatro hijos para expresarles su último deseo: deben demostrar quién es el mejor en diferentes pruebas documentadas en un reality show y el ganador se llevará la herencia de su progenitor.

"Fausto -cuenta Osvaldo Benavides a Las Estrellas- cree que es el centro del universo. Es muy egoísta, dice que es actor, pero en verdad no lo es; es una loca, más allá de su preferencia sexual, es un tipo histriónico y le encanta hacer un show de todo. Al igual que sus hermanos, en la película tendrá que aprender de sus errores y salir de la sombra del padre".

El actor tiene por compañeros a Mauricio Isaac, Mauricio Barrientos ‘Diablito’, Antonio Gaona, Sofía Sisniega y el primer actor Héctor Suárez. Para Benavides, una dificultad del rodaje fue intentar tomarse en serio un relato tan cómico:  "Lo más difícil fue no reírnos, se echaban a perder tomas porque se reían dentro del set o afuera detrás de cámaras, inclusive se reía el camarógrafo y se echaba a perder la toma y había que repetir. A ese nivel de diversión era lo que se vivía en el set y así estuvo todo el rodaje".

El chilango reconoce que la ambientación de época es un plus añadido. "El vestuario, la ambientación, el diseño de producción y la utilería, todas eran herramientas para ayudarte a sentirte ahí y disfrazarte. De hecho fue muy gozoso y divertido poder tener unos sets tan bonitos, tan bien hechos, un vestuario impecable; nada más de estar ahí era imposible no entrar en personaje. Fue la herramienta perfecta para poder entrar en personaje y toda la película fue pura gozadera".

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